La doctora Salma Habachi, destacada investigadora de la IQS School of Management, ha explorado en profundidad el impacto de las tecnologías digitales en el comportamiento de los consumidores del ámbito deportivo a través de su tesis doctoral y publicaciones académicas.
Su investigación se centra en tres áreas clave: la experiencia gamificada, donde analiza cómo los elementos de juego fomentan la lealtad de marca en aplicaciones deportivas; el impacto de la tecnología en eventos deportivos, como la carrera Transpyr, donde reveló cómo las aplicaciones pueden mejorar la percepción de los eventos y destinos turísticos; y los deportes electrónicos, donde examinó los efectos adversos de la gamificación en el comportamiento de los jugadores. Estos hallazgos ofrecen una valiosa guía para diseñar tecnologías digitales que transformen las experiencias de los usuarios y redefinan las estrategias de marketing en la industria deportiva.
PREGUNTA. Según su experiencia, ¿qué aspectos tecnológicos son más eficaces para ayudar a los deportistas a optimizar su rendimiento físico? ¿Cómo influyen los datos recogidos por las aplicaciones en la personalización del entrenamiento?
RESPUESTA. Los avances tecnológicos se han convertido en una parte esencial para ayudar a los deportistas a optimizar su rendimiento físico. Los dispositivos wearables (auriculares, relojes, pulseras o gafas), como los rastreadores de fitness y smartwatches (dispositivo electrónico de pulsera) proporcionan datos en tiempo real sobre métricas clave como la frecuencia cardíaca y la calidad del sueño, ofreciendo información procesable sobre el rendimiento y la recuperación. En ese sentido, la IA y el aprendizaje automático mejoran aún más la optimización del rendimiento, de manera que analizan grandes cantidades de datos, predicen resultados y ofrecen recomendaciones personalizadas. Por su parte, las tecnologías nutricionales, como las aplicaciones que proporcionan análisis dietéticos detallados, complementan el entrenamiento físico garantizando que los niveles de energía y la recuperación se optimicen mediante una planificación de comidas a medida.

Además, las últimas tendencias muestran que las innovaciones centradas en la recuperación, como las cámaras de crioterapia, los dispositivos de masaje por percusión y las herramientas de terapia de compresión, aceleran la recuperación de los músculos, de manera que ayudan a los atletas a entrenar con mayor eficacia. Las tecnologías de realidad virtual (RV) y realidad aumentada (RA) también han surgido como herramientas valiosas para el acondicionamiento mental y la adquisición de habilidades, al simular escenarios de competición para mejorar el rendimiento bajo presión.
Los datos recogidos por estas tecnologías desempeñan un papel crucial en la personalización del entrenamiento. Al registrar parámetros como la fuerza y la resistencia, las aplicaciones sientan las bases de programas personalizados. Realizan un seguimiento continuo de los progresos, controlando variables como la variabilidad de la frecuencia cardiaca, la carga de entrenamiento y la fatiga, lo que permite ajustar la intensidad, la duración y la frecuencia de los entrenamientos en función de los niveles de forma física y los objetivos actuales del deportista. Lo cierto es que las visualizaciones personalizadas del progreso fomentan la motivación y la adherencia (en tecnología deportiva y de salud, este factor se refiere al uso constante y comprometido de dispositivos o aplicaciones), creando una sensación de logro. En esa dirección, las métricas de recuperación derivadas de los patrones de sueño, los niveles de estrés y la fatiga ayudan a determinar el equilibrio entre entrenamiento y descanso, de tal modo que minimizan el riesgo de sobreentrenamiento y lesiones. Con el tiempo, estos datos agregados posibilitan la planificación a largo plazo, lo que garantiza que los atletas alcancen su punto máximo en los momentos adecuados para las competiciones. Esta integración de la tecnología en la preparación atlética mejora el rendimiento y fomenta el bienestar general al alinear el entrenamiento con las necesidades fisiológicas y psicológicas únicas de cada individuo.
P. Las aplicaciones de fitness recopilan una cantidad significativa de datos personales. ¿Qué implicaciones tienen estos datos para la prevención y gestión de enfermedades crónicas entre los usuarios?
