El emprendedor, diplomático y activista de un uso mucho más consciente, responsable y restringido de los dispositivos tecnológicos acaba de publicar 'Retomar el control'.
El informe de European Tech señala que casi un 75% de los europeos apoyarían la utilización de inteligencia artificial por parte de la policía y el ejército.
Estos dispositivos autónomos están transformando la vigilancia con inteligencia artificial, patrullaje autónomo y una mayor eficiencia en la protección de infraestructuras críticas, con labores con las que complementan a los guardias humanos.
A medida que los países dependen cada vez más de infraestructuras críticas para sostener su economía, seguridad y bienestar social, la resiliencia cibernética de estas infraestructuras se ha convertido en una prioridad nacional.
Así se desprende de un informe de Sophos que señala que los costes de recuperación por ransomware en estos sectores alcanzan los 3 millones de dólares.
Un informe de la ONU señala que la clase media en África podría superar el 40% en 2060, con una dinámica industrial que favorecerá sustituir las importaciones por productos de elaboración propia.
La Joint Expeditionary Force (JEF) es una coalición de diez países del norte de Europa que se han unido para responder de manera rápida y eficaz a cualquier crisis.
Son cada vez más los centros sanitarios que ofrecen servicios de telemedicina por medio de aplicaciones web y móviles para controlar la salud de los pacientes.
Es la segunda infraestructura crítica más atacada, y el ransomware, el tipo de ataque más frecuente. Pero la venta de datos involucra, además, un mercado macabro.
Las infraestructuras instaladas en el lecho marino, particularmente a los cables submarinos y otras como gasoductos, representan un desafío de seguridad creciente.
Agilizará las respuestas y la detección de amenazas. Aseguran que mejorará la protección de las infraestructuras críticas, a la vez que será accesible para pequeñas organizaciones y particulares.
El incidente se produjo en 2021 y las autoridades británicas creen que piratas chinos comprometieron los datos de 40 millones de votantes británicos y extranjeros.