El 29 de octubre de 2012, la propia web y nota prensa del Ministerio de Defensa lo dejaba claro: “La AALOG (Agrupación de Apoyo Logístico) 41 activa y gestiona un almacén en Zaragoza para acoger 53 Leopard2A4 y mantenerlos en condiciones de operatividad”.
Estos 53 Leopard son los mismos de los que en agosto 2022, en una visita a la Unidad Médica de Aero evacuación (UMAER) en la base aérea de Torrejón de Ardoz, la ministra de Defensa, Margarita Robles, dijo para cubrir al presidente Sánchez: "No se usan y están en Zaragoza desde hace muchos años, no es posible porque están en una situación absolutamente lamentable. Están en una situación que no se pueden utilizar y no los podemos dar porque sería un riesgo para las personas".
Los oficiales del Ejercito de Tierra tienen siempre presente el Artículo II del Decálogo del Cadete: “Tener un gran espíritu militar, reflejado en su vocación y disciplina”. Y aunque desconozco si el Decálogo de los Jueces -la ministra lo es- tiene algún artículo similar sobre "la verdad", lo que parece obvio es que el de los políticos, no. Esta misma disciplina es la que ha conseguido que los mandos militares responsables, en su orden jerárquico correspondiente, hayan callado frente a las palabras de la ministra.
Tres razones que desmontan las afirmaciones de Robles
El hecho de que los Leopard2A4 estuvieran “en una situación lamentable” supondría, en primer lugar, que los mandos de la AALOG41 no cumplieron su obligación y, por ende, que tampoco lo hicieron los mandos superiores (llegando hasta la ministra), quienes debían responsabilizarse de ese cumplimiento:
“De este modo, el pasado 13 de marzo se designó a la AALOG 41 para asumir el almacenamiento de los 53 Carros dentro de las instalaciones que ésta Unidad tiene en el Centro Logístico de Casetas, responsabilizándola del control físico y documental, así como del mantenimiento de su estado de conservación.
En la actualidad, se cumplimenta una primera fase del antedicho plan, que ha supuesto sucesivamente, la preparación de los carros en las unidades de origen, su recepción administrativa por parte de la Agrupación, el transporte de los Carros desde su ubicación inicial en Badajoz, Vitoria, Valladolid y Villaverde hasta el Centro Logístico, la activación del almacén y la ejecución de las tareas de mantenimiento requeridas.“
Por otro lado, si las declaraciones de la ministra fuesen ciertas implicaría que la Industria de Defensa auxiliar, que subcontrata estas labores de mantenimiento y actualización, no las ejecuta. No hay más que acudir a la Plataforma de Contratación del Sector Público para conocer qué labores de conservación y mantenimiento se han contratado:
“El contrato, adjudicado por la Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE), abarca el servicio de reparación de conjuntos y subconjuntos del sistema de dirección de tiro de los carros, así como el mantenimiento preventivo y evolutivo de los sistemas. En las instalaciones de la compañía, con infraestructura para la reparación de vehículos completos, se repararán todas las averías de los sistemas y se llevará a cabo la resolución de las obsolescencias y las mejoras de producto. Este contrato, con un presupuesto total de 1,5 millones de euros, se desarrollará hasta final de 2021”, se puede leer en la web de SDLE.
Según lo anterior, se estaría invirtiendo 1,5M€ en un plan que finalizó en 2021 en los sistemas de dirección de tiro de unos carros “que no se pueden utilizar y no los podemos dar porque sería un riesgo para las personas”. De momento, y para salir del paso ante preguntas incómodas, la ministra ya ha puesto en duda la honorabilidad y capacidad técnica de las Industrias de Defensa, así como la propia honorabilidad y deber de todo el escalafón militar implicado en estas tareas, finalizando en ella misma.
En tercer lugar, si las palabras de la ministra fueran ciertas, estaríamos mintiendo a nuestros socios y aliados en relación a nuestros recursos armanentísticos.
Y es que en todos los balances militares, más aún cuando se habla del armamento OTAN, incluso si se consulta Google o Wikipedia, siempre se habla de España con una fuerza de 347 carros de combate 'Leopard': 239 de los denominados 2E, la versión española y una de las más modernas (219 en unidades más diecinueve carros escuela), y 108 del modelo 2A4 que nuestro país compró a Alemania en la década de los noventa y que es el más antiguo operativo en la actualidad (54 se encuentran en el Regimiento de caballería Alcántara 10, en Melilla, y en el Regimiento de caballería Montesa, en Ceuta).
El resto, los famosos 53, están desactivados desde hace una década y almacenados en la Agrupación de Apoyo Logístico nº 41 de Casetas (Zaragoza). Pero desactivados quiere decir que no están activos, no asignados como operativos a unidades, aunque ni mucho menos que sean chatarra. Basta con acudir a la web de Defensa, a menos que se invente unidades, y comprobar cuál es la misión de la AALOG 41.
En resumen, para el posible enemigo y para nuestros aliados, son 53 carros de combate, del modelo más antiguo español, pero en mantenimiento y prestos a ser puestos en servicio si lo necesitásemos, como nos explican fuentes militares más que solventes, quienes afirman sin dudar que prácticamente "en 24 horas" podrían estar listos.
Posiblemente, para la ministra hubiese sido más fácil decir: “De momento no se pueden entregar porque los socios de Gobierno se oponen, y los socios de Gobierno son el segundo peldaño en la escala de valor del presidente, pero como el primer escalón de su escala valor (caer bien y hacerse hueco entre verdaderos líderes mundiales) le aprieten, va a decir que sí”.
De haberlo hecho, nos hubiéramos ahorrado la duda y la infamia arrojada sobre la labor de la Industria Defensa (en su mantenimiento) y sobre la parte del Ejercito implicada (en su misión), pero ya saben los militares que la ministra no se sabe de memoria el Decálogo del cadete.