R. Las aplicaciones de fitness recopilan parámetros como los niveles de actividad física, la frecuencia cardíaca, los patrones de sueño e incluso los hábitos nutricionales. Mediante el seguimiento continuo de estos indicadores clave de salud, las aplicaciones de fitness pueden identificar tendencias y anomalías que hacen posible señalar la aparición temprana de enfermedades como la hipertensión, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, el seguimiento de la frecuencia cardiaca en reposo o de la variabilidad a lo largo del tiempo puede poner de manifiesto posibles problemas de estrés o cardiacos, lo que permite una intervención temprana.
En la prevención de enfermedades crónicas, estas aplicaciones animan a los usuarios a adoptar estilos de vida más saludables promoviendo la actividad física regular, las dietas equilibradas y el sueño adecuado. Las recomendaciones personalizadas basadas en datos en tiempo real posibilitan a los usuarios crear hábitos sostenibles que reducen los factores de riesgo de enfermedades como la obesidad, la diabetes de tipo 2 y el síndrome metabólico. Además, las aplicaciones incorporan a menudo información sobre el comportamiento para mejorar la conexión emocional con ese plan de mejora personal, propósito en el que se utiliza la gamificación, el seguimiento de los progresos y los recordatorios para mantener el compromiso y la motivación. En cuanto a la gestión de las enfermedades crónicas existentes, las aplicaciones de fitness pueden ser una herramienta vital tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios. ¿Por qué? Porque los pacientes pueden utilizar estas aplicaciones para controlar su estado de salud y compartir datos con los profesionales médicos para elaborar planes de tratamiento mejor informados.
P. En su investigación sobre la experiencia de juego, ¿qué elementos de gamificación han demostrado ser los más eficaces para aumentar el compromiso y la motivación de los usuarios en las aplicaciones deportivas?
R. En nuestra investigación sobre la experiencia de juego en las aplicaciones deportivas, destacamos que varios elementos de gamificación mejoran eficazmente el compromiso y la motivación del usuario. Por ejemplo, los elementos relacionados con la diversión y la ausencia de efectos negativos son impulsores fundamentales del uso sostenido, ya que fomentan el placer y reducen la ansiedad. Los elementos de fijación de objetivos y seguimiento del progreso, como los hitos y los calendarios de entrenamiento, motivan a los usuarios proporcionándoles objetivos claros y logros tangibles. Los sistemas de recompensa, como las insignias, los premios y las barras de progreso, incentivan aún más la interacción continua a través de un bucle de retroalimentación gratificante.
En ese contexto, las funciones sociales y competitivas, como las tablas de clasificación y los retos comunitarios, aumentan la participación aprovechando las conexiones sociales y los instintos de competitividad, de tal modo que fomentan un sentimiento de pertenencia y responsabilidad. Además, los elementos de activación e inmersión —que se consiguen mediante funciones que absorben a los usuarios en la actividad y crean una sensación de fluidez— promueven un uso más prolongado y frecuente de la aplicación. Las opciones de personalización, como la creación de rutinas de entrenamiento o avatares personalizados, también aumentan la participación al permitir a los usuarios adaptar la experiencia a sus preferencias y a la imagen que tienen de sí mismos. Estos elementos de gamificación, combinados estratégicamente, crean una experiencia dinámica y motivadora que fomenta un mayor compromiso del usuario y su fidelidad a la marca.
P. Su estudio de eventos como la carrera Transpyr puso de relieve cómo influyen las aplicaciones en la experiencia de los participantes. ¿Qué características tecnológicas cree que son esenciales para transformar la experiencia de un acontecimiento deportivo en algo memorable y motivador?
