La asistencia sanitaria de los diplomáticos españoles y sus familias corre serio peligro. El 27 de enero, a las 10.00 horas concluirá, tras una ampliación in extremis de 12 días anunciada por el Gobierno este pasado viernes, el plazo para la presentación de ofertas al convenio de Muface para empleados públicos en el exterior. Hasta ahora ha sido DKV la aseguradora que se ha hecho cargo del servicio en exclusiva, pero ha manifestado que no acudirá a esta convocatoria. Son varias las opciones que están abiertas: que quede desierta la licitación, que el Gobierno impulse una especie de contrato especial para salvar transitoriamente la situación o que incluso entre en el juego alguna compañía nueva.
Alberto Virella, presidente de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), ha detallado a Escudo Digital cómo se está viviendo este compás de espera entre los funcionarios del servicio exterior. Virella ejerce como vocal asesor en la Secretaría de Estado y Cooperación Internacional. Ha estado destinado en las Embajadas de España en Guinea Ecuatorial, Marruecos, Paraguay, Cuba, Representación permanente de España ante las Naciones Unidas en Nueva York y Vietnam. En la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) fue director de Cooperación con África y Asia (2012-2015). De septiembre de 2015 a julio de 2020 ha sido embajador de España en Senegal. Posteriormente fue nombrado embajador en misión especial para el Plan África.
PREGUNTA. En España hay una prórroga de atención sanitaria durante el primer trimestre de este año para los funcionarios de Muface. ¿Disponen también de esa extensión en las prestaciones los empleados públicos del servicio exterior en el extranjero?
RESPUESTA. La figura jurídica no es prórroga, sino una orden de continuidad, que tiene su trascendencia (por sus limitaciones), porque el Gobierno no cumplió los requisitos. Es una demostración de la imprevisión por parte de las autoridades responsables. En términos prácticos, hay una decisión tomada por el Ejecutivo de que las aseguradoras deben seguir prestando servicios durante estos meses de transición.
P. ¿Podría darse el caso de que el 27 de enero hubiera solución para los funcionarios en España y no para los empleados públicos en el extranjero?
R. Ese día, a las 10 de la mañana, concluye el plazo de recepción por parte de Muface de las ofertas económicas y técnicas de las aseguradoras para cualquiera de los dos convenios de territorio nacional y exterior. Y puede suceder que ninguna aseguradora presente oferta y quede desierta la licitación (o las licitaciones) como ya sucedió el año pasado. Aquí es donde adquiere relevancia la figura jurídica de la orden de continuidad. Porque una vez que está en vigencia, según mi lectura de la Ley de Contratos del Estado, no permite hacer una licitación, mientras que con una prórroga sí. No vamos a anticipar la situación, pero se puede complicar mucho más si queda desierto alguno de los convenios.
P. ¿Cómo están viviendo la situación los funcionarios del servicio exterior?
R. En el Estado español existe siempre la alternativa de la Seguridad Social. De hecho, en este periodo de transición hasta resolver el concurso del territorio nacional, Muface da como posibilidad a cualquiera de los funcionarios ir a la Seguridad Social. Una vez que esté el concurso resuelto en territorio nacional, pueden decidir qué aseguradora privada tener como prestataria de servicios de salud o mantenerse en la Seguridad Social. En cambio, en el exterior es evidente que no llega al sistema nacional de salud y tampoco se puede recurrir a los sistemas nacionales de salud de otros países, con alguna excepción que pueda haber si existiera un convenio con algún país de la Unión Europea, que no los hay en todos los casos. Además, en algunas naciones el sistema nacional de salud no está pensado para los extranjeros. Lo que puede suceder en el exterior es la falta de atención sanitaria. Y de hecho, DKV en su cobertura en el exterior cumplió lo que había anunciado en octubre del año pasado de que el último día en que iban a prestar su asistencia sería el 31 de diciembre de 2024.
P. ¿Cuál es el proceso de atención en el exterior?
R. El sistema en el exterior es de reembolso. El empleado público cubierto por Muface a través de DKV puede ir a cualquier médico o clínica y después, a través de la plataforma electrónica de la aseguradora, solicitar el reembolso. Sin embargo, en los primeros días de este año, la plataforma electrónica de DKV en el exterior no admitía esa documentación. Por tanto, es como si no existiera ya ese seguro. Y la otra característica que existe es la obligatoriedad de pedir previamente autorización a DKV para algún tratamiento o intervención quirúrgica. Más allá de una consulta normal, hay que pedir autorización. Y DKV no estuvo durante varios días concediendo esas autorizaciones. Es decir, hubo una interrupción en la cobertura sanitaria para muchas personas. Estas deficiencias parece que se han orientado y DKV ya ha vuelto a prestar esa asistencia. Un poco como lo que aquí, en el territorio nacional, están haciendo las otras aseguradoras. Por cierto, DKV en España también interrumpió en muchos casos la prestación de la asistencia sanitaria. Sin cobertura de salud, sin un seguro médico que funcione, estás en serio peligro, tú, tus familiares...
