Ramón C. Riva.

Opinión

La incertidumbre de los accionistas del BBVA tras la elección de Trump

Ex militar y experto en Seguridad.

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Sede operativa del BBVA
Sede operativa del BBVA

Los inversores que compartían en estos pasados días a Escudo Digital sus preocupaciones por la OPA, cada vez más dura, de BBVA a Sabadell, con sus dos puntos débiles (México y Turquía) tenían razones para estar inquietos. Y es que, según se conocía la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, el peso mexicano se desplomaba más de un 3% frente al dólar y las acciones del BBVA retrocedían más de un 7% (el pasado viernes recuperaron 4 puntos). Pero no es sólo la pérdida de valor, sino que esta OPA le ha costado al BBVA ya 25.000 inversores.

En 2023, BBVA logró un beneficio de 8.019 millones, de los que México aportó 5.340 millones -el 66,6% del total-, mientras que a España le correspondieron 2.755 millones, 613 millones al resto América del Sur y 528 millones a Turquía.

El pasado 7 de mayo, unas semanas antes de que se celebraran las elecciones presidenciales en México -y solo dos días antes de lanzar el BBVA una opa hostil sobre el Sabadell- Carlos Torres, presidente de la entidad, afirmó ante la entonces candidata a presidente de México, Claudia Sheinbaum, su estrella invitada a la Reunión Nacional de Consejeros Regionales 2024 de BBVA México, “lo que es bueno para México, obviamente, es bueno para BBVA”.

Posteriormente, Trump manifestó que, si era elegido presidente, una de las primeras llamadas que haría sería a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. “No la conozco, pero me dicen que es una mujer amable”, afirmó para luego añadir que impondría  “aranceles del 25% a los productos importados de México si el país no lograba frenar el flujo de ‘criminales y drogas”, y que, si el “arancel del 25% no funcionaba, lo subiría al 50% o al 75% si hiciera falta”.

Obviamente, eso es muy malo para México, y según la teoría de Carlos Torres, en consecuencia, muy malo para BBVA.

Si además se confirma que el consejo de la CNMC valora una prórroga para aprobar o no la absorción del Sabadell por BBVA y añadimos meses de incertidumbre, la preocupación de los inversores está más que justificada.