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Nuevos buques hidrográficos de la Armada, puente entre la ciencia y la seguridad

El Ministerio de Defensa español, analizando la estrategia marítima nacional, impulsa este proyecto para salvaguardar la seguridad nacional, comenzando por la costa.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

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Imagen de como podría ser el futuro buque hidrográfico de la Armada española. Fuente: Tedae.org.
Imagen de como podría ser el futuro buque hidrográfico de la Armada española. Fuente: Tedae.org.

La Armada Española y Navantia están avanzando en la modernización de la flota hidrográfica española, que se fabricarán en el astillero de San Fernando en Cádiz. Estos barcos, conocidos como Buques Hidrográficos Costeros (BHC), serán una herramienta decisiva para actualizar y mantener los mapas náuticos de las costas españolas. El Ministerio de Defensa español, analizando la estrategia marítima nacional, impulsa este proyecto para salvaguardar la seguridad nacional, comenzando por la costa.

Con la creciente preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad, los nuevos Buques Hidrográficos Costeros representan un paso adelante en la transición hacia una defensa más verde y eficiente. Además, integrando tecnologías autónomas y energías limpias, estos barcos colocan a España en la vanguardia de la innovación marítima global.

Los nuevos Buques Hidrógrafos Costeros reemplazarán a otros buques ya veteranos (muy veteranos…), como el 'Malaspina' y el 'Tofiño', que tienen más de 40 años de servicio. Estos futuros buques hidrógrafos medirán 47 metros de largo, pesarán alrededor de 900 toneladas y tendrán una reducida tripulación de unas 30 personas gracias a su alta automatización.

También tendrán una autonomía de 3.000 millas para mantenerse operando en aguas poco profundas durante 15 días y estarán equipados con Inteligencia Artificial y tecnología avanzada, como ecosondas (para medir la profundidad), sonares de barrido lateral (para crear imágenes del fondo marino) y sistemas de posicionamiento preciso. Además, contarán con vehículos no tripulados, como drones submarinos y de superficie, que podrán realizar investigaciones de forma autónoma.

Buque hidrógrafo Antares A-23. Fue dado de baja este febrero de 2024 después de 50 años de servicio. Fuente: Ministerio de Defensa.
Buque hidrógrafo Antares A-23, dado de baja en febrero de 2024 tras 50 años de servicio. Fuente: Ministerio de Defensa.

¿Qué es un buque hidrográfico y para qué sirve?

Un buque hidrográfico es, en términos sencillos, una especie de "científico flotante". Su trabajo principal es estudiar el fondo del mar y las aguas que lo rodean. Estos datos se utilizan para crear mapas marítimos, asegurando que la navegación sea más segura. También ayudan a proteger restos arqueológicos bajo el agua y a monitorear el medio ambiente.

Podríamos decir que los buques hidrográficos son responsables de "leer" el mar, y sus principales funciones incluyen la cartografía náutica, realizando estudios detallados del fondo marino para crear mapas que ayudan a los barcos a navegar de manera segura, evitando accidentes y optimizando rutas. También la seguridad en la navegación detectando obstáculos submarinos, zonas poco profundas y otras condiciones que podrían representar riesgos para las embarcaciones, y, además, la protección del patrimonio submarino, ayudando a localizar y proteger restos arqueológicos bajo el agua, como naufragios antiguos.

Con el avance de las tecnologías, la monitorización ambiental, midiendo parámetros como la calidad del agua, corrientes oceánicas y otros datos que son clave para estudiar el impacto del cambio climático en los océanos. Y por supuesto, el apoyo militar donde los buques hidrográficos ofrecen datos cruciales para planificar operaciones navales y proteger las costas de un país.

Un puente entre la ciencia, la economía y la seguridad

Podemos afirmar que los buques hidrográficos de hoy en día son una mezcla de ciencia y tecnología al servicio de la sociedad. En el futuro, serán plataformas aún más sofisticadas que no solo protegerán a quienes navegan sino que también contribuirán a preservar los océanos y a aprovecharlos de manera responsable y sostenible.

En un mundo donde el mar es cada vez más importante para la economía y la seguridad, estos barcos serán clave para equilibrar la exploración, la sostenibilidad y la protección. Son, en pocas palabras, los "guardianes del conocimiento" del mundo marino.

Siendo realistas, la flota hidrográfica actual de la Armada está obsoleta, y aunque los equipos han sido actualizados en los últimos años, las estructuras de los barcos ya no cumplen con los estándares modernos necesarios para cumplir sus funciones. Renovar esta flota no solo es esencial para garantizar la seguridad marítima, sino también para mantener a España al día en tecnología naval. A esto hay que sumarle que estos nuevos barcos contribuirán a la sostenibilidad ambiental, ya que podrán operar con biocombustibles. Esto refleja un compromiso importante con la transición verde en la industria naval.

En cuanto al Impacto económico y social, la construcción de estos buques, no solo mejora la capacidad técnica y operativa de la Armada, sino que también generará empleo. Se estima que durante los próximos cuatro años, este proyecto mantendrá alrededor de 700 puestos de trabajo, tanto directo como indirecto, en el astillero de San Fernando y las empresas de sus alrededores, lo que significa de un importante desarrollo regional.

Con este proyecto de los nuevos BHC, no solo traerán tecnología de vanguardia a la flota española, sino que también reflejan una apuesta por la sostenibilidad, la seguridad y la innovación, asegurando que España mantenga el liderazgo en las aguas que rodean al país.