Los días 6 y 7 de febrero de 2024, Reino Unido y Francia convocaron una conferencia (iniciativa PALL MALL) de múltiples partes interesadas en Lancaster House, Londres. Los asistentes a la conferencia discutieron las crecientes preocupaciones en torno a la proliferación y el uso irresponsable de capacidades comerciales de intrusión cibernética, incluido el software espía. En pocas palabras se trató de una iniciativa internacional, iniciada por los mencionados países, para promover una legislación internacional contra los programas espía como PEGASUS.
Los países que forman parte de esta iniciativa son Reino Unido y Francia como países precursores, así como Estados Unidos, Australia, Bélgica, Canadá, Chequia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Grecia, Italia, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Chipre, Irlanda, Corea del Sur, Rumania, Singapur, Suecia, Suiza, Nigeria, Ghana, Marruecos, Malawi, Zambia, Ruanda, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos. En total, más de Treinta países, que incluyen casi toda la OTAN, la UE y países aliados y occidentales.
En esta lista, como se habrá visto, no está España. ¿Por qué? Según explicó el medio El Independiente: “Fuentes del departamento que dirige el socialista José Manuel Albares confirman haber sido excluidos de la reunión a pesar de la relevancia de la misma. ‘Aún no hemos recibido la invitación por la que se interesa y que, en cuanto la recibamos, se procederá a su valoración”. Parece ser porque España sí asistió al Foro de Paz de París, pero rehusó firmar sus conclusiones.
Según los anglosajones, sin embargo, España y sus servicios de información (CNI) están ‘bajo lupa’ desde la destitución de su directora (Paz Esteban) y ‘permeabilización’ por partidos no muy fiables y, según los franceses, últimamente parece ser que Macron tiene vetado a Pedro Sánchez en casi todos los compromisos de envergadura (proyecto franco-alemán tanque europeo, etc.) por su excesivo protagonismo mediático.
Curiosamente, según me aseguran contactos franceses, en este cambio de actitud respecto al presidente del gobierno español tiene mucho que ver la ex mujer del ministro de Asuntos Exteriores Albares y asesora de Macron, la jueza francesa Hélène Davo.
Sea el motivo A, B, C o un conjunto de los tres, es peligroso para la Seguridad Nacional y la presencia internacional de España que cada vez se le vaya excluyendo más y más de estas iniciativas.