Hasta el último momento se dudó de que acudiera, pero no falló. José Bono sorprendió a propios y extraños en la presentación del libro de Fernando Rueda, "Al servicio de su Majestad, la Familia Real y los espías, 50 años de conspiraciones, manipulaciones y ocultamientos".
¿Qué pinta un ex ministro de defensa en un acto semejante? El mismo José Bono lo explicó: "A mis 71 anos no tengo que dar explicaciones a nadie. Me gusta asomarme a los precipicios". Y fue aún más allá, al manifestar que daba fe de que todo lo que aquí se dice y se refiere "a la época en la que yo tuve esa responsabilidad, con matices, se ajusta a la realidad".
Y aún fue más allá, dijo que leyéndolo había conocido cuestiones de las que nunca había tenido constancia en absoluto, como por ejemplo el telegrama 700, relacionado con otras épocas en las que no estuvo al mando del Ministerio de Defensa, y a las que da credibilidad. "Se trata de un telegrama enviado a los Estados Unidos en el que se dice que lo mejor es que Carrero Blanco desaparezca". Y añadió: "Luego hay algo de lo que yo me enteré de pasada, pero cuando Carrero, el día anterior a ser asesinado, recibe al secretario Kissinger -yo me he enterado por el libro-, le dice que Estados Unidos ha de tener cuidado con la relación con España porque España tiene vocación de desarrollar armas nucleares". José Bono manifestó: "Yo he visto un documento en una junta de seguridad en el que uno de los puntos era: desarrollo de armas nucleares".
Por supuesto, también habló largo y tendido del Rey Juan Carlos, y contó curiosas y divertidas anécdotas relacionadas con él, como que le invitó una vez a cenar y solo le dio un café, aunque Bono, hambriento, le dijo "¿Ni siquiera un sandwich?".
Lo que dijo Felipe González sobre el Rey Juan Carlos
Hubo muchas anécdotas, pero Bono, por supuesto entró en profundidades. Como las discordias que mantuvo con él cuando se negó a seguir sus indicaciones. Hasta el punto de amenazar con presentar su dimisión. También dijo que no le gustaría que el Rey "sufriera en el atardecer de su vida lo que todos pensamos que estamos sufriendo". Añadió que "es verdad que su hijo ha renunciado a su herencia y esto de la herencia tiene su importancia, sobre todo en una institución en la que la herencia funciona no solamente para heredar una cuenta corriente, sino para heredar una jefatura del Estado". Y añadió: "Cuando se renuncia a una herencia por parte de un hijo, aunque el Rey es inocente mientras no se demuestre lo contrario, no significa que los ciudadanos no debamos tener en consideración lo que un hijo dice de un padre".
El ex ministro de Defensa dice que le desea lo mejor, que no le tiene ninguna inquina, y le gustaría que se pudiera defender de todo lo que se le acusa. Añadió que "sus pecados de la carne quizás sean los más llamativos, pero para mí son los más disculpables".
No eludió ningún tema, aseguró que una vez Felipe González le preguntó que qué quería, y él le dijo claramente: "Ser presidente", aunque "me desbancó Zapatero".
Aludió al 23-F y al mérito del Rey: "Si en vez del Rey hubiéramos tenido un presidente de República, no nos salva ni la Macarena", manifestó. El protagonista de la transición ha sido el Rey y también ha sido Adolfo Suárez, manifestó. "Juan Carlos se ganó su legitimidad, pese a ser Franco quien le entregó la Corona", e hizo mucho, recordó, por la libertad de los españoles.
Sin ningún reparo, sembró las dudas sobre la excelente relación entre Juan Carlos y Felipe González: "Me dijo que hay que marcar la distancia con los Borbones (...) y que al Rey hay que tratarle con deferencia, pero no hay que dejarle decidir ni los ascensos ni los destinos".
"Alberto Sáiz tenía que haber grabado la conversación entre Corina y Villarejo"
También añadió que en Zarzuela siempre hubo micrófonos. "El Rey Juan Carlos tenía mucha afición al Centro Nacional de Inteligencia y a sus directores", y presumía de saber mucho más del Ejército que él. Bono comentó en el acto de presentación del libro, celebrado en la Asociación de la Prensa de Madrid, cómo un día el Rey lo hizo llamar junto a Zapatero y le dijo que no quería que Félix Sainz estuviera al mando del Estado Mayor. Como Bono rehusó, el Rey le dijo "Mi opinión te sobra", y el manchego respondió: "Lo que me sobra es el cargo".
Sobre la famosa conversación grabada entre Corinna, Villarejo y Alberto Sáiz, jefe de los espías españoles, afirmó: "Lo que es reprochable es que Alberto no grabara la conversación. Pero ni Corinna ni Villarejo me inspiraron nunca ninguna confianza".
También habló de los espías como los responsables de haber acabado con la lacra de ETA: "Nunca se habría acabado con ETA sin la colaboración del CNI". Y añadió que se hizo "sin alaracas, como hacen otros cuerpos que cuelgan el cartel de todo lo que han confiscado". Y "con sueldos pequeños, y sin gloria, desde el anonimato, y a veces dando la vida, como los espías que fueron asesinados en Irak".