La entrada de Rusia en Mali ha modificado el escenario maliense en todos los ámbitos: político, económico y militar. Las reacciones no se han hecho esperar y las consecuencias pueden ser muy graves. Esta entrada de Rusia ha coincidido con el aplazamiento de las elecciones hasta 2026 y con las sanciones impuestas por esta razón por la CEDEAO.
Mali, después de no conseguir vencer al terrorismo yihadista durante los últimos años con la ayuda de Francia y ante el descontento de la población, ha optado por una alianza militar con Rusia, puesto que la debilidad de su ejército no le permite luchar sola contra el terrorismo yihadista. Lo que sí parece evidente es que Rusia no ha venido solo a luchar contra el terrorismo yihadista sino también a apoyar a la Junta militar, que debemos recordar recibió entrenamiento en Rusia en años anteriores y que posiblemente haya puesto como condición el retraso de las elecciones para 2026.
Francia tiene desplegada en Mali la operación Barkhane y considera incompatible la presencia de Wagner con las tropas francesas, por lo que ante la entrada de Rusia en el país africano lo más posible es la retirada de sus tropas. Por el momento las tropas francesas siguen allí junto a las rusas, pero ocupando territorios diferentes.
Francia en estos momentos ocupa la presidencia de la UE y ha hecho de las relaciones con el continente africano una de las prioridades de la Presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea. Los días 17 y 18 de febrero se celebrará una cumbre UE-África, ya que las relaciones de París con Malí y la República Centroafricana se han tensado recientemente. Además solicitó en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una resolución para condenar al régimen de Bamako que contaron con la oposición de Rusia y China. Igualmente ha apoyado las sanciones de la CEDEAO.
Bamako por su parte ha pedido una revisión de los Acuerdos de Defensa con Francia. Esta solicitud viene después de que Francia haya apoyado las sanciones de la CEDEAO y haya amenazado con retirar las tropas del país.
En el caso de la UE, que no solo tiene intereses en Mali sino que tiene desplegada distintas misiones, la respuesta ante la llegada de Rusia ha sido de preocupación y se espera una respuesta coordinada de los 27 países miembros que irá en apoyo de las decisiones adoptadas por la CEDEAO, incluida la adopción de sanciones específicas contra la junta gobernante de Malí lo antes posible. Evidentemente la UE tiene un compromiso con Mali que deberá cumplir con una serie de condiciones para mantenerse. En el caso de las misiones de la UE, lo más posible es que se busque una reubicación ante la llegada de los militares rusos.
Oficialmente Mali no ha pedido aún ni a las tropas francesas ni a las de la UE que se marchen, pero sí existen muchísimos mensajes de hostilidad, un sentimiento antifrancés generalizado y manifestaciones masivas.
En caso de retirada se marcharían la operación Barkhane, la operación Takuba y las misiones de entrenamiento de la UE. Sería una triste salida y fallida de Francia después de nueve años de intervención, todo un fracaso del país galo y, en definitiva, de la UE.
En última instancia lo que se percibe en la población maliense es que su país es un territorio de lucha para las potencias occidentales. Para el pueblo maliense, el retorno a la seguridad se establece como una prioridad y para muchos la Operación Barkhane no ha logrado poner fin a los conflictos en el país. Esto lleva a un rechazo y desconfianza de la presencia militar francesa junto con la idea de que solo permanece en Mali por sus intereses económicos.
En el caso de Rusia su entrada en África, y concretamente en Mali, vendría acompañada de la idea de mostrar su liderazgo y derrotar a sus enemigos de forma indirecta para ganar influencia y vencer a Occidente.
En el caso de Francia, ademas de todo lo dicho anteriormente, lo que defiende sobre todo es su condición de potencia frente a Rusia. La pregunta no es si Francia y la UE se quedan en Mali, es si podrán hacerlo.
Evidentemente no se dan las condiciones para quedarse por ninguna de las partes, por lo que la salida sería lo más normal. Sin embargo, no puede producirse una salida total, por lo que si se quedase sería a través de los medios aéreos, de los medios de inteligencia y de otros medios cuya visibilidad sea la menor posible.
Sin embargo. Francia no retirará sus tropas de Mali tres meses antes de las elecciones porque esto recordaría el desastre de la retirada americana de Afganistán. Y es que si en el caso estadounidense su salida supuso asumir una derrota absoluta después de 20 años en dicho pais, Francia correría la misma suerte tras casi una década en Mali.
Por otra parte, ante la retirada de las tropas de Francia y de la UE habría que preguntarse cómo queda la MINUSMA. La MINUSMA debe seguir desempeñando su papel de pacificación, pero se quedaría sola con Rusia y Francia continuaría llevando a cabo sus operaciones específicas a distancia al igual que EEUU.
Por todo ello, la entrada de Rusia en Mali sería vista como un triunfo de esta sobre Francia, la UE y EEUU, que han sido incapaces durante estos años de conseguir instaurar la seguridad en Mali. Veremos si Rusia consigue hacerlo.