R. Nuestra investigación sobre el impacto de las aplicaciones en las experiencias de los eventos deportivos demostró que la integración de la tecnología de las aplicaciones móviles mejora significativamente las experiencias de los participantes haciéndolas más memorables y motivadoras. Entre las características tecnológicas esenciales se incluye el suministro de información en tiempo real y herramientas de navegación, como indicaciones giro a giro, previsiones meteorológicas, mapas de rutas y actualizaciones sobre la elevación o la dificultad del terreno. Estas características aumentan la confianza y la preparación de los participantes, lo que mejora su satisfacción con el evento. Las experiencias como la planificación de rutas a medida y las recomendaciones personalizadas permiten a los usuarios adaptar el recorrido de su evento a sus objetivos y preferencias individuales, lo que aumenta aún más su sensación de logro.
Las funciones interactivas, como el seguimiento en directo, la supervisión del progreso y el análisis del rendimiento, fomentan el compromiso, mientras que la accesibilidad sin conexión garantiza una perfecta usabilidad en ubicaciones remotas, eliminando posibles barreras técnicas. Además, la integración de elementos de conectividad social, como tablas de clasificación, retos comunitarios y opciones para compartir, crea un sentimiento de comunidad y sana competencia. Y los elementos de diseño envolvente y las atractivas interfaces de las aplicaciones contribuyen a la satisfacción del usuario al mejorar las experiencias funcionales y hedónicas. Estas características tecnológicas transforman colectivamente un acontecimiento deportivo en una experiencia memorable y personalmente significativa, fomentando el apego a largo plazo al evento deportivo y a su ubicación.
P. En su análisis de los aspectos más oscuros de la gamificación, ¿qué medidas sugiere que apliquen las marcas o los desarrolladores para evitar el fomento de comportamientos adictivos o negativos entre los usuarios?
R. Al analizar los aspectos más oscuros de la gamificación se hace evidente que, aunque los elementos gamificados pueden atraer a los usuarios de forma eficaz, también conllevan el riesgo de promover comportamientos adictivos o negativos, como el uso compulsivo, la competitividad excesiva o la fijación de objetivos poco saludables. Para mitigar estos riesgos, recomendamos a marcas y desarrolladores que tengan en cuenta varias medidas.
Lo más esencial es que los desarrolladores deben dar prioridad al bienestar de los usuarios incorporando salvaguardas en el proceso de diseño. Esta pauta comporta establecer límites para evitar el uso excesivo, como limitar la frecuencia o la intensidad de los retos y enviar alertas a los usuarios cuando sus comportamientos sugieran un posible uso excesivo. Además, la mecánica de la gamificación debe desalentar activamente los comportamientos obsesivos mediante funciones como la pausa de las recompensas tras una participación prolongada o la incitación a los usuarios a reflexionar sobre sus hábitos de uso. También es clave asegurarse de que los usuarios entienden cómo funcionan los elementos de gamificación y las posibles consecuencias de utilizarlos. Las aplicaciones deben ofrecer explicaciones claras y accesibles sobre cómo se conceden los puntos, cómo se gestionan los datos de los usuarios y establecer expectativas realistas sobre las recompensas. La transparencia fomenta la confianza y la toma de decisiones informadas entre los usuarios.
Para promover experiencias de usuario más saludables, las aplicaciones deben incluir funciones que fomenten el bienestar, como recordatorios para hacer pausas, sugerencias para el descanso físico o incentivos para realizar diversas actividades que eviten las tareas repetitivas y reduzcan el riesgo de agotamiento. Estas características pueden ayudar a los usuarios a mantener una relación equilibrada con las plataformas gamificadas. Además, en lugar de centrarse excesivamente en recompensas extrínsecas como puntos, insignias o tablas de clasificación, los desarrolladores deberían hacer más hincapié en motivadores intrínsecos como el crecimiento personal, la maestría o el aprendizaje. Al fomentar una sensación de satisfacción desde dentro, los desarrolladores pueden reducir la dependencia de los usuarios de la validación externa y crear un compromiso más sostenible y significativo. La personalización es otro elemento crucial. Permitir que los usuarios adapten sus objetivos y niveles de compromiso puede ayudar a evitar que los sistemas de talla única presionen inadvertidamente a las personas hacia patrones poco saludables. Los sistemas adaptativos que reconocen el exceso de compromiso y sugieren moderación son especialmente valiosos para promover interacciones equilibradas entre los usuarios.
