“Antes vivíamos en un mundo feliz, con la seguridad garantizada, ahora en el fin de una era”

Ricardo Martí Fluxá, protagonista del último Desayuno Informativo sobre Seguridad y Defensa del año, organizado por Escudo Digital y Grupo Prestomedia.

Antonio M. Figueras

Periodista y escritor.

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Asela Pintado, directora del Observatorio Europeo de Análisis y Prevención de la Desinformación; Carlos Rubén Fernández, presidente del Foro de Cultura; Ricardo Martí Fluxá, presidente de TEDAE; Mauricio Fernández, editor de ED; y  Yago González, CEO de Prestomedia.
Asela Pintado, directora del Observatorio Europeo de Análisis y Prevención de la Desinformación; Carlos Rubén Fernández, presidente del Foro de Cultura; Ricardo Martí Fluxá, presidente de TEDAE; Mauricio Fernández, editor de ED; y Yago González, CEO de Prestomedia.

El presidente de TEDAE (Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio), Ricardo Martí Fluxá, ha abordado 'La situación de la industria de defensa y sus principales retos', en un nuevo Desayuno Escudo organizado por Grupo Prestomedia y Escudo Digital, con la colaboración del Foro de Cultura, de Seguridad y Defensa (CFG), en el Club Financiero Génova, en Madrid.

Martí Fluxá comenzó su ponencia poniendo de relieve que “estamos viviendo una situación de conflicto, porque en Europa estamos debatiendo sobre la guerra, sobre las necesidades imperiosas de fortalecer nuestra seguridad“. “Nuestra obligación como europeos es dar los pasos necesarios para construir tanto en Europa como en España las bases que faciliten nuestra autonomía, una autonomía en un mundo que forzosamente tiene que transformarse para que nuestro modelo de vida y de sociedad no perezca”, apunta.

Señaló el presidente de TEDAE que “antes vivíamos en un mundo feliz, y en el que nuestra seguridad estaba garantizada por la OTAN y por los Estados Unidos. Muchos de nuestros bienes, incluso los más esenciales, se producían en China, y una parte no desdeñable de nuestra energía la adquiríamos en Rusia. La conclusión parece clara: “Hoy el modelo tiene que ser otro”.

Autonomía estratégica

La recuperación de la autonomía estratégica de Europa es clave para “continuar jugando el papel que queremos jugar en el mundo”, advierte. “Y todo esto en una realidad que cambia todos los días, en la que los equilibrios estratégicos que parecían antes inamovibles van evolucionando a otra velocidad”, añade. 

Martí Fluxá recuerda que “en este mundo francamente peligroso, pugna de potencias, también actúan grupos terroristas internacionales, como Hamás, Hezbolá, los hutíes, más el crimen organizado; un panorama probablemente el más complicado desde, me atrevo a decir, desde los años treinta del pasado siglo”.

Explicó que las asociaciones y empresas que se ocupan de defensa, seguridad, aeronáutica y espacio en Europa se están dedicando a buscar espacios de colaboración, porque los retos son globales. “Tenemos problemas inmediatos, problemas que están encima de la mesa, que son portada de prácticamente todos los días de los medios de comunicación, como Ucrania, Oriente Medio… Con todo eso, yo creo que estamos asistiendo realmente al fin de una era”, expresó.

Nuevo plan estratégico

Esta situación obliga a cambiar el paradigma, los ritmos y las necesidades, sostiene: “La Comisión Europea lo ha entendido, figura ya un comisario de Defensa, que asume las competencias que antes tenían el comisario de mercado interior, Thierry Breton, y el alto representante José Borrell. Ahora, al lituano Andrius Kubilius se le ha pedido que en el plazo de 100 días presente un nuevo plan estratégico”.

“Entre sus objetivos para el año 2030 ―dijo― establece que al menos el 50% de las adquisiciones que realicen los miembros de la Unión Europea procedan de la base industrial de Europa, y a más largo plazo fija un objetivo del 60% en el año 2035. En este momento, con las capacidades actuales, parece casi imposible, porque la fuerza industrial de Estados Unidos en materia de defensa y de innovación en este campo es difícilmente comparable a la europea”.

Aludió Martí Fluxá al informe de competitividad de la UE, realizado por Mario Draghi, para evidenciar “la creciente brecha de productividad con Estados Unidos o la necesidad de responder a las masivas subvenciones de Estados Unidos y de China a sus empresas” y los desafíos de “un insuficiente gasto público, un acceso limitado a financiamiento, una huella industrial fragmentada, una falta de coordinación y estandarización, alta dependencia internacional y una limitada inversión en investigación, desarrollo e innovación”.

Liderazgo y voluntad política

Estos retos, según el ponente, “se pueden aplicar total y absolutamente España, aunque la situación de las fuerzas armadas y sus equipamientos es positiva”. “Y eso que nunca hemos estado mejor. Este año próximo vamos a rondar los 18.000 millones, cuando ha habido años no muy lejanos de 5.000 millones”, matiza.

Dio también las claves para un “futuro que obviamente no está escrito y que en buena medida depende de nosotros, europeos, españoles, ciudadanos del mundo”: “Conocemos los problemas, sabemos incluso cómo solucionarlos y tenemos las herramientas y la responsabilidad. Solo nos faltan liderazgo y voluntad política”.