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Las 'muñecas rusas': porta-drones para introducirse en las líneas defensivas ucranianas

El Ejército de Kiev, experto en aparatos no tripulados, tal vez dispone también de estos modelos.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

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Portadrones Admiral. Foto: Twitter/X.
Portadrones Admiral. Foto: Twitter/X.

Si uno cree que está prácticamente todo dicho en el mundo de los drones militares, especialmente a la velocidad que se están desarrollando y utilizando estos aparatos en el conflicto entre Rusia y Ucrania, todavía queda por ver en este campo. Moscú ya ha utilizado un dron para transportar a otros pequeños drones FPV al interior de las líneas defensivas ucranianas.

Los UAS (Unmanned Aerial System) o aparatos aéreos no tripulados, especialmente los tipo FPV,  están definiendo el conflicto en Ucrania y ya se puede confirmar que han cambiado el rumbo de las guerras futuras y las formas de concebir un arma que teníamos hasta hace poco. Ahora, la “muñeca rusa” como llaman al dron que puede transportar a otros drones, ha llegado a este conflicto para quedarse, ya que están demostrando ser muy útiles a la hora de transportar a pequeños FPV a zonas y objetivos, que de otra manera sería imposible que llegaran por su escasa batería, y por lo tanto, autonomía. Ya se ha producido al menos un ataque ruso con este tipo de porta-drones de manera profunda detrás de las líneas defensivas ucranianas y se piensa que los ucranianos, expertos en aparatos no tripulados, también disponen de ellos pero no lo cuentan…

Los desarrolladores rusos ya mostraron una unidad de porta-drones llamada Burya-20 a principios de septiembre. Parece ser un dron tipo avión que puede volar más de 64 kilómetros desde el control en tierra y liberar varios drones de ataque FPV. El Burya-20 tendría ópticas potentes para que el operador encuentre objetivos y también actúa como estación de relé, dirigiendo los FPV desde hasta 15 kilómetros de distancia. La carga útil es de más de 13 kilos, suficiente para varios FPV. Según los fabricantes, el Burya-20 ya está en producción a pequeña escala. Por su parte, el Admiral es un diseño ruso similar que se mostró en la feria ARMY-2023 el pasado agosto y que fuentes rusas afirman que podía transportar dos FPV a un rango de más de 320 kilómetros de distancia.

Porta-drones ucranianos

Las fuerzas ucranianas también están experimentando con una serie de porta-drones FPV como el Queen Hornet, y también porta-drones tipo helicóptero. El nuevo Queen Hornet, fabricado por Wild Hornets, es un gigantesco FPV capaz de transportar más de 9 kilos.

A pesar de haber discutido y planteado otras posibilidades, no está claro si alguno llegó más allá de la etapa de prototipo, pero dada la velocidad y facilidad con la que se pueden diseñar, construir y volar drones pequeños, algunos pueden estar ya en servicio.

El FPV Queen Hornet actúa como portador de FPV más pequeños llamados Wild Hornets. Foto: WildHornets.
El FPV Queen Hornet actúa como portador de FPV más pequeños llamados Wild Hornets. Foto: WildHornets.

FPV, el arma táctica más temida

Algunos voceros ucranianos, a través de canales de Telegram, han mostrado su sorpresa por el ataque recibido en líneas defensivas a 40 kilómetros de la línea del frente por dos drones  simultáneamente, la cantidad exacta que podría transportar una de estas “muñecas rusas” porta-drones.

El uso de drones FPV (First Person View), aunque inicialmente naciera en el ámbito recreativo, su adaptabilidad y bajo coste los han convertido en una herramienta brutal en este conflicto. Estos drones han sido empleados por ambos lados, pero especialmente por Ucrania, que ha aprovechado su flexibilidad para compensar su desventaja frente a la maquinaria militar rusa. Su principal uso en combate ha sido para ataques de precisión y reconocimiento. Equipados con cargas explosivas, los drones FPV vuelan directamente hacia objetivos como vehículos blindados o posiciones enemigas, causando importantes daños. También han servido para corrección de artillería, proporcionando información en tiempo real del campo de batalla. La capacidad para realizar ataques rápidos y efectivos ha sido clave en zonas urbanas o rurales densas.

Modelos destacados

Algunos de los modelos más destacados en este conflicto incluyen el DJI FPV y el R18 desarrollado por Ucrania. Estos drones han demostrado su capacidad para realizar misiones de vigilancia y ataque con gran efectividad, adaptándose a las exigencias del terreno y las condiciones del combate. A pesar de sus ventajas, como el bajo coste y la maniobrabilidad, también presentan inconvenientes importantes; la autonomía limitada y su vulnerabilidad a sistemas de guerra electrónica, que pueden interferir con sus señales, son desafíos considerables en el campo de batalla. Además, la capacidad de carga explosiva es pequeña, lo que reduce su efectividad contra objetivos fuertemente blindados.

La evolución de estos drones apunta hacia una mayor autonomía y al uso de tecnologías más avanzadas, como la inteligencia artificial, que permitirá vuelos más precisos y menos dependientes de operadores humanos. Aquí entrarían este tipo de drones porta-drones, que consiguen introducirlos mucho más allá de los que por sus propios medios podrían alcanzar, no limitando el daño solo a los soldados y equipos de vanguardia, sino castigando las líneas defensivas también.