P. ¿Hay diferencias entre países?
R. En Estados Unidos, por ejemplo, si no vas con un seguro privado o con tu tarjeta de crédito, no te atienden.
P. En el peor de los casos, que no concurra ninguna aseguradora a la licitación, ¿cómo quedaría la atención sanitaria para esas personas?
R. Nos gustaría tener más información, que nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores o por razón de materia competente la Secretaría de Estado de Función Pública y concretamente dentro de ella Muface facilitaran información. Pero no hay comunicación, no la ha habido en estos meses, más allá de lo que son noticias de prensa o las convocatorias y licitaciones y pliego de condiciones y algún informe de carácter público y general que haya publicado Muface. No ha existido ninguna comunicación con el colectivo de los empleados públicos en el exterior. Nos falta información, transparencia. Tenemos la certeza de que hubo poca previsión en los plazos. Hay mucho malestar por la incertidumbre. ¿Qué puede suceder? Varias cosas. Que el Estado asuma, no sé muy bien exactamente cómo, el coste y ponga los medios o haga un reembolso en caso de una, pongamos, evacuación por razones de salud. Puede suceder, no sé, tirando de imaginación por lo que visto en otros países, que se haga cargo de las gestiones Muface. Pero todo resulta mucho más complicado si no hay una aseguradora y no se cuenta con la infraestructura, el personal y los procedimientos para atender lo que hasta ahora viene haciendo una compañía. Y además de manera inmediata.
P. ¿Podía ser una solución un seguro médico individual?
R. Habrá personas con recursos económicos que puedan contratar un seguro privado individualmente, pero eso no son las condiciones normales porque los funcionarios no han ido destinados fuera con ese presupuesto ni con ese planteamiento. Han ingresado en la Función Pública con la previsibilidad y las condiciones que incluyen que el Estado te proporciona atención a través de una aseguradora privada. Cambiar esas condiciones no es algo que esperan ni desean los empleados públicos. Y sobre lo de modificar las condiciones habrá que ver si es recurrible. Desde luego tendrían que haber dado un margen de tiempo para una transición tan importante como la cobertura sanitaria.
P. ¿Cómo ha sido hasta ahora la atención sanitaria?
El deterioro y la precarización van en aumento. Si analizamos el convenio en el exterior, llevamos 14 años en que es la misma empresa aseguradora la única que compite. Y además no es DKV internacional, es DKV España dando una cobertura en el exterior. El pliego de condiciones, los términos de la licitación no son competitivos. Ninguna aseguradora internacional que presta servicios de este tipo a los empleados en el exterior de cualquier otro país está concursando desde hace 14 años. No estamos teniendo competencia entre distintas ofertas, lo cual va en detrimento del Estado, de los recursos públicos para poder elegir entre ofertas privadas la más eficiente y la de mejor calidad. En este caso, estás entregado a una sola empresa, DKV España, en su dimensión internacional, lo que no es muy eficiente. En Estados Unidos, por ejemplo, son cada vez menos las clínicas que aceptan a los asegurados con DKV.
P. Allianz ha mostrado cierto interés…
R. Lo que ha hecho Allianz es muy interesante y hay que reconocer que Muface ha dado un buen paso. Tras quedar desierta la licitación realizada en octubre, la Mutualidad sugirió a las compañías aseguradoras privadas que hicieran comentarios y observaciones sobre cómo debería mejorarse la licitación, tanto la nacional como la internacional. Y es donde Allianz Internacional pidió una serie de aclaraciones y que se contemplaran una serie de requisitos y elementos en la licitación internacional. Eso está recogido en términos generales en un informe público que redactó Muface con las observaciones y comentarios de las aseguradoras.
P. ¿Se sienten apoyados los funcionarios del servicio exterior en sus peticiones?
R. La sociedad española es consciente de que el personal público que está en el exterior carece de Seguridad Social. Es cierto que estamos hablando de 8.000 personas, un problema para un colectivo menor. Pero justamente no nos referimos a muchos recursos económicos para atender debidamente a esas personas y familiares que están fuera prestando servicios a la sociedad española, como la atención consular. Como cuando los españoles en el exterior, bien turistas o residentes, necesitan apoyo en situaciones difíciles o en trámites de registro civil, o de notaría para hacer un testamento, o un poder para que otra persona lleve a cabo gestiones en España en su nombre. Por citar algunos ejemplos de lo que hace la función consular. También atender las solicitudes de visados para extranjeros que quieren venir a España a hacer negocios o invitados por empresas españolas. Los plazos de trámite en nuestros consulados se alargan por falta de personal. Muchas empresas españolas se quejan o estudiantes pierden a veces su matrícula porque no damos abasto para cumplimentar sus solicitudes. Están cumpliendo funciones de interés para la sociedad española y para España. No podemos permitirnos que queden desatendidos. Esperamos mucha comprensión.