Este pasado jueves desde la redacción de Escudo Digital me hacían llegar la nota de la convocatoria de prensa, por parte de la Dirección General de la Policía, con el siguiente titular y subtítulos:
Operación de la Policía Nacional y la Agencia Tributaria
Golpe sin precedentes al tráfico de drogas en España
- Aprehensión histórica con la intervención del mayor alijo de cocaína en nuestro país
- Mañana, 25 de agosto, responsables de la investigación atenderán a los medios de comunicación interesados en el puerto de Algeciras, donde se expondrá la sustancia estupefaciente intervenida
Primero, y ante todo, mi felicitación a todas las personas implicadas en esta Operación, porque ellos mejor que nadie saben que no acaba aquí.
Estas operaciones tienen su trascendencia y repercusión en toda la línea de custodia del correspondiente "cártel", cártel de los Balcanes en este caso, y su correspondiente peligro para los integrantes de Policía Nacional y Agencia Tributaria que lo han conseguido.
Primero, por su impacto económico. 9.436 kilos de cocaína por el precio mayorista de un kilo de cocaína puede estar entre 25.000 euros el kilo a unos 30.000 euros el kilo - según me cuentan expertos policiales. Es decir, 283 millones de euros.
Una vez reducido y mezclado al 50%, lo típico en la calle, nos encontramos con 9.436.000 gramos por 60€/gramo igual a 566 millones de euros, que se convierten en unas 141 millones y medio de "rayas". Eso en España.
El destino del contenedor intervenido en Algeciras con 9,5 toneladas de 'coca' era el puerto de Lisboa aunque la droga iba a ser distribuida por diferentes países de Centroeuropa
Las "pastillas" llevaban hasta 33 logos diferentes en función de sus destinatarios, lo que influye muchísimo en su valor final en calle: Alemania multiplicado por 3,7 veces el de España, Holanda por 2,6 o Reino Unido por 4,6 veces. No me extraña que aprovechen estar aquí para "colocarse".
Segundo, por la tensión y repercusiones que va a generar en los "traficantes".
Esta aprehensión va a tener consecuencias dentro de la cadena de transporte, prontas y crueles por dos motivos muy claros:
Porque hace más de 5 años, y gracias a una investigación de la Europol que avisó a los agentes estadounidenses, en el portacontenedores Gayene, propiedad de MSC -la mayor naviera del mundo- encontraron más de 15.000 ladrillos de cocaína, con un peso de casi 20 toneladas y un valor estimado en la calle superior a 1.000 millones de dólares. Como parte de la operación, las autoridades detuvieron a los marineros corruptos, incautaron el propio barco, valorado en más de 100 millones de dólares, y desarticularon toda una red del cártel de los Balcanes en los barcos de la mayor naviera del mundo, aprovechando que MSC es el principal empleador de marineros de Montenegro con más de 2.250 tripulantes de los 6.000 que hay en ese país. Borrar sus huellas dejó toda una serie de cadáveres aparecidos y por aparecer en Serbia y Montenegro.
Y el otro motivo al que me refiero es porque lo que los medios generales denominan "el Cártel de los Balcanes" no es una sola organización vertical sino un conjunto de grupos criminales, la mayor parte enemigos entre sí, y por eso también les dicen “la Yugomafia”.
Su origen de se remonta al conflicto bélico que estalló en esa región (1991-2001). En un principio, les unía su origen (grupos militares privados, compuestos por ex policías y ex agentes de inteligencia), su lengua común (serbocroata), pero según se fueron especializando y expandiendo (tráfico de armas, robo de vehículos, contrabando de cocaína) se fueron distanciando.
Por ejemplo, en octubre del 21, la Policía Nacional, en una operación internacional (agentes de España, Alemania, Colombia, Croacia, Serbia y Eslovenia), desmanteló una de las mayores redes de distribución de cocaína de Europa. Se intervinieron más de 4.000 kilos y en un asalto policial en Tarragona detuvieron a 61 personas en España y varios países del Este de Europa, incluido Zlatan Petrovic que vivía en la urbanización Puigventós, en el municipio gerundense de Vidreres, en una calle donde tenía tres casas fortificadas y vigiladas por cámaras.
En los dos casos anteriores, se sucedieron una serie de muertes, la mayor parte de ellas en Colombia (sede de los proveedores) que desorganizaron en gran parte el Grupo Saric, el Grupo Amerika y el Grupo Keka.
Y en tercer lugar, también esta operación tendrá su trascendencia y repercusión en toda la línea de custodia del correspondiente "cártel" porque, aparte de un delito y una amenaza contra la salud, este es un negocio con unas reglas muy claras.
Según la última edición del Informe Mundial sobre las Drogas de las Naciones Unidas, 296 millones de personas consumieron drogas ilegales el año pasado, de las cuales unos 22 millones consumieron cocaína. La fabricación de esta droga alcanzó en 2021 un nuevo récord de 2.304 toneladas de cocaína pura. Este es el mercado.
Hay una serie de productores (fundamentalmente colombianos), que confían su producto a una serie de grupos o cárteles (en el caso europeo los más fuertes los balcánicos que llegaron a Colombia de manos de los italianos) y estos a su vez tienen una serie de compromisos con los distribuidores locales (33 logos diferentes como marcas señal de calidad).
Éxito policial, golpe gordo, sospechas de filtraciones y "chivatazos" y toda una serie de "reajustes" (con finiquitos definitivos) en lo que los propios CFO de la droga denominan su "cadena de valor".
Su éxito se basa en que un gramo de cocaína cuesta igual desde hace 20 años. ¿Cómo es posible?
"Los cárteles de la droga operan como un monopsonio; más que producir compran, procesan y envasan lo que agricultores corrientes de Colombia y otros lugares les venden a precio cautivo. Si los costes suben para los campesinos, debido a guerras, matanzas o erradicaciones, ellos se ven obligados a sufrir y asumirlo"
"Todo el mundo conoce el concepto de monopolio, en el que una compañía es el vendedor dominante de un producto en particular y, por ello, puede imponer el precio que quiera.
Así como la palabra ‘monopolio’ proviene de la idea griega de ‘un solo vendedor’, ‘monopsonio’ significa ‘un solo comprador.
De la misma forma en que un monopolista puede imponer precios a sus consumidores, que no tienen a nadie más a quién comprarle, un monopsonista puede imponer sus precios a sus proveedores, que no tienen nadie más a quién venderle”. (“Narconomics”, de Tom Wainwright).