La Feria SICUR 2022, que se celebra esta semana en IFEMA Madrid (desde el 22 al 25 de febrero), reúne a más de 1.600 empresas, de las cuales hay alrededor de 500 que van como expositoras directas. Hoy hemos puesto los ojos en Grupo On Seguridad, que se presenta por primera vez en esta feria coincidiendo con su décimo aniversario.
Hemos entrevistado a su director gerente, José Ramón Becerra, quien explica las bases fundamentales de esta sociedad cuyo modelo empresarial es atípico en España y seguramente un caso único en su sector, y analiza la situación actual del mercado y las principales tendencias de la industria. Becerra también expone los dos cambios que debería introducir la Ley de Seguridad Privada, en su opinión fundamentales.
¿Por qué el caso del Grupo On Seguridad es tan singular en el sector?
El modelo empresarial de Grupo On es infrecuente en España y me atrevería a decir que un caso único en nuestro sector. Creo que al lector le va a gustar comprobar como a veces, las pymes españolas, aun siendo competidoras entre sí, son capaces de ponerse de acuerdo para sacar adelante proyectos de interés común, como este tan apasionante y original de Grupo On.
Grupo On es el resultado de una iniciativa de cooperación interempresarial entre pymes de diversas regiones que se dedican a una misma actividad, a la instalación de sistemas de seguridad y protección contra incendios. Es una sociedad multicompartida, una multipropiedad, cuyo objetivo es sacar adelante iniciativas difíciles o imposibles de llevar a cabo individualmente, pero que agrupadamente se pueden acometer. Grupo On es el medio para que a las empresas que constituyen el grupo les vaya mejor, llevando adelante interesantes iniciativas de interés común que les aporten valor. Por tanto, Grupo On es el medio, no es el fin.
A nivel funcional, somos una mezcla entre asociación sectorial y cooperativa, pero trabajando bajo la forma de sociedad mercantil. En este momento hay 45 propietarios a los que llamamos socios. Aparte, hay otras 50 empresas dedicadas a la misma actividad a quienes llamamos instaladores externos colaboradores que, sin haber adquirido participaciones, forman parte de nuestra red de instaladores y disfrutan de ciertas ventajas. Entre todos, conformamos la mayor red nacional de instaladores agrupados y este año celebramos nuestro 10º aniversario, por lo que no somos un proyecto incipiente, somos una realidad consolidada.
"Somos central receptora de alarmas (CRA), de incendios (CRI) y de eventos generales no susceptibles de intervención policial (CRE). Y nuestra CRA es invendible"
¿Y qué valor añadido aporta Grupo On a sus socios y colaboradores?
A través del grupo se llevan a cabo todo tipo de iniciativas. Algunos ejemplos: actuamos como central de compras; innovamos en nuevos servicios que complementen sus portfolios de propuestas comerciales; lideramos un comité técnico conformado por los responsables técnicos de las empresas, donde se comparte conocimiento y se buscan soluciones a problemáticas especificas; propiciamos la colaboraciones técnicas entre ellos para que minimicen desplazamientos ahorrando costes y aportando agilidad a las demandas de servicio técnico de sus clientes más alejados; realizamos talleres para intercambio de casos de éxito comercial; buscamos y aportamos clientes, principalmente de distribución nacional; les asesoramos cuando lo necesitan en materia técnica y legal; les apoderamos para que firmen directamente los contratos de conexión; y por último, destacaría que prestamos a sus clientes servicios de central receptora con un alto nivel de calidad de gestión.
Sobre estos servicios de central receptora añadiría tres detalles. El primero es que tenemos especialidades de servicio: somos central receptora de alarmas (CRA), de incendios (CRI) y de eventos generales no susceptibles de intervención policial (CRE). El segundo es que la calidad de nuestra gestión está acreditada por las diversas certificaciones que hemos obtenido. Y el tercero es que nuestra central receptora no se puede vender, haría falta unanimidad de los socios para que esto se produjera, por lo que en la práctica es una central receptora invendible. En estos tiempos donde se están produciendo tantas ventas de centrales receptoras, con el riesgo para el instalador si el comprador realiza una oferta directa de mantenimiento y conexión a su cartera de clientes, esta garantía aporta tranquilidad a socios y colaboradores.
Además, hay que tener en cuenta que el número de empresas instaladoras no ha dejado de crecer en los últimos años mientras que el de centrales receptoras no ha dejado de decrecer. Las empresas instaladoras ya suponen más del 80% del total de empresas de seguridad españolas y creo que está dinámica aún no ha terminado y que seguiremos viendo más adquisiciones y fusiones. Por tanto, aviso a navegantes a todas esas nuevas empresas instaladoras: cuidado al elegir vuestro proveedor de servicios de central receptora para vuestra cartera de clientes, buscad proveedores que puedan aportaros garantías que erradiquen ese riesgo.
