Javier Prieto, Arquitecto de Ciberseguridad e Innovación en Axians Spain, marca de VINCI Energies Spain.

Opinión

Claves de la ciberseguridad para 2025: un desafío estratégico

Arquitecto de Ciberseguridad e Innovación en Axians Spain, marca de VINCI Energies Spain.

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Empresa.
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El informe Global Cybersecurity Outlook 2025, elaborado por el Foro Económico Mundial, ofrece una radiografía del panorama global de la ciberseguridad, en un contexto donde las tensiones geopolíticas, la adopción de nuevas tecnologías y la sofisticación del cibercrimen plantean desafíos sin precedentes para las empresas. Las organizaciones, independiente de su tamaño o sector, deben anticiparse a estas tendencias para garantizar la protección de sus activos y su continuidad operativa. La ciberseguridad ya no es solo una cuestión técnica, sino un pilar estratégico que define la competitividad y sostenibilidad de las empresas.

Uno de los elementos clave en este escenario es la Inteligencia Artificial (IA), que se perfila como una de las grandes revoluciones en este ámbito. Su capacidad para detectar y mitigar amenazas en tiempo real promete un avance sin precedentes en la seguridad digital. No obstante, su implementación sin una evaluación rigurosa en sus potenciales riesgos puede abrir nuevas brechas de seguridad.

Según el informe, el 66% de las organizaciones cree que la IA transformará la ciberseguridad, pero menos del 37% realiza evaluaciones previas antes de adoptarla. La paradoja es evidente: una herramienta que puede fortalecer la seguridad, pero que, sin un uso adecuado, podría ser aprovechada por los propios atacantes para perfeccionar sus métodos, desde fraudes con deepfakes hasta nuevas formas de phishing. La clave está en una supervisión responsable de la IA, asegurando que su desarrollo y aplicación vayan de la mano con una estrategia de ciberseguridad sólida y bien definida.

Otro reto importante es la falta de talento en el sector. La velocidad con la que evolucionan las amenazas cibernéticas contrasta con la lentitud en la formación de profesionales especializados. Dos de cada tres organizaciones enfrentan dificultades para cubrir sus vacantes en ciberseguridad, una brecha que pone en riesgo la capacidad de respuesta ante incidentes. Es imperativo que las empresas inviertan en la formación interna de sus equipos, establezcan alianzas con instituciones educativas y busquen modelos de colaboración que permitan captar y retener el talento en esta área crítica. La ciberseguridad debe entenderse no solo como un desafío tecnológico, sino como una cuestión de capital humano.

Riesgos regulatorios y la vulnerabilidad de la cadena de suministro

El marco regulatorio, por su parte, añade otra capa de complejidad. La fragmentación de normativas a nivel global dificulta el cumplimiento legal para muchas empresas, lo que supone un reto tanto para las grandes corporaciones como para las pequeñas y medianas empresas. El 69% de las organizaciones, según el informe, reporta dificultades para adaptarse a regulaciones de distintas jurisdicciones, lo que genera sobrecarga administrativa y riesgos de sanciones. Automatizar el cumplimiento normativo y apoyarse en consultorías especializadas se ha transformado en una estrategia clave.

Tener experiencia en la regulación de diferentes mercados, ofrecer soluciones especializadas, centralizando y automatizando la gestión del cumplimiento normativo de las organizaciones, será una pieza fundamental para garantizar su cumplimiento sin sobrecargar los recursos de las compañías.

A lo anterior, le podemos sumar la vulnerabilidad de la cadena de suministro digital. En un mundo interconectado, la seguridad de una empresa no depende únicamente de sus propias medidas, sino también de la solidez de sus proveedores y socios tecnológicos. El 72% de las organizaciones ha reportado un aumento en los riesgos cibernéticos derivados de su red de suministros, según el informe.

Un ataque a un solo proveedor puede generar un efecto dominó que comprometa la integridad de toda una industria. La cooperación entre empresas, la implementación de auditorías de seguridad y el desarrollo de políticas de ciberseguridad estandarizadas, se presentan como respuestas necesarias para mitigar estos riesgos. No basta con fortalecer la seguridad interna de una compañía: es imprescindible consolidar un ecosistema seguro donde cada actor de la cadena de valor esté protegido.

Estrategia y liderazgo en ciberseguridad

El panorama de la ciberseguridad para este año 2025 exige un cambio de mentalidad en las organizaciones. No se trata solo de reaccionar ante las amenazas, sino de anticiparse a ellas con estrategias proactivas que integren tecnología, talento y regulación. Las empresas que comprendan estos desafíos y los conviertan en oportunidades fortalecerán su competitividad en un mundo digital cada vez más complejo. Apostar por una visión integral de la ciberseguridad que aborde no solo la protección tecnológica, sino también la gestión del talento, la regulación y la resiliencia organizacional, será clave para la construcción de un ecosistema digital más seguro, sostenible y preparado para los desafíos del futuro.