Sánchez Valdivieso: “Ligar la inversión de Defensa al ciclo presupuestario ordinario resulta muy complicado”

El general repasa en esta entrevista el esfuerzo económico en la adquisición de material, la participación de España en los conflictos internacionales y el papel de Europa en la OTAN.

Antonio M. Figueras

Periodista y escritor.

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Adolfo Sánchez Valdivieso
Adolfo Sánchez Valdivieso

El general Adolfo Sánchez Valdivieso, director general de Asuntos Económicos del Ejército del Aire y del Espacio, protagonizó el pasado 19 de junio en el Club Financiero Génova, en Madrid, el segundo Desayuno Informativo sobre Seguridad y Defensa, organizado por Escudo Digital y Grupo Prestomedia, con la colaboración del Foro de Cultura, de Seguridad y Defensa (CFG). El acto versó trató sobre Situación y expectativas del sector económico de defensa.

En estos encuentros, que tienen lugar mensualmente, destacados expertos abordan las grandes cuestiones de Defensa y Seguridad de la geoestrategia internacional en un contexto de tensiones y conflictos, y además la situación de nuestro país, tanto a nivel militar como la de su industria. El primero de estos desayunos tuvo lugar el 16 de mayo, con la participación de Nicolás Pascual de la Parte, exembajador Representante Permanente de España en el Consejo de la OTAN, que impartió la conferencia titulada Las tecnologías emergentes disruptivas y su impacto geoestratégico.

PREGUNTA. ¿Cuál es la valoración sobre el presupuesto de Defensa en comparación con el resto de los países de la OTAN?

RESPUESTA. El esfuerzo de España para incrementar el presupuesto de Defensa ha sido considerable. Es cierto que en términos de PIB no hemos crecido al ritmo de nuestros socios, pero en términos nominales, que al final es lo que cuenta, las cifras asignadas son bastante importantes en el conjunto de nuestros socios y aliados de la OTAN. El porcentaje con respecto al PIB es el más bajo de todos los países de la OTAN, pero en gasto vamos a ser los novenos de un total de 32 países, lo que significa una inyección económica que se traduce en una aportación a la defensa colectiva bastante significativa.

P. ¿El compromiso de que el presupuesto llegue al 2% del PIB puede depender del signo político del Gobierno?

R. La Defensa es el área donde existe probablemente mayor consenso entre las principales fuerzas políticas. Eso hace pensar que el compromiso se va a mantener con independencia de qué partido o qué coalición de partidos desempeñe la función de Gobierno en los próximos años. Es un asunto que no genera prácticamente debate porque hay unanimidad, al menos entre los partidos más importantes.

P. ¿Qué debe cambiar en la normativa para que se agilice la compra de material?

R. Es un tema sobre el que debatimos  periódicamente. El material de Defensa no se fabrica rápido, no se encuentra disponible en las estanterías. Requiere procesos largos de diseño, una inversión importante, asunción de riesgos por las empresas. Lo peor es que si asumes riesgos y las expectativas presupuestarias no se cumplen al final es difícil para el tejido industrial español. Ligar la inversión de Defensa al ciclo presupuestario ordinario para nosotros es muy complicado. Otros países han recurrido a la creación de agencias o de organismos especializados que se desvinculan por un lado de la ley general presupuestaria y por otro de la ley de contratos. Esto permite no tener que funcionar dentro del calendario de 1 de enero a 31 de diciembre, que para el material de Defensa es un ciclo demasiado corto. Necesitamos ir más allá del año, que el cierre del ejercicio no nos afecte, lo que permitiría dimensionar las necesidades de verdad y cubrir los requisitos y las capacidades que hacen falta en las Fuerzas Armadas.

P. ¿Qué precisa España a corto plazo en material de Defensa que ahora no tenga?

R. Hemos hecho un esfuerzo muy importante en la adquisición de grandes sistemas de armas, como el Eurofighter, A400fragatas, submarinos, sistemas de todo tipo. Lo más importante ahora es dedicarse a sostener adecuadamente todo aquello que tenemos. Falta un mayor esfuerzo en sostenimiento de sistemas una vez que se compran en perfecto estado de operatividad. También falta mirar hacia las infraestructuras, donde se ha invertido muy poco. Son probablemente el recurso más complicado de adquirir y sostener.

P. ¿Cuál es el papel de España en los conflictos de Ucrania, Gaza y África?

R. No voy a aportar nada que no aparezca en cualquier medio de comunicación, con la defensa de Ucrania hay prácticamente unanimidad dentro de la Alianza. Todos los socios mantienen una postura muy homogénea desde que Rusia invadió Ucrania. Entonces, apoyar a Kiev es defensa de la legalidad, de la democracia que nacía o que estaba ya en el estado relativamente avanzado, y evitar que haya invasión de fronteras y ocupación del territorio. España seguirá apoyando a Ucrania, que es un socio preferente de la OTAN. Con respecto a Gaza, la situación es otra. En función de cada país, se ha adoptado una visión estratégica diferente. Los niveles de apoyo a Israel son totalmente diferentes. El más firme lo recibe de los Estados Unidos. ¿Qué es lo que está haciendo España? Hay un cierto debate a nivel nacional sobre la posición con respecto a Israel. El esfuerzo de nuestro país es que mantiene un contingente en el Líbano muy importante, para normalizar un país que podría desestabilizar el norte de Israel si creciera Hizbulá y complicar muchísimo más la crisis de Gaza.  En África, el despliegue de las fuerzas españolas es continuo y permanente em apoyo de la estabilidad de estos países. Normalmente vamos de la mano de Francia en el contexto de la Unión Europea. En esencia, el compromiso en cualquier tipo de crisis en la comunidad internacional es firme e importante y España poder presumir de ello.