¿Cuántas solicitudes de incorporación al Grupo On tenéis pendientes? ¿Qué requisitos y condiciones deben cumplir las empresas para entrar a formar parte de Grupo On?
Días antes de comenzar SICUR se ha incorporado el socio número 45, pero las solicitudes de incorporación son constantes. Hace 4 años éramos 20 socios, con este dato puede verse la progresión. Pero el objetivo de Grupo On no es un crecimiento ilimitado de socios, el objetivo, ya lo hemos comentado, es ser capaces de aportarles aspectos de valor. Lo que sí que es cierto es cuantos más seamos más fuertes seremos y podremos abordar iniciativas y proyectos de mayor calado. Ya hay solicitudes de 5 empresas para entrar, lo que ocurre es que no se incorpora quien quiere sino quien puede. Tenemos un documento de vital importancia para la estabilidad social que se llama Pacto de Socios, el cual recoge un montón de reglas de funcionamiento y crece cada año con sugerencias de nuevas propuestas que van aportando los propios socios o el consejo de administración formado por 5 de ellos.
El Pacto regula el régimen de incorporación de nuevos socios, definiendo, por ejemplo, el número de socios que puede haber en cada provincia o que los solicitantes deben llevar un tiempo mínimo de relación como instalador externo colaborador y tener un mínimo de conexiones; si la provincia tiene el cupo de socios cubierto, no podrá incorporarse otro salvo que los que haya en esa misma provincia lo admitan, algo que sucede con bastante frecuencia. La generosidad es un rasgo que caracteriza a la mayoría. No obstante, no hay límite para que se incorporen empresas como instaladores externos colaboradores, si bien también somos selectivos con ellas obteniendo siempre referencias previas. Solo queremos que se nos unan empresas serias, con solvencia técnica y económica y que hayan conocido previamente y estén de acuerdo con nuestra forma de funcionar.
¿Hay alguna región en la que ya esté el cupo de socios completo? ¿Y alguna en la que os viniera bien contar con más?
El cupo de socios está cubierto en 32 provincias. No obstante, ya tenemos España entera cubierta a nivel de atención técnica. Llegamos a todas las provincias, incluso a las islas menores de Baleares o Canarias. Hay que tener en cuenta que en muchas de las 18 provincias donde aún no tenemos socio, contamos con un instalador externo colaborador o bien hay presencia permanente de técnicos del socio de otra provincia cercana o están acudiendo frecuentemente.
En cualquier caso, es en estas provincias aun sin socio donde estamos centrando nuestros esfuerzos por encontrar empresas adecuadas que quieran adherirse al grupo y mejorar aún más nuestra capilaridad geográfica.
"No nos obsesiona obtener volumen de conexiones, nos obsesiona crecer siendo capaces de no perder ni un ápice de calidad en el servicio prestado"
¿Cuántos clientes tenéis en la actualidad y cuántos pensáis que podéis alcanzar a medio-largo plazo?
Grupo On tiene dos tipos de clientes, los clientes internos, es decir las empresas instaladoras que componen el grupo, cercanas al centenar, y los clientes finales de esas empresas que conectan con la central receptora del grupo, los cuales han superado este mes los 21.000.
En este momento estamos creciendo en torno a 300 conexiones netas mensuales (altas menos bajas), si bien a medida que se amplían los colaboradores y socios, el incremento mensual neto lógicamente también crece. No obstante, no nos obsesiona obtener volumen de conexiones, nos obsesiona mantener la calidad, es decir, crecer siendo capaces de no perder ni un ápice de calidad en el servicio prestado. Esos es lo que buscan los socios y colaboradores cuando conectan sus clientes con la central receptora del grupo, fidelizarles por la calidad de servicio. Recordemos: Grupo On es el medio, no el fin.
¿Consideras que una barrera en vuestro crecimiento puede ser que os falta notoriedad y visibilidad para poder hacer frente a las grandes compañías?
Respecto al crecimiento como grupo de empresas instaladoras no podemos quejarnos, hemos ido viendo que el crecimiento ha sido y sigue siendo últimamente bastante notable. Y respecto a dar a conocer la marca a potenciales clientes finales de tipo corporativo o cadenas comerciales, que son los que más nos interesan ahora que nuestra capilaridad geográfica para dar servicio técnico es total, acabamos de empezar. Por eso vamos a SICUR, como parte de una estrategia establecida para empezar a darnos a conocer como marca grupal.
No pretendemos competir contra las grandes marcas de venta masiva de kits básicos de alarma, no es nuestro objetivo principal este tipo de cliente, lo es el que demanda un tipo de profesional capaz de prestarle un servicio que requiera una alta capacitación técnica y una central receptora de máxima calidad de gestión. Si seguimos así, poco a poco se nos irá conociendo más a este nivel, que es el que más nos interesa.
"Abogamos por el buen asesor de seguridad integral y no por el vendedor de alarmas"
¿En qué situación se encuentra actualmente el mercado? ¿Cuáles son las principales tendencias en el sector?
Relacionado con los servicios que prestamos, es evidente que donde más está creciendo la demanda es en el sector residencial. Así lo evidencian los estudios de mercado. Pero también vemos dos tendencias, aunque con volúmenes de demanda muy diferentes. Por un lado, el mercado que se conforma con un kit de alarma básico, donde se concentra el gran volumen de negocio por el que luchan grandes compañías de dentro y fuera del sector de la seguridad privada, y por otro, el de los usuarios que buscan sistemas de seguridad más integrales y eficientes que aporten una mejor protección.
En el mercado residencial, este es el potencial cliente que nos interesa, esa minoría de viviendas que buscan una propuesta de protección más profesional, basada en un buen análisis previo de los riesgos, que admitan recetas mixtas y equilibradas de protecciones, que llegado el caso de un ataque logren una detección precoz junto a una resistencia al acceso mediante una combinación estudiada de medidas físicas, electrónicas, lógicas e incluso, de cambios de hábitos y comportamientos de los propios usuarios cuando se entienda preciso recomendarlos. Abogamos por el buen asesor de seguridad integral y no por el vendedor de alarmas. Es el mercado que nos interesa y en el que también estamos observando un crecimiento de la demanda.
Fuera del mundo de la seguridad privada, pero dentro de las actividades compatibles y complementarias que podemos desarrollar, también está creciendo la demanda en diversos de servicios de control, de ahí nuestra especialización. Algunos ejemplos son las alarmas de incendio, los eventos y alarmas técnicas, el control de funcionamiento de equipamiento y maquinaria, la atención a gasolineras desatendidas, la conserjería remota, la geolocalización de vehículos, personas y objetos o la teleasistencia avanzada. Y sin duda a más largo plazo, en el sector residencial serán los servicios mixtos compartiendo una misma plataforma técnica los que predominen.
"No estamos vendiendo churros, vender y disfrutar de seguridad privada es algo muy serio"
¿Qué cambios introduciría en la Ley de Seguridad Privada para abordar la "chocante ausencia de requisitos de autoprotección frente a ciberataques" que le achacó en una reciente entrevista?
Estamos trabajando en el marco irregular de una ley de hace 8 años conviviendo con un Reglamento de hace 28 años. Es evidente que los riesgos para las empresas de seguridad, como para el resto de la sociedad, han cambiado. En aquellos momentos, para las empresas instaladoras y para las centrales receptoras, el legislador solo definió medidas de seguridad de resistencia y detección ante ataques físicos (blindajes, detectores, controles de accesos, etc.). Pero hoy los mayores riesgos son cibernéticos. La información delicada de los clientes no se guarda ya en papel, no son tan necesarias las áreas de acceso restringido que se piden aún en la legislación, como lo serían las protecciones de seguridad lógica y ciberseguridad que no se piden. Echo en falta que el Ministerio del Interior, si fuese necesario de la mano de las recomendaciones de otros ministerios más especializados, exijan el cumplimiento de normativas o guías especializadas al respecto.
Lo que hacemos ahora las empresas responsables, es ciberprotegernos voluntariamente guiados por expertos en la materia internos o externos, pero ¿qué ocurre con las empresas que no quieren o no pueden acometer las inversiones y gastos necesarios para protegerse adecuadamente frente a los cada vez más frecuentes y novedosos ciberataques? No solo ponen en peligro la continuidad de su propia empresa, sino la seguridad y la confidencialidad de la información de los clientes a los que dan servicio. Creo que este es otro factor que desanima a seguir a algunas centrales receptoras que acaban vendiendo, como hemos comentado anteriormente.
"Nos preocupa mucho el problema de las falsas alarmas y se reduciría drásticamente con dos medidas"
Por otra parte, si me lo permites, no quiero desaprovechar la oportunidad para poner el dedo en la llaga en un problema muy específico de nuestra actividad que nos preocupa mucho: las falsas alarmas. Es un problema que crecerá a medida que siga aumentando el parque de alarmas conectadas a centrales receptoras. 2021 se cerró con más de 2,8 millones de alarmas conectadas y en 2022 se superarán los 3 millones. Según nuestros propios datos, que coinciden bastante con los de otros colegas de actividad que también realizan estudios estadísticos, con los medios que ponen a nuestro alcance el legislador y los clientes, filtramos, porque verificamos como falsas, el 99,7% de las alarmas que recibimos.
Pero, y aquí viene el dato más preocupante, de ese 0,3% que comunicamos a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (FCSE) por tratarse de alarmas confirmadas (definición legal por la que quedamos obligados a comunicar esas alarmas), que son muchos miles de avisos, solo un 5,3% se debieron a incidencias reales. Es decir, en el restante 94,7% de los avisos que no pudimos filtrar no tuvo sentido el desplazamiento policial porque también fueron falsas. Primera conclusión: estamos dilapidando un recurso público escaso. Por otro lado, nuestros datos arrojan que 3 de cada 4 alarmas recibidas han sido debidas a errores del usuario, muchas veces simples fallos al entrar o al salir. Segunda conclusión: el usuario no está concienciado o adecuadamente formado sobre las consecuencias que conllevan sus errores.
El problema se reduciría drásticamente con dos medidas. En primer lugar, un cambio legislativo que ya he comentado en otros foros, como en algún artículo de la revista que cita, por lo que no voy a extenderme mucho: atribuir a las centrales receptoras la obligación de cortar automáticamente el servicio en los establecimientos y viviendas no obligados a estar conectados (el 98% del parque), y previa información obligada al usuario, al menos en lo que se refiere a avisar a FCSE cuando detectemos reiteración, circunstancia que se produce en la mayoría de las ocasiones. La idea se entiende, se trata de obligarnos a actuar ante estos casos para cortar los avisos pero dotándonos previamente del marco legal adecuado para contar con seguridad jurídica. También ayudaría notablemente a la reducción que las alarmas de atraco, al menos en los establecimientos no obligados, y dado que el 99,9% de las que recibimos también son falsas alarmas, no tuviesen la consideración directa de alarma confirmada que nos impide legalmente tratar de verificarlas por otros medios.
La segunda medida sería insistir en pedir a usuarios y empresas, que sean conscientes de la responsabilidad que conlleva contratar un servicio de seguridad privada vinculado a la posibilidad de movilizar un servicio público: la respuesta policial, algo que solo debería suceder cuando realmente fuese necesario. Al igual que hacemos las empresas más pequeñas, las grandes que se dedican a la venta masiva de alarmas tipo kit, que tienen muchos más recursos y la mayoría del parque instalado, deberían hacer más esfuerzos por formar, informar y sensibilizar mejor a sus clientes sobre este problema y de la responsabilidad que tienen para hacer un buen uso de su sistema y de las circunstancias que deben tener en cuenta para no producir falsas alarmas. No estamos vendiendo churros, vender y disfrutar de seguridad privada es algo muy serio.
¿Qué vais a presentar en SICUR y cuáles son vuestras expectativas en esta feria?
Es la primera vez que vamos a SICUR y tenemos varios motivos que nos han animado a exponer. El primero es dar a conocer a otras empresas instaladoras nuestro modelo de cooperación interempresarial por si les interesa unirse.
También queremos comenzar a dar a conocer la marca Grupo On a potenciales clientes finales, principalmente corporaciones y cadenas de amplia distribución nacional que puedan visitar la feria, quienes descubrirán en nosotros una interesante posibilidad de contratación para los servicios de seguridad que necesitan, con propuestas equilibradas en calidad y precio. Además, queremos mostrar a esos potenciales clientes nuestras especializaciones de servicio ya comentadas (CRA, CRI y CRE). También publicitamos en SICUR el lanzamiento de dos iniciativas solicitadas por los socios el año pasado en la junta general anual: un curso de formación 100% on-line de 100 horas de capacitación profesional como Técnico de Sistemas de Seguridad, ofreciendo a los alumnos prácticas en nuestras empresas y bolsa de trabajo, y un nuevo servicio de video rondas en alianza con empresas de vigilancia.
Por último, destacaría un detalle más: como cumplimos nuestro 10º aniversario, que mejor foro que SICUR para celebrarlo y vernos todos los que conformamos Grupo On. En este sentido, recientemente hemos recibido un "regalo" de la Xunta de Galicia dentro de su campaña "Camiño da Innovación". Recibimos la mención de Empresa Innovadora 2021 por el éxito de nuestro original modelo colaborativo de organización empresarial entre pymes de un mismo sector, en principio competidoras entre sí. Con esta mención han pretendido inspirar a Pymes de otros sectores a emular nuestro ejemplo para ser más resilientes y competitivas. Este tipo de cosas son pequeños espaldarazos que nos afianzan en que estamos en un camino correcto.