Google Analytics es una herramienta de analítica web que Google lanzó al mercado el 14 de noviembre de 2005. Ofrece información agrupada del tráfico que llega a los sitios web según la audiencia, la adquisición, el comportamiento y las conversiones que se llevan a cabo en el sitio web. Un curso de Google Analytics no es muy caro. Antes lo era más. Por 300 euros, y con mucha práctica podemos llegar a manejarnos aceptablemente. Un experto en Google Analytics antes de que se pusiera de moda estudiarlo, podía ganar mucho dinero.
La herramienta más importante de medición podría desaparecer en Europa si se produce un efecto dominó tras la decisión del Gobierno Austriaco de ponerlo bajo la lupa. La Autoridad de Protección de Datos de Austria ha dictaminado que Google Analytics infringe el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea. Todo arranca de una denuncia emitida por un sujeto que visitó una página de información médica en el año 2020. El sitio web transfirió los datos personales del interesado a Google LLC el 14 de agosto del 2020, incluidos los identificadores de usuario, la dirección IP y los parámetros del navegador.
Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos podrían acceder a los datos de los ciudadanos europeos
El afectado enunció ante la autoridades europeas que tanto la web como Google LLLC, proveedor de Google Analytics inclumplían la ley. Entre las conclusiones de la investigación, se dedujo que tanto la web como Google Analyticc violaron varios artículos de la ley de Protección de Datos Europea, entre ellos el número 44. Los datos analizados "cruzan el charco", y como Google LLC es calificado como un "proveedor de servicios de comunicación electrónica" según las leyes estadounidenses, estaría sujeto a vigilancia por parte de los servicios de inteligencia de EE. UU. Las autoridades americanas pueden ordenar, llegado el momento que divulgue los datos de ciudadanos europeos. Con los datos es fácil identificar a las personas. De la denuncia emanó una nueva reglamentación, los proveedores de Estados Unidos, como Google o Facebook, deben mantener dicha información en el continente, y en caso contrario habrá violación de la RGPD. No sirve el argumento de que Google Ireland suministre desde abril de 2021 los servicios de Analytics.
La denuncia del hombre preocupado por su salud no cayó en saco roto, pero como informa whatsnew.com la industria tecnológica vivió momentos de preocupación, pero muchas empresas decidieron olvidar lo ocurrido. Pero recientemente se produjo una nueva denuncia contra una empresa austriaca, que tendrá que abonar, si sus abogados no consiguen triunfar con sus alegaciones. la friolera de 20 millones de euros o el 4% de la facturación global de la organización. Y es que una dirección IP es un dato personal.
Los más afectados por la prohibición de Analytics serían las multinacionales y las medianas empresas
En este caso específico se verificó que las direcciones IP se enviaron a los EE. UU. en datos de cookies por culpa de Google Analytics, y el Gobierno austriaco ha deducido que de prohibir esta herramienta en los sitios web austriacos es la solución. Ya se especula con la posibilidad de que otros estados miembros de la UE sigan los pasos austriacos.
Escudo Digital ha hablado con Antonio Ruiz Arranz, consultor de marketing, quien alerta sobre las graves consecuencias que tendría para las empresas la prohibición de Analytics: "Es una de las herramientas de marketing más importantes. Sirve para analizar el tráfico de las webs, las preferencias de los usuarios, la medición de ventas. Por supuesto que existen otros sistemas más específicos y técnicos. Pero si se prohibiera se produciría un auténtico cataclismo. Las más afectadas serían las multinacionales y las medianas empresas".
Y es que Google Analytics es tan importante para el funcionamiento de una empresa como puede ser la logística, llegado el caso. Ofrece el segmento de mercado de las personas que visitan una web, sus características, gustos, horas a las que se conectan, etc... Y muestra el número de visitas, el segmento de edad, etc. de cualquier medio informativo online. Sus datos son lo primero que piden los anunciantes.
La única solución viable sería que Google modificara el funcionamiento de Analytics. No bastaría que añadiera texto a sus extensos formularios de políticas de privacidad, tendría que comprometerse a que, bajo ningún concepto, los datos de los europeos cruzaran el atlántico.