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Reino Unido desarrolla un reloj cuántico con aplicaciones en defensa y navegación

Las operaciones militares que usen esta tecnología serán más seguras y precisas.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

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Imagen generada por IA. Fuente: Grok.
Imagen generada por IA. Fuente: Grok.

El Reino Unido se “pone las pilas” con respecto a la tecnología cuántica y desarrolla un reloj atómico (experimental) que mejorara, de manera muy notable, las capacidades y operaciones militares. Como casi todo lo relativo a esta prospera tecnología cuántica, las ventajas serán principalmente unas operaciones mucho más seguras y también más precisas.

Solo hay que imaginar un reloj tan sumamente preciso que tendría un retraso de menos de un segundo en miles de millones de años. Obviamente no estamos hablando de un reloj cualquiera, reloj cuántico, una tecnología revolucionaria desarrollada en el Reino Unido por el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de la Defensa (DSTL). Y aunque suene a película de ciencia ficción, este avance tiene (y tendrá) aplicaciones muy prácticas, especialmente en defensa y la navegación.

¿Por qué es importante este reloj cuántico?

En la actualidad, gran parte de nuestra tecnología, desde los mapas de nuestros teléfonos hasta los sistemas de navegación de aviones y misiles, dependen del GPS. Pero el GPS tiene un enorme problema, y es que puede ser bloqueado o manipulado en caso de conflicto (guerra electrónica). Por eso se está desarrollando (y a gran velocidad) el reloj cuántico, que gracias a su extrema precisión para medir el tiempo permite que sistemas como los de navegación y comunicación funcionen incluso si el GPS falla. Esto se convertirá en una situación básica para garantizar la seguridad y la eficiencia en operaciones militares del futuro (próximo).

Ejemplos concretos de uso del reloj cuántico

Aunque este asunto podría sonar complicado, las aplicaciones del reloj cuántico son fáciles de imaginar si exponemos algunos ejemplos concretos:

Navegación más precisa sin GPS

En una situación de conflicto, donde el GPS podría ser desactivado, un reloj cuántico permite que vehículos y aviones encuentren su camino sin ningún tipo de problemas.

Comunicaciones mucho más seguras

Las redes militares dependen de una sincronización perfecta del tiempo. Un error de milisegundos puede causar interrupciones. Con esta tecnología, las comunicaciones serán más seguras y fiables.

Armas más precisas

Sistemas avanzados como misiles guiados necesitan cálculos extremadamente precisos para alcanzar sus objetivos. Este reloj mejora esa precisión por los que los resultados de impacto serán mucho mejores que los actuales.

Importantes ventajas en ciberseguridad. En el ámbito de la guerra cibernética, cada milisegundo cuenta. Con este reloj, las fuerzas armadas tendrán una ventaja crucial, además de ser mucho más difícil la interceptación de las señales.

Hacia un futuro más compacto y accesible

Uno de los principales desafíos que se encuentra esta tecnología es que, por ahora, los relojes cuánticos son muy grandes y difíciles de transportar. Pero los investigadores están trabajando para reducir su tamaño, con la intención de hacerlos tan pequeños que podrían instalarse en vehículos o aviones.

El ensayo de los británicos se ha demostrado importante, no solo por mostrarnos  las capacidades del dispositivo, sino que también marcó un paso hacia su uso en escenarios reales.

El director ejecutivo del DSTL, Paul Hollinshead, lo resumió de manera bastante clara: “Este avance muestra nuestro compromiso con las tecnologías cuánticas, no solo para defensa, sino también para inspirar a la industria y la academia a avanzar en este campo.

Innovación para un mundo más seguro

Este tipo de tecnología no solo se encargará de proteger a las fuerzas armadas, sino que también va a dar un impulso a la economía y fomenta la innovación.

El reloj cuántico desarrollado por los británicos no solo les supone liderar en innovación tecnológica, sino que también define cómo entendemos el tiempo y su impacto en nuestra seguridad y forma de vida, y marca la senda que los demás países debemos seguir desarrollando de la ya imparable tecnología cuántica.