Como ya es sabido, en el día de ayer Donald Trump anunció un acuerdo con Vladimir Putin para negociar el fin de la guerra de Ucrania.
Según la cuenta del propio presidente en su red social, Truth, Donald Trump afirma que mantuvo una “llamada telefónica prolongada y muy productiva” con Putin y que acordaron “que nuestros respectivos equipos inicien las negociaciones de inmediato”.
“Como acordamos los dos, queremos detener los millones de muertes que se están produciendo en la guerra con Rusia y Ucrania”, y ha añadido que “El presidente Putin incluso utilizó mi lema de campaña, que es muy fuerte: ‘SENTIDO COMÚN’. Ambos creemos firmemente en él. Acordamos trabajar juntos, muy de cerca, incluso visitando los respectivos países”
Trump dijo que la llamada salió “muy bien” y que Zelenskyy se reunirá el viernes con el vicepresidente, JD Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio.
La posición negociadora de Estados Unidos ya fue anticipada en Bruselas, donde el secretario de Defensa de Estados Unidos declaró que Kiev debe reconocer que no puede recuperar todo el territorio ocupado por Rusia: "Debemos empezar por reconocer que volver a las fronteras de Ucrania anteriores a 2014 es un objetivo poco realista".
A la vez que descartó la adhesión de Ucrania a la OTAN. En cambio, la paz tendría que ser asegurada por “tropas europeas y no europeas capaces”, que no vendrían de Estados Unidos.
Estas tropas no estarían cubiertas como parte de una misión de la OTAN ni por la garantía del artículo 5 de la alianza, lo que significa que en efecto dependerían de la ayuda de los estados participantes. Este puede ser, esperemos, el mayor impulso para un auténtico ejercito europeo al margen de la OTAN.
La versión rusa del anuncio del acuerdo
El Kremlin, por su lado, ha confirmado esta conversación –no su contenido- y las invitaciones mutuas para que los líderes visiten sus respectivos países en lo que serían las primeras visitas de un presidente estadounidense a Rusia desde 2009 y la primera de Putin a EE.UU. desde 2015.
En su comunicado, el Kremlin – debe sentirse victorioso- mantiene una posición maximalista, y Putin dijo que “mencionó la necesidad de eliminar las causas profundas del conflicto y estuvo de acuerdo con Trump en que se podría lograr una solución a largo plazo mediante negociaciones pacíficas”.
Como la iniciativa de las negociaciones no procede del Gobierno ruso, sino de EE.UU., "Moscú decidirá qué es aceptable y qué no".
Según el aviso de la propia CIA a Trump, los siete puntos irrenunciables de partida, para Putin serían:
- Ucrania y los países occidentales reconocen la anexión de “nuevos territorios”, incluidas las provincias de Zaporizhia y Kherson, así como Crimea, Donetsk y Luhansk.
- La retirada de las fuerzas ucranianas de la región rusa de Kursk.
- Ucrania reducirá sus fuerzas armadas y sus capacidades de defensa según las exigencias rusas, del comunicado de Estambul de 2022.
- Un acuerdo final sólo será posible después de que Ucrania haya elegido un gobierno que el Kremlin considere legítimo.
- Estados Unidos y la UE levantarán todas las sanciones sectoriales y personales que han impuesto previamente a Rusia y sus ciudadanos.
- Negociaciones sobre las compensaciones por los daños que ha sufrido Rusia a causa de las sanciones.
- Estados Unidos y la OTAN deberán volver a discutir el “ultimátum” del 15 de diciembre de 2021 y realizar un nuevo tratado sobre garantías de seguridad propuestos por Moscú en ese momento. En resumen, que la OTAN deje de desplegar armas en los estados miembros que se unieron después de 1997, cuando la alianza comenzó a aceptar a ex naciones comunistas (estados bálticos de Letonia, Lituania y Estonia, Bulgaria, Hungría, Rumania, Republica Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Montenegro, Albania, Macedonia, y sobre todo, Polonia).
¿Alguien les ha consultado? Putin y su entorno no están dispuestos a llegar a ningún tratado que no implique que aparezca ante los rusos como el vencedor de la invasión y garantizar su futuro.
Parece que se viene el fin de la guerra en Ucrania. Y el resultado es el previsible: Rusia consolidará el territorio conquistado; Estados Unidos se cobrará en "tierras raras" lo "invertido" en material militar; Europa habrá perdido a Rusia como proveedor barato de energía y se habrá hecho más dependiente de Washington, además de tener que incrementar notablemente los presupuestos militares (5% PIB) ante el nuevo expansionismo imperialista ruso; y Ucrania, además de perder territorio, no ingresará ni en la UE ni en la OTAN.
Sí, parece que vamos a dejar abandonada a Ucrania, país que, como Bielorrusa probablemente acabe siendo un nuevo satélite de Moscú a la derecha del nuevo mapa europeo, el cual reservará en el centro, y desarmados, a los ex países del antiguo Pacto Varsovia, y, en suparte izquierda,a la llamada Europa Occidental previa a la caída del muro de Berlín, pero sin el amparo del Tío Sam.