Por último, las marcas deben supervisar activamente el impacto de sus estrategias de gamificación, de tal manera que recojan las opiniones de los usuarios para identificar consecuencias no deseadas y áreas de mejora. Las auditorías periódicas pueden ayudar a perfeccionar estos sistemas, garantizando que se mantengan alineados con los principios éticos y los objetivos centrados en el usuario, fomentando en última instancia un ecosistema digital más saludable y responsable.
P. Con la creciente integración de neuronas y biosensores en el deporte, ¿cómo cree que estas tecnologías influirán en la experiencia de los atletas en los próximos años? ¿Qué retos éticos y prácticos podrían plantearse?
R. La creciente integración de neuro y biosensores en el deporte puede revolucionar la experiencia de los atletas al proporcionarles información sin precedentes sobre su estado fisiológico y mental. Estas tecnologías, como los auriculares EEG, los pulsómetros, los sensores de actividad muscular y los analizadores del sudor, permiten controlar y analizar en tiempo real parámetros críticos. Esta integración puede mejorar el entrenamiento, el rendimiento y la recuperación al ofrecer datos precisos para adaptar los programas a las necesidades individuales.
Estas tecnologías proporcionan un seguimiento en tiempo real de factores clave como la fatiga, el estrés, los niveles de hidratación y el compromiso neuronal, lo que permite realizar ajustes dinámicos en los programas de entrenamiento para maximizar el rendimiento y reducir el riesgo de sobreentrenamiento o lesiones. Además, mediante el análisis de la actividad cerebral, los neurosensores pueden ayudar a los atletas a mejorar la concentración y controlar la ansiedad previa a la competición. En esa línea, los biosensores pueden detectar señales tempranas de estrés en músculos o articulaciones, reduciendo así la probabilidad de lesiones. Durante la recuperación, también pueden seguir el progreso de la curación, de manera que garanticen el regreso seguro de los atletas a sus actividades en el momento adecuado. Y por último, aunque no menos importante, durante las competiciones, estas herramientas pueden mejorar la toma de decisiones ofreciendo datos sobre la fatiga, los tiempos de reacción y el estado de alerta mental, apoyando decisiones estratégicas de juego como las sustituciones.
Sin embargo, estos avances también plantean retos éticos y prácticos. La recopilación y el intercambio de datos biométricos sensibles plantean importantes problemas de privacidad, ya que se plantean cuestiones sobre la propiedad y el uso de los datos. Los deportistas pueden sentirse presionados para compartir sus datos con equipos, patrocinadores o incluso con el público, lo que podría comprometer su privacidad y autonomía. El uso indebido de estos datos podría dar lugar a discriminaciones, como dejar a los jugadores en el banquillo o marginarlos basándose en predicciones de salud en lugar de en su rendimiento actual, y la filtración de datos podría perjudicar a los deportistas en situaciones de competición. Por lo tanto, es crucial garantizar el consentimiento informado, lo que requiere políticas claras y transparentes para que los deportistas entiendan perfectamente cómo se recopilan, utilizan y almacenan sus datos.
Otro reto es cómo manejar la posible dependencia excesiva de estas tecnologías, que podrían influir en el proceso intuitivo de toma de decisiones de atletas y entrenadores. Esto requiere un cuidadoso equilibrio entre el juicio humano y las percepciones basadas en datos. Además, las desigualdades en el acceso a la tecnología de sensores avanzados podrían aumentar la brecha entre los equipos con más recursos y los que tienen menos, creando disparidades en el entrenamiento y la competición. La precisión y la fiabilidad de estos dispositivos también plantean riesgos, ya que las imprecisiones o los fallos de funcionamiento podrían dar lugar a decisiones erróneas que perjudicaran el rendimiento o la salud de los deportistas. Por último, la industria del deporte carece actualmente de marcos normativos estandarizados para la integración de neuro y biosensores, lo que pone de relieve la urgente necesidad de establecer directrices de uso ético, protección de datos y juego limpio para garantizar que estas tecnologías se apliquen de forma responsable.