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P. ¿Cuál es la importancia de España en las misiones internacionales en las que participa?

Cuando España se presenta delante de la OTAN no puede presumir del gasto en Defensa en términos de PIB, pero sí puede hacerlo de generosidad, de contribución. En misiones somos bastante participativos, lideramos varios cuarteles generales, varias estructuras de la Alianza; hay más de 3.000 personas desplegadas en los cinco continentes y se participa bajo todas la banderas, de la OTAN, de la Unión Europea, coaliciones internacionales ad hoc, y todo siempre en defensa de la legalidad y del derecho internacional.

P. ¿Debe Europa aumentar su protagonismo en la OTAN?

R. Es un asunto bastante político. Si nos limitamos al aspecto económico y revisamos la inversión de cada uno de los países de la OTAN, Estados Unidos invierte el doble que todos los demás juntos, incluyendo Canadá. Si queremos tener un protagonismo más importante, lo primero es conseguir más independencia estratégica, necesitamos capacidades superiores a las actuales. Para ello se hace necesario crecer exponencialmente en el gasto de Defensa. Si Estados Unidos es el doble que todos los demás juntos, o duplicamos la inversión en Europa y Canadá o no tenemos nada que hacer en la Alianza. Esto choca lógicamente con las reglas de estabilidad de la Unión Europea. Poner en la balanza el crecimiento en Defensa en contra del objetivo de estabilidad requiere un equilibrio político complejo, que es en la línea que se está trabajando.

P. ¿Qué puede hacer el Ministerio de Defensa para impulsar la industria militar?

R. Existe una política claramente dirigida a fortalecer el tejido industrial español. En la mayoría de los programas, cuando hay varias soluciones coincidentes, se busca siempre la nacional. Al final, dimensionar el recurso económico mirando hacia el tejido productivo se traduce en que las empresas invierten, asumen riesgo, establecen cadenas productivas contratan personal. El Ministerio de Defensa debe luchar por mantener una estabilidad y una credibilidad presupuestaria y una senda de crecimiento, y apostar siempre en caso de duda por una solución nacional, sobre todo equilibrada en el territorio. Se debe intentar no focalizar siempre en las mismas zonas, en las mismas grandes empresas. España es un país que se distingue por tener muchas pymes, a las que también hay que apoyar, tal vez no lanzando tantísimo proyecto de un coste elevadísimo sino también una especie de lluvia fina que cale en todo el territorio. Se debe hacer así y se está haciendo así.

P. ¿Cuáles son los planes de Defensa para el espacio?

R. El Ejército del Aire acaba de cambiar su denominación. Ahora es Ejército del Aire y del Espacio. No se trata solo de una modificación de nombre, implica un creciente interés por el espacio como ámbito de actuación. Se ha creado además un mando específico del espacio separado totalmente de otros mandos operativos del Ejército del aire y se ha dotado de personal, de medios, de cuartel general propio. Constituye un área de creciente interés y todos los países están mirando cada vez más al espacio. ¿Qué puede hacer España aparte de invertir más lógicamente que es el primer paso que hay que dar? Pues participar en todas las iniciativas, en tantos cuarteles  generales como se creen, asistir a todos los foros de debate, estar en vanguardia de la tecnología y sobre todo cooperar de forma estructurada con otros socios que mantienen esfuerzo similar en esa área.

P. ¿Cuál es la mentalidad de la sociedad española con respecto a su Ejército y a la participación en conflictos externos?

R. Las encuestas objetivas, sobre todo el análisis del Real Instituto Elcano, (también de algunos institutos de estadística) demuestra que hace años había un porcentaje mayoritario que consideraba que el gasto en Defensa era excesivo, y un porcentaje altísimo que no sabía o no opinaba, y rondaba el 50%. Pues esa parte del “no sabe, no contesta” se ha reducido drásticamente. El ciudadano se ha formado opinión en materia de Defensa, porque cada día lee más, le interesa más. Los medios de comunicación, las estadísticas y los análisis demuestran que en los últimos 10, 15 años ha ido creciendo de manera enorme el porcentaje de población que considera que el gasto y el esfuerzo en Defensa es insuficiente, que el prestigio que suponen las misiones internacionales es muy alto para el país y, sobre todo, sorprende que la gente sin opinión (del 50% se ha pasado al 20%) ya tiene opinión. La tendencia es muy positiva, crece la consideración de que las misiones y el esfuerzo de la Defensa son muy importantes para un país. Creo que esa visión se va a mantener en los próximos años.

P. Una evaluación de la reciente cumbre OTAN…

La cumbre OTAN tenía varios ejes, pero yo destacaría el mensaje muy claro de que la unidad transatlántica es esencial, no puede haber distintas visiones, y eso se ha notado con respecto a Ucrania, es una visión bastante común de todos los países de la OTAN. En Washington se ha expresado que Ucrania sigue siendo una prioridad, que los países tienen que hacer un esfuerzo muy grande para apoyar y defender la legalidad internacional. Y luego, un reparto equitativo de la carga, del sostenimiento de la Alianza. Ucrania es coyuntural, pero la unidad transatlántica y la distribución equitativa de la carga son permanentes. Estimo que la OTAN se va a reforzar porque siempre ha sido la única organización creíble en temas de Defensa.