La consultora de comunicación LLYC ha publicado el informe 'Las iniciativas europeas en materia de Seguridad y Defensa: una gran oportunidad para la industria española', en el que analiza el contexto geopolítico a partir de la invasión rusa al territorio ucraniano y otros conflictos actuales, repasa las leyes y programas europeos más recientes alrededor de las políticas de defensa y señala los principales retos y oportunidades que ofrece este escenario para las compañías privadas en general, y para las españolas en particular.
Los autores, Carlos Martí, consultor independiente en seguridad y defensa, Paloma Baena, directora de asuntos europeos de LLYC y Pablo García-Berdoy, líder de asuntos públicos de LLYC, consideran que la situación actual evidencia la necesidad de contar con un sistema de defensa europeo que sea capaz de hacer frente a las amenazas regionales y globales, y para ello es importante intensificar la colaboración público-privada, que abre una posibilidad de crecimiento a las compañías nacionales que quieran crecer en el campo de la seguridad y la defensa.
“Es un documento de difusión para que las empresas que vean ocasión de entrar en el sector sepan hacerlo”, explicó Martí al medio InfoDefensa, y señaló que el objetivo es “abrir el abanico a las empresas que no trabajan en defensa para que amplíen el negocio”. Además, el especialista remarcó que, a nivel estratégico, “al Ministerio de Defensa le interesa tener una red de empresas capaces de proporcionar a las Fuerzas Armadas los medios que necesitan”. Por eso, el informe se cierra con una guía de consejos para las compañías que se acercan a este sector por primera vez.
Algunas de las iniciativas a las que hace alusión el título del informe son la Ley de Refuerzo de la Industria Europea de Defensa mediante Adquisiciones Comunes (EDIRPA), que cuenta con un presupuesto de 300 millones de euros; el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, con un gasto de 5.600 millones de euros, dirigido a reforzar la dotación ucraniana de armamento y munición, y la Ley de Apoyo a la Producción de Munición (ASAP), que incluye un fondo de 500 millones de euros para financiar producciones conjuntas de misiles, armas y municiones, entre otras.
“A pesar de representar solo el 6% de la facturación europea, la industria española de defensa está demostrando una importante capacidad para producir y exportar productos y servicios en el sector terrestre, naval y aéreo, así como en los sistemas de información y comunicaciones requeridos por las operaciones militares. La industria viene colaborando ya en diversos programas europeos y mantiene igualmente relaciones con industrias extranjeras”, destaca el documento.
Algunas de las recomendaciones destacadas para el sector productivo ibérico tienen que ver con analizar y comprender en profundidad los programas de financiación, que permiten superar los obstáculos financieros que afectan a este tipo de proyectos. También es importante saber elegir socios de otros Estados miembro con experiencia, para complementar conocimientos y experiencias, así como elaborar propuestas que estén en línea con las necesidades públicas.
“Los profundos cambios geoestratégicos a los que estamos asistiendo (conflictos en Ucrania y Oriente Medio, la aparición de potencias emergentes como China e India, la inestabilidad en el Sahel o desafíos como el migratorio o climático, por citar los principales) han puesto de manifiesto la necesidad de que el escenario regulatorio, financiero e institucional de la industria de la defensa, largo tiempo estático, se adapte de forma ágil, eficiente y eficaz. Está en juego la capacidad europea para hacer valer de forma más autónoma y asertiva sus valores y principios a nivel global”, concluye el documento de LLYC.
Los ganadores de la guerra de Ucrania
Desde el inicio de la invasión rusa, se han generado enormes pérdidas humanas y económicas y ha aumentado la inflación debido a los precios de los combustibles, la energía y las materias primas, con un impacto a nivel global.
Mientras tanto, hay un sector que ha registrado alzas de hasta 150% en bolsa y ganancias que superan el 300% respecto al año anterior, como es el caso de alemana Rheinmetall. Hablamos de las empresas armamentísticas tanto rusas como norteamericanas, europeas y chinas, según reporta LaRazón.es.
Entre 2018 y 2022, el 40% de la exportación mundial de armas estuvo en manos de Estados Unidos. Le sigue Rusia con el 16% de las ventas mundiales de armas. Luego aparece Francia con el 11%; China, con el 5,2 y Alemania con el 4,6. En el octavo lugar, después de Italia y Gran Bretaña, se encuentra España, que tiene el 2,6% de la venta mundial de armas. Las cifras provienen del informe que cada cuatro años realiza el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI).