Doctor Juan González del Pino: la Covid-19 puede hacernos perder la movilidad de la mano en semanas

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tunel metacarpiano
tunel metacarpiano

El doctor Juan González del Pino es un reconocido experto en cirugía de la mano, muñeca y microcirugía que dirige el Instituto de la Mano del Hospital Nuestra Señora del Rosario, en Madrid. En los últimos días ha sido noticia por haber publicado una nueva secuela de la Covid-19 que ningún otro especialista había advertido: cómo este puede agravar severamente el síndrome del túnel carpiano y a otros nervios de la mano, hasta el punto que puede perderse la movilidad de la mano en pocas semanas. "En condiciones normales, desde que empiezan a apreciarse síntomas hasta que se habla de afectación grave, pasan entre 7 y 10 años pero, tras padecer Covid-19, se observa que este periodo se reduce de manera drástica a solo 2 ó 3 meses", resalta este especialista, quien nos indica cómo podemos detectarlo y qué debemos hacer llegado el caso.

Doctor Juan González del Pino, director del Instituto de la Mano del Hospital Nuestra Señora del Rosario.

¿Estamos ante una primicia mundial, ante un descubrimiento que ningún otro especialista ha reseñado hasta la fecha?

Probablemente otros especialistas y expertos en cirugía de la mano y microcirugía, en cualquier parte del mundo, lo habrán visto también, pero hasta la fecha no se había publicado nada que relacionara al Coronavirus con estas patologías. En octubre de 2020 atendí a un hombre de 72 años con atrofia de la musculatura de ambas manos que se había producido en un brevísimo periodo de tiempo. Tenía una parálisis del nervio cubital, responsable de la sensibilidad de los dedos anular y meñique, del movimiento fino y preciso de los dedos, y de parte de las funciones de la pinza del pulgar. Me aseguraba que hacía 3-4 meses no tenía esas deformidades y que utilizaba las manos con total normalidad. Al preguntarle sobre enfermedades previas o actuales me indicó que había sufrido infección por Coronavirus. Empecé a relacionarlo con la situación clínica y descubrí que había una causa-efecto entre Covid-19 y las atrofias musculares de las manos. Normalmente las parálisis de esta gravedad se deben al estrechamiento del canal por donde pasa el nervio en el codo, pero necesitan un desarrollo de 10-15 años.

En noviembre atendí también a varias mujeres con una evolución idéntica y que habían estado infectadas por Coronavirus. El patrón se repetía: enfermedad en la primera ola y desarrollo de atrofias musculares en verano, o enfermedad en la segunda ola de la pandemia y establecimiento de la parálisis entre noviembre y diciembre.

Además de la situación clínica, estos pacientes se estudiaron con pruebas específicas de conducción nerviosa, constatándose un bloqueo agudo y casi completo de la conducción, lo que en términos prácticos se asemeja a una sección o corte del nervio.

"La problemática que tienen los pacientes con compresiones nerviosas es conocida, pero lo que es inédito es la velocidad con que se instaura el problema: hablamos de parálisis bruscas o de dolores que impiden llevar una vida normal en solo semanas".

 ¿Cómo ha afectado la Covid-19 al síndrome del túnel carpiano?

En el caso del síndrome del túnel carpiano no se produce parálisis, por el momento, porque estos son los primeros hallazgos sobre este problema. Son pacientes con dolor repentino e hiperagudo, brusco y violento, que se manifiesta en los dedos pulgar, índice y corazón, y que se incrementa por la noche, impidiendo conciliar el sueño. Algunos tenían síntomas leves que se agravaron bruscamente, y otros eran totalmente asintomáticos. En todos los casos el dolor les hace despertarse varias veces (entre las 4 y las 6 de la madrugada), les obliga a levantarse, meter las manos en agua fría (o caliente) y moverlas para mitigar sólo parcialmente el dolor. Y así durante semanas. He intervenido a varias mujeres de mediana edad consiguiendo la desaparición absoluta e inmediata del dolor y la recuperación de la sensibilidad. El denominador común en todas ellas es haber pasado la enfermedad en primavera o a la vuelta del verano.

 ¿Es un problema más femenino que masculino? ¿En qué proporción?

Prácticamente todas son mujeres de entre 50 y 65 años, tanto las que debutan con parálisis del nervio cubital por atrapamiento en el codo, como las que presentan síndromes de túnel carpiano agudo por compresión del nervio mediano en la muñeca.

¿Cómo se puede atajar esta patología? ¿Requiere siempre cirugía?

La problemática que tienen los pacientes con compresiones nerviosas es bien conocida, pero lo que es inédito y sorprendente es la velocidad con que se instaura el problema: estamos hablando de parálisis bruscas o de dolores que impiden llevar una vida normal en tan solo unas semanas. Los pacientes operados de túnel carpiano mejoraron inmediatamente después de la cirugía, desaparece el dolor y mejora la sensibilidad. Prácticamente se podría decir que se han curado en 24 horas.

En el caso de los pacientes que sufren parálisis el nervio cubital los hallazgos son sorprendentes: el nervio se estrangula como si le hubieran pasado un lazo y lo hubieran apretado o anudado. El nervio discurre entre dos huesos unidos por un ligamento que se encoje, endurece y le "cierra el paso". Al pinzarlo con los dedos se tiene la sensación de que el conducto del nervio está vacío, como si no hubiera nada dentro: los cables que permiten la transmisión nerviosa están extremadamente adelgazados.

Aconsejo a los pacientes que debuten bruscamente con dolor y adormecimiento en las manos (sobre todo por la noche), y a aquellos que noten cómo adelgaza su mano y pierden la habilidad de uso, que acudan al especialista"

 ¿Qué ocurriría si no se interviene con cierta inmediatez?

En el caso del túnel carpiano los pacientes acudieron a mi consulta por dolor insoportable y mejoraron de forma inmediata tras la cirugía: la primera noche pudieron dormir. La intervención requiere el uso de medios ópticos de magnificación (microcirugía) y consiste en abrir el túnel carpiano y dar holgura al nervio mediano para pasar.

Sin embargo, en la parálisis cubital no existe dolor, sino defecto de sensibilidad en algunos dedos e instauración rápida de una parálisis de la mano, que se materializa por atrofias musculares. Como los pacientes no tienen dolor, sólo son conscientes del problema cuando ya han perdido la forma, la destreza y la fuerza de la mano. El signo más evidente de la desaparición del músculo es el hueco que deja en su lugar. Evidentemente cuanto antes se saque el nervio de ese túnel que lo estrangula y se coloque en una zona sana, mayores son las posibilidades de recuperación. Si no se hace de forma inmediata los músculos atrofiados degeneran, se endurecen y pierden su capacidad de recuperación. Tengo la certeza de que la cirugía es el tratamiento más indicado para la recuperación, pero sólo si se actúa de manera inmediata.

 Por último, además de los nervios de la mano, ¿afecta a alguna otra zona de las extremidades superiores?

El Covid-19 también afecta al sistema músculo-esquelético de los brazos, como el "codo de tenista" y diversas tendinitis de la muñeca. También se agrava la llamada enfermedad de Dupuytren, que consiste en la retracción de los dedos, especialmente el anular y meñique.

Aconsejo a aquellos pacientes que debuten bruscamente con dolor y adormecimiento en las manos (sobre todo por la noche), y a aquellos que noten cómo adelgaza su mano y pierden la habilidad de uso, que acudan al especialista de Traumatología y si es posible a un experto en cirugía de la mano.