La guerra del agua en Cataluña se ha cobrado una nueva pieza. Se trata del veterano directivo Ciril Rozman, uno de los últimos hombres fuertes que todavía quedaban del anterior equipo directivo de Agbar.
Según han informado diferentes medios como Extraconfidencial o AquiEuropa y ha podido confirmar Escudo Digital, Ciril estaría negociando en estos momentos su salida de la compañía con sede en París, al no confirmarse su posición de nuevo CEO y ante la negativa de Veolia de traspasar la filial española de aguas a Criteria.
Los franceses de Veolia han dejado claro interna y externamente que no venden, y que quieren poner en marcha una nueva etapa en la compañía que incluso también acarreará la salida de más directivos de la etapa anterior.
Veolia quiere para Agbar un nuevo modelo de negocio totalmente diferente. Su principal objetivo es convertir a su filial en España en el proveedor de servicios de agua del futuro, centrándose en la eficiencia de sus soluciones y utilizando tecnologías de vanguardia que incluyen la reutilización de aguas residuales tratadas, el tratamiento de agua y contaminantes, como PFAS o microplásticos, y la producción de agua potable.
Con una cartera única de soluciones y tecnologías limpias, y 18.000 millones de euros en ventas en este sector, Veolia tiene como objetivo un crecimiento del +50% en las ventas vinculadas a estas nuevas soluciones y tecnologías para 2030, tanto para la industria como para las ciudades.