Por más que se intente una labor didáctica o de comunicación, afortunadamente a los “mortales” de a pie nos preocupa más el día a día (personal y familiar) y nuestras necesidades estratégicas van más enfocadas a elección de trabajo o de vivienda; las famosas 4 C (compañero/ra, curre, casa y coche) que marcan nuestro ámbito de decisión. Sin embargo, el mundo a nuestro alrededor sigue girando y se producen eventos tan importantes que pueden marcar la diferencia entre que la Unión Europea siga siendo un espacio de bienestar y libertad individual o, por el contrario, corra peligro de dejar de ser una de las tres potencias económicas y de defensa del mundo, junto a Estados Unidos y China.
Dos grandes sucesos han condicionado la historia del mundo estos tres años últimos: el COVID y la invasión de un país europeo (Ucrania) por una gran potencia. En el primero, la UE ha dado sobrada respuesta de su capacidad de reacción, en el segundo aún es pronto para definiciones, pero no para lecciones.
Para Europa, vale la misma obsesión que dirigió a De Gaulle a convertir Francia en una potencia autosuficiente, desarrollando su propio armamento, y convirtiéndose –de paso- en uno de los grandes exportadores mundiales de armas.
Me es muy clarificadora la anécdota de la pelea entre De Gaulle y Churchill sobre los recursos de apoyo financieros y de armas, a una –muy pequeña, aún en 1940- Francia Libre:
De Gaulle, exasperado, le espetó: “Los británicos parece que solamente están dispuestos a luchar por dinero, mientas nosotros los franceses lo hacemos por la dignidad y el honor”.
Churchill, con flema, le miró unos segundos en silencio y finalmente le contestó: “Claro, cada uno pelea por lo que le falta”.
Para que Europa pueda mantener su espacio de autodeterminación, libertad, dignidad y honor, recursos no le faltan. Afortunadamente.
El gasto en Defensa de la UE en 2021, 176.000 millones de euros, triplicó el ruso (65.000), aunque este había aumentado mucho respecto a 2020, supongo que preparándose para la invasión de Ucrania. Y aunque Rusia invierte casi el 5% de su PIB frente a menos del 1,5 del PIB de los 27, el PIB de Rusia frente a la UE es diez veces menor.
Los informes de la Agencia de Defensa Europea (EDA) señalan que estamos aún muy lejos gastar de forma colaborativa, como si de un solo país (frente a USA, Rusia o China) se tratara. Para el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, pese al "largo camino" recorrido en la cooperación militar en Europa se gasta "muy poco" de forma coordinada.
Por ello, ha reclamado que el aumento en el gasto en Defensa vaya acompañado de inversiones conjuntas que "deben convertirse en la norma". "Gastar no es suficiente, tenemos que hacerlo mejor, y eso significa hacerlo juntos. Esta es la única forma de equipar eficazmente a las Fuerzas Armadas europeas para los desafíos futuros", ha afirmado en varias ocasiones.
A nivel militar y estratégico, la invasión de Ucrania por Rusia está no solo cambiando paradigmas hasta ahora obligados de la forma de desarrollar los combates, sino que marcan como pocas veces en la Historia la enorme influencia del I+D+i en las armas, y lo marcaran aún más.
Hay una tendencia creciente a equipar a las fuerzas armadas de cada país con herramientas de guerra cibernética y guerra híbrida, a la vez, en el campo “real” de batalla observamos cómo enormes inversiones en supuestos equipamientos clásicos números 1 en revistas especializadas (carros combate, vehículos blindados, aviones, etc.) resultan ser un fracaso o no tan eficientes como su coste. En paralelo, las grandes potencias no paran de anunciar nuevas “estrellas” militares (armamento hipersónico de sexta generación, militarización espacial, etc). No hay potencia económica ni militar que pueda soportar los enormes esfuerzos que requiere estar presente en todos estos campos.
Por eso, en esta ocasión, la Feria Internacional de Defensa y Seguridad, FEINDEF, que se celebra del 17 al 19 de mayo de 2023 en Madrid, es crucial para España. No voy a hablar de la antigua realidad española, cuando astilleros como el de La Habana botaban el “Escorial de los mares”; Nuestra Señora de la Santísima Trinidad, botado en 1769, ni multitud de similares que ponen en valor la Industria de Defensa de España. Se trata de futuro y punto histórico. España y la defensa de su integridad territorial, sus valores y su modo de vida, necesita ante un mundo muy cambiante y más amenazador en esta época que en épocas anteriores una coordinación de su Industria civil y de defensa en su máximo exponente. Primero interna, y, en segundo lugar, en colaboración con la Unión Europea y la OTAN.
Por ello, y a partir de este artículo, vamos a trasladar a la opinión publica y a nuestros lectores toda la importancia del sector Defensa y Seguridad español: desde grandes empresas presentes mundialmente como Indra o Navantia a otras más pequeñas pero importantísimas como Rodman Polyships.
El programa Vehículo Blindado de Ruedas (VCR) 8x8 Dragón del Ejército de Tierra es uno de sus mejores ejemplos. El contratista principal TESS DEFENSE (Escribano Mechanical & Engineering S.L., Indra Sistemas S.A., Santa Bárbara Sistemas S.A. y Sapa Placencia S.L.) salvaguarda capacidades estratégicas de producción material defensa; no solo eso sino que aglutina en torno a toda una lista de empresas nacionales que se ven favorecidas en la singularización y acabados de los casi 1000 vehículos comprometidos. En cualquier economía de escala, si este programa Dragón tiene éxito, como lo han tenido Navantia, Airbus, etc., impulsaremos un sector estratégico de alta tecnología y valor añadido que en España da empleo y forma a más de 25.000 personas y 350 empresas. Más aún, para una alta autosuficiencia, ya sea en proyectos propios o compartidos con países UE u OTAN, y su correspondiente proyección al extranjero, significan más de 70.000 empleos, una alta inversión en industria naval y aeronáutica, y la tranquilidad de saber que casi nos podemos defender solos. Eso es lo que representa FEINDEF.