En septiembre de 2022 Elon Musk ordenó a los ingenieros de SpaceX que desactivaran temporalmente Starlink para frustrar un ataque con drones submarinos ucranianos contra la flota naval rusa.
"Cuando los drones submarinos ucranianos cargados con explosivos se acercaron a la flota rusa perdieron conectividad y fueron arrastrados a la costa sin causar daño", señala Elon Musk, la biografía del magnate sudafricano escrita por Walter Isaacson y que salió a la luz hace exactamente dos semanas, poniéndose a la venta en Estados Unidos y llegando a España solo dos días después.
Según la CNN, los militares ucranianos rogaron a Musk que volviera a activar el servicio satelital en el área, pero el dueño de SpaceX, Tesla y X (antigua Twitter) desoyó sus súplicas por temor a que Rusia respondiera al ataque con armas nucleares, y se produjera una escalada sin retorno. De hecho, buena parte de los titulares señalan que el multimillonario empresario apagó su satélite Starlink para evitar que se produjera un 'Pearl Harbour' en Crimea.
Anteriormente, Musk se apresuró en enviar equipos Starlink a Ucrania cuando Rusia atacó sus sistemas de comunicaciones justo antes del estallido oficial de la guerra, el 24 de febrero de 2022. En ese momento, el país ucraniano también contó con el apoyo de otros gigantes tecnológicos estadounidenses como Google, que le dotó de un software de mando y control llamado 'Delta' que Ucrania lleva usando desde el inicio del conflicto y le ayuda a estar casi siempre un paso por delante de Rusia.
Las terminales satelitales se convirtieron rápidamente en parte integral de los esfuerzos ucranianos, pero Musk empezó a retroceder cuando observó que Ucrania comenzó a utilizar Starlink para atacar.
Desde ese momento hasta el día de hoy se ha escrito muchísimo al respecto.
Un informe de CNN indicó que el año pasado "Elon Musk ordenó en secreto a sus ingenieros que apagaran la red de comunicaciones por satélite Starlink de su compañía cerca de la costa de Crimea para interrumpir un ataque furtivo ucraniano contra la flota naval rusa".
"En septiembre de 2022, los ucranianos habían solicitado el respaldo de Starlink para atacar navíos rusos anclados en el puerto de Sebastopol, en la Península de Crimea. Musk se había negado, debido al temor de que Rusia lanzara un ataque nuclear en represalia. Musk no había firmado un contrato militar cuando rechazó esa solicitud para atacar Crimea; había estado proporcionando terminales gratuitas a Ucrania en respuesta a la invasión lanzada por Rusia en febrero de 2022".
Posteriormente, las fuerzas armadas estadounidenses han contratado los servicios de Starlink para que le presten un apoyo continuo. El Pentágono no ha dado a conocer los términos ni el coste de dicho contrato, bajo el argumento de mantenerlo en secreto por motivos de seguridad operativa.
Hasta que Musk rechazó la solicitud de Ucrania, no se había planteado la necesidad de crear un marco legal que especifique si una empresa o marca que proporcione respaldo militar en una guerra tiene que estar de acuerdo o no en que dicho servicio pueda ser utilizado en combate.
Estos servicios (Starlink, Delta, etc.) de los "monstruos" tecnológicos marcan el inicio de relaciones entre Fuerzas Armadas y corporaciones que pueden superarles en capital o tecnología, como también puede ser el caso de Amazon. Y es que la nube de Amazon Web Services (AWS) aloja actualmente más de 10 PB (petabytes) de datos pertenecientes a 27 ministerios ucranianos, 18 universidades del país o la considerada mejor escuela de aprendizaje a distancia, llamada K-12, y que también se encarga de salvaguardar docenas de empresas del sector privado.
Los gigantes tecnológicos son los nuevos "señores de la guerra", aunque hay un detalle que todos pasan de soslayo cuando critican a Musk por tomar la decisión de "desconectar" Starlink en Crimea. Este detalle es la declaración que hizo el propio magnate en una conferencia sobre desarrollo tecnológico, donde admitió que "habría estado dispuesto a lanzar Starlink sobre Crimea si hubiera recibido una 'directiva' del presidente estadounidense, Joe Biden".
Dicho todo esto, terminamos lanzando dos preguntas para la reflexión:
- ¿Estas grandes tecnológicas reciben instrucciones claras de los departamentos de Defensa de su país (Estados Unidos)?
- ¿Por qué Biden no dio esa orden ejecutiva?