La solución ALR-400 de la compañía de tecnología Indra se instalará en los aviones de transporte militar C295 del Ejército del Aire y del Espacio español y actuará como alertador radar y control, encargado de gestionar la suite de autoprotección y capacidad de las aeronaves.
El C295 es uno de los aviones de transporte táctico medio más versátiles y robustos que existen, que se utiliza para transportar tropas y material de forma rápida a cualquier punto del planeta, pero necesita un equipamiento de defensa electrónica avanzado para poder actuar en zonas de conflicto bélico.
Por eso se renovará el sistema actual por el ALR-400, que ya utilizan helicópteros, aviones de transporte y cazas del Ministerio de Defensa. Sus capacidades ya se han puesto a prueba con buenos resultados en misiones reales y en más de medio millar de aeronaves de quince países.
Esta actualización es el primer pedido dentro un acuerdo con la OTAN para proveer equipos para la defensa de Europa y el resto de aliados, en el que participa la empresa Indra junto a otras compañías y cuyo contrato global ascendería a 22 millones de euros.
En qué consiste el ALR-400
Según se detalla en la web oficial de Indra, el alertador de amenazas radar (RWR) ALR-400, que incorpora las funciones de controlador de la suite, es un sistema basado en avanzadas técnicas de recepción digital de banda ancha que está en servicio en aviones de combate, aviones de transporte militar y helicópteros de todo tipo.
La compañía recuerda que hace ya veinte años, fue una de las primeras empresas del mundo que introdujo la recepción digital de banda ancha en este tipo de equipos, incrementando la capacidad de detección, de análisis de señales en tiempo real, así como la conciencia situacional y seguridad de pilotos y tripulaciones.
Entre los especialistas hay un consenso generalizado acerca de que hoy en día la mayor amenaza para las plataformas aéreas destinadas a misiones internacionales son los misiles de guiado térmico (denominados MANPADS). Por eso se suma a estos equipos el sistema InShield, que, basado en un láser de alta energía, es capaz de confundir los sistemas de guiado de esos misiles.
El ALR-400, entonces, además de detectar amenazas, es capaz de orientar sobre la posición del emisor y el tipo de aeronave o radar del que proviene la señal, comparándola con la librería de inteligencia que emplea. También consigue desenmascarar señales débiles que se pueden ocultar tras transmisores más potentes o cercanas y puede trabajar en ambientes fuertemente saturados.
A su vez, funciona como un cerebro que coordina la autoprotección de la nave, gestiona el sistema de guerra electrónica (EWM), controla los alertadores ópticos de misil (MWS), los alertadores láser de misil (LWS), los dispensadores de chaff y las bengalas que se utilizan como señuelos. Y ha sido diseñado para cubrir todo tipo de misiones, ya sean de baja cota y rango cercano hasta las de mayor altitud y distancia de encuentro.