Juan Gómez, presidente de la Asociación Nacional de Vigilantes de Seguridad Privada.

Opinión

Grupos mafiosos ofrecen servicios ilegales de vigilancia en la construcción

Presidente de la Asociación Nacional de Vigilantes de Seguridad Privada.

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Grupos mafiosos están ofreciendo servicios de seguridad a empresas de construcción.
Grupos mafiosos están ofreciendo servicios de seguridad a empresas de construcción.

En diversas ocasiones la Asociación Nacional de Vigilantes de Seguridad ha abordado uno de los temas que más daño hacen a la Seguridad Privada y que no es otro que el intrusismo.

Existen en nuestro país muchas empresas de seguridad que denominamos “piratas” y que tanto daño hacen al sector con sus prácticas irregulares cercenando el futuro de muchos compañeros y de sus familias abocándolos a un futuro de miseria e incertidumbre.

Esas que menciono no son las únicas que dañan a este sector. Hay una serie de “representantes de vigilancia” que están visitando estas instalaciones o el inicio de lo que serán más tarde, para ofrecer unos “servicios” a los que de puede costar decir que no.

Hemos visto por publicaciones contrastadas que estos individuos giran un recorrido por parcelas en las que se va a proyectar una nueva construcción y ofrecen unos “servicios de vigilancia” a los que difícilmente uno se puede negar. Te ofrecen que serán “buenos” y  “baratos”, lo que no te dicen es que, si obtienen una negativa por tu parte, habrá consecuencias.

Si eres un constructor decente es seguro que pondrás en conocimiento de las autoridades un ofrecimiento más que sospechoso y sin ningún tipo de contrato. Si lo haces de ese modo encontrarás robos y sabotajes que no podrás demostrar la autoría,  siendo el modus operandi de esos mafiosos de la seguridad.

La alternativa a estos clanes de la seguridad es contratar a una empresa solvente,  importante y registrada. De ese modo estos delincuentes se verán impotentes ante unas cámaras y unos vigilantes profesionales.

Si por el contrario claudicas y consientes esos desmanes,  te convertirás en cómplice de intrusismo sobre una actividad no declarada y, por tanto, estarás consintiendo la circulación de dinero negro y permitiendo el fraude a la Seguridad Social y a la Hacienda Pública.

Estadísticamente las prácticas más generalizadas se encuentran en Cataluña, aunque existen indicios en otras Comunidades en las que estos clanes tienen echadas sus redes.

Volviendo con las estadísticas podríamos señalar que dos de cada tres obras contratan a empresas ilegales. Esto es fruto del miedo o de la mala fe.

Cabe decir que a nivel de Cataluña las competencias sobre este tipo de prácticas y su erradicación o minimización son de los Mossos. Es posible que como sucede a nivel general, el número de personas encargadas de perseguir esos desmanes sea insuficiente. Eso lo saben los de la enseña de la rueda y ofertan a la baja esos servicios conscientes de la laxitud legal.

La bandera gitana consta de dos franjas horizontales: de color azul, en la parte superior, que representa el cielo; y de color verde, en la parte inferior, que representa el campo. En el medio de las franjas se incluye la rueda de carro, que simboliza la libertad del pueblo gitano, repartido por todo el mundo. Flaco favor hacen a su etnia los desalmados que forman parte de ella e interpretan que desde el cielo y hasta la tierra todo lo que encuentran se lo pueden apropiar. Esta es la que estos clanes mafiosos ponen en esas obras para hacer saber que controlan esa zona.

bandera
Cartel ilegal de seguridad en una obra.

Es respetable que se utilicen símbolos para determinar una creencia o una forma de ver la vida.  Impropio sería el definir a todas esas personas que se identifican con ella de personas de dudosa moral y honradez.

Quienes ancestralmente ejercen el patriarcado porque se han ganado el respeto de los demás por una trayectoria de vida intachable y velan por las costumbres de estas personas, no debieran permitir que esos clanes mafiosos ensucien la dignidad de quienes se sienten representados por esa bandera. La extorsión basada en amenazas sobre las personas o sus bienes son más propias de elementos delincuenciales que nada tienen que ver con esa etnia.

Desde la Asociación Nacional de Vigilantes de Seguridad animamos a esos constructores a denunciar. Sólo así podremos entre todos erradicar una práctica ilegal que no es garante de nada. Existen muchas empresas de seguridad que siguen unas pautas rigurosas y podrán ofrecer unos servicios adecuados a cada economía, no teniendo que denigrar una profesión que cada día ve como estos clanes les quitan el pan de la boca a sus hijos.