Después de que le extendieran dos veces su misión como líder y Cuartel General de la lucha Occidental contra los Hutíes y sus ataques a todo tipo de buques en el Mar Rojo, el USS Dwight D. Eisenhower regresa a casa después de un despliegue de más de ocho meses de combate, que la Marina norteamericana ha descrito como el más intenso desde la Segunda Guerra Mundial.
El Eisenhower ha sido repetidamente objetivo de noticias sobre supuestos ataques recibidos por parte de los hutíes durante su navegación en el Mar Rojo. Incluso el portavoz militar hutí, Yahya Saree afirmó el pasado 30 mayo, y otro supuesto ataque al portaaviones mucho más recientemente, este pasado sábado 22 de junio, pero nuevamente no se proporcionaron evidencias para respaldarlo, ya que además el buque americano ya había abandonado la zona en esta fecha, por lo que la Armada norteamericana calificó las afirmaciones hutíes como totalmente falsas.
El buque que se ha decidido enviar como relevo al Eisenhower será el USS Theodore Roosevelt, cuya base se encuentra en la ciudad de San Diego, pero que actualmente se encuentra realizando maniobras programadas en el Indo-Pacifico y donde precisamente atracó el pasado sábado 22 en la ciudad surcoreana de Busan, en medio de las tensiones entre Corea del Sur y su vecina del Norte por la visita y pactos que llevo a cabo Kim Jung con el presidente Putin para intercambio de tecnología y material militar.
Según fuentes abiertas, el buque saliente, el USS Eisenhower ya se encontraría navegando por el Mar Mediterráneo de vuelta a casa mientras los hutíes siguen con sus ataques continuos a los buques que navegan por las aguas del Mar Rojo manteniendo su narrativa de que sus ataques se dirigen a barcos vinculados a Israel, Estados Unidos o Gran Bretaña. Sin embargo, muchos de los barcos atacados tienen poca o ninguna conexión con la guerra Israel-Hamas. El último ataque se ha producido el pasado sábado 22 de junio y tuvo como objetivo un barco comercial que transitaba por el Golfo de Adén, pero aparentemente no causó daños, según dijeron las autoridades el sábado, en el último ataque al corredor marítimo por parte del grupo[i] rebelde proiraní. El General de Brigada Yahya Saree, portavoz militar hutí, identificó el buque atacado como el carguero granelero Transworld Navigator.
Todo ello después de que los hutíes marcaran un punto de inflexión en su escalada militar al atacar y hundir la semana pasada al buque mercante Tutor, siendo precisamente los marineros de este barco atacado y hundido por los socios de los iraníes, rescatados y puestos a salvo por el portaaviones USS Eisenhower.
Cronología principales sucesos sobre los ataques hutíes a buques militares y mercantes
A pesar de que los hutíes aseguran que sus objetivos están relacionados con Israel y su guerra contra Hamas en la Franja de Gaza, los hechos confirman que muchos de los barcos atacados no tienen nada que ver con el conflicto.
7 de octubre de 2023
Hamas lleva a cabo un ataque terrorista significativo en Israel, lo que incrementa las tensiones en la región y desencadena una serie de eventos en el Medio Oriente.
Octubre de 2023
Los hutíes, respaldados por Irán, intensifican sus actividades en el Mar Rojo, incrementando la vigilancia y comenzando a preparar sus fuerzas para posibles ataques contra el transporte marítimo.
Noviembre de 2023
Se reporta el primer ataque significativo de los hutíes contra un buque comercial en el Mar Rojo. Este ataque resulta en daños menores y es visto como un acto de agresión vinculado a la creciente hostilidad en la región.
Diciembre de 2023
Otro ataque hutí tiene como objetivo un barco comercial en tránsito, causando daños moderados. Este incidente marca el inicio de una campaña más sostenida y agresiva por parte de los hutíes contra el transporte marítimo en el área.
Enero de 2024
La Marina de Estados Unidos informa de varios intentos de ataque por parte de los hutíes contra buques en el Mar Rojo. Las fuerzas navales despliegan medidas defensivas para proteger las rutas comerciales vitales.
Febrero de 2024
Los hutíes lanzan un ataque coordinado contra múltiples buques comerciales en un intento de bloquear el tránsito en el Mar Rojo. Aunque la mayoría de los ataques son repelidos, un buque resulta gravemente dañado.
Marzo de 2024
El buque Rubymar, con bandera de Belice, que transporta fertilizante, es atacado por los hutíes y sufre daños que resultan en su hundimiento tras varios días de tomar agua. Este ataque resalta la capacidad de los hutíes para causar interrupciones significativas en el tráfico marítimo.
Abril de 2024
La Marina de Estados Unidos incrementa su presencia en la región, llevando a cabo operaciones para neutralizar las amenazas hutíes. Los hutíes responden con ataques esporádicos utilizando botes drones y misiles.
Mayo de 2024
Se intensifican los ataques hutíes, con más de 60 incidentes reportados desde noviembre. Los ataques incluyen la captura de un buque y el hundimiento de otro, elevando la preocupación internacional sobre la seguridad en el Mar Rojo.
Junio de 2024
En un esfuerzo por estabilizar la situación, la Marina de Estados Unidos destruye tres botes drones hutíes en el Mar Rojo. Los hutíes continúan sus ataques, alegando que están dirigidos a buques vinculados a Israel, Estados Unidos y Gran Bretaña.
21 de junio de 2024
Un ataque hutí tiene como objetivo un barco comercial en el Golfo de Adén, aunque no causa daños. Este incidente es el último en una serie de ataques que reflejan la persistente amenaza que representan los hutíes para la navegación en la región.
El relevo del portaviones norteamericano USS Eisenhower se hace necesario porque la situación en el Mar Rojo se ha tornado imposible para los buques mercantes que normalmente lo transitaban. Las pérdidas económicas son ya cuantiosas y ya se han normalizado otros corredores (bastante más largos y costosos) para el transporte de mercancías desde Asia hacia Europa y el continente americano y viceversa. Irán ha visto estos ataques como una muy buena oportunidad para infringir daños a Occidente y ha aumentado su ayuda y entrenamiento a las fuerzas rebeldes hutíes de Yemen, que siguen controlando la capital yemení, Saná, desde el año 2014.