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Perros robots: ¿otro intento por abaratar los sistemas contra drones?

Estas soluciones, que incorporan armamento, interesan a los ejércitos de Estados Unidos, China y Alemania.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

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Entre los perros robots figura este, con fusil desplegado por el ejército de EE.UU en el centro de experimentación americano de Arabia Saudí. Foto: US Army.
Entre los perros robots figura este, con fusil desplegado por el ejército de EE.UU en el centro de experimentación americano de Arabia Saudí. Foto: US Army.

A pesar de que casi todo el protagonismo de los vehículos no tripulados se lo llevan (y por goleada) los drones aéreos (UAV), los vehículos no tripulados acuáticos (USV y UUV) y terrestres (UGV) también se están desarrollando a una velocidad importante los perros robots con armamento incorporado (Q-UGV). Son tomados muy en serio, principalmente por los ejércitos de Estados Unidos y China, aunque Alemania acaba de comprarlos con propósito militar.

Oriente Medio parece ser el campo de pruebas definitivo elegido por Washington para probar estos robots cuadrúpedos con fusiles. Como se puede comprobar en la imagen que ilustra este artículo y que ha sido compartida recientemente por el Servicio de Distribución de Información Visual de Defensa, se observa un vehículo terrestre no tripulado cuadrúpedo Vision 60 de Ghost Robotics (Q-UGV) maniobrando en el Centro Integrado de Experimentación Red Sands en Arabia Saudí.

Este perro robot estaría armado con un rifle del tipo AR-15/M16 montado en una torreta giratoria en su parte frontal y con él se hicieron varias pruebas con fuego real contra objetivos estáticos, aunque los resultados de dichas pruebas se han quedado en el terreno de lo confidencial. Fuentes oficiales han informado que también se han realizado pruebas de este cuadrúpedo robot, pero en esta ocasión con el armamento activado por inteligencia artificial, sin que tampoco hayan trascendido los resultados.

Q-UGV realizando pruebas con inteligencia artificial. Foto: US Army
Q-UGV realizando pruebas con inteligencia artificial. Foto: US Army

La región de Oriente Medio parece haberse convertido últimamente en el campo de pruebas definitivo para el ejército americano, puesto que en los últimos meses, aparte de este perro robot armado, se habrían probado otros 15 tipos de armas contra drones en este campo de pruebas de Arabia Saudí, demostrando también así la obsesión de los ejércitos modernos por encontrar una respuesta fiable y barata al problema de los drones ofensivos y de reconocimiento, especialmente cuando llegan en enjambre. 

El pasado marzo, el ejército de EE.UU. envió sus prototipos de armas láser montadas en vehículos Stryker a esta zona para evaluar su “aplicabilidad en el mundo real”, y también probó su sistema portátil contra drones Dronebuster en un ejercicio militar en Jordania.

Además, la Fuerza Aérea de EE.UU. desplegó por primera vez su Aeronave Táctica No Tripulada de Reconocimiento de Larga Resistencia (ULTRA) en los Emiratos Árabes Unidos para realizar misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.

¿Qué recorrido tienen en el campo de batalla?

Los perros robots armados representan otro paso más en el desarrollo de sistemas autónomos para uso militar. Este tipo de tecnología se orienta a incrementar las capacidades de reconocimiento y combate en entornos hostiles, con el fin de reducir el riesgo para las tropas humanas. Los Q-UGV están diseñados con extremidades articuladas y un alto grado de movilidad en entornos complejos. Su configuración “cuadrúpeda” les permite moverse de manera similar a animales en espacios reducidos, en terrenos irregulares y en entornos urbanos, donde un UGV convencional tendría dificultades. La estructura está más centrada en la flexibilidad y maniobrabilidad, sacrificando carga útil y estabilidad a alta velocidad.

Como se ha mencionado, en Estados Unidos, el ejército ha estado probando el Ghost Robotics Vision 60, un robot cuadrúpedo equipado con rifles controlados por (o sin) inteligencia artificial. Además, ha participado en ejercicios específicos para contrarrestar drones y proteger perímetros en instalaciones críticas.

Por otro lado, el ejército de Corea del Sur está evaluando un prototipo desarrollado por Hyundai Rotem. Este robot cuadrúpedo está diseñado principalmente para operaciones de vigilancia y combate, y su diseño incluye cámaras y sensores que pueden detectar amenazas a distintas distancias según las condiciones de luz. Equipado con armas de pequeño calibre y capaz de desplegar granadas aturdidoras y gas lacrimógeno, este robot puede ser empleado en operaciones de antiterrorismo y misiones de contrainsurgencia, proporcionando apoyo táctico en situaciones de alto riesgo.

El Cuerpo de Marines de Estados Unidos también ha iniciado pruebas con plataformas armadas similares. Una de ellas es el SENTRY de Onyx Industries, que incorpora estaciones de armas remotas capaces de rastrear y eliminar objetivos de manera autónoma. Estas herramientas están diseñadas para reducir el tiempo de respuesta en combate y minimizar la exposición de las tropas a amenazas directas.

Modelo SENTRY de Onyx Industries del Cuerpo de Marines de Estados Unidos. Foto: Onyx Industries.
Modelo SENTRY de Onyx Industries del Cuerpo de Marines de Estados Unidos. Foto: Onyx Industries.

El complejo y sobre todo costoso problema de enfrentarse a diferentes tipos de drones (individualmente o en enjambre) se hace patente cuando los mayores ejércitos del mundo desarrollan e invierten en soluciones que en principio podrían parecer ridículas, o al menos, con poco recorrido temporal. Pero si se analiza la reducción de costes que estas soluciones robotizadas podrían suponer para el erario público, y le sumamos una inteligencia artificial que reduzca de manera brutal (y casi total) el trabajo humano, y que desarrolla las posibilidades de estos artefactos de manera muy eficiente en diferentes contextos bélicos, podríamos empezar a pensar en darles una oportunidad. Parece que los perros robots armados (Q-UGV) han llegado para quedarse, y solo queda observar cómo van desarrollando sus posibilidades. Cada vez más ejércitos los adquieren en sus filas.