El último informe de ESG y la Asociación Internacional de Seguridad de Sistemas de Información (ISSA) recoge que el 57% de las organizaciones reconocen haberse visto afectadas por la escasez global de habilidades en ciberseguridad, mientras que el 44% cree que la escasez de habilidades ha empeorado en los ultimos años.
Esto se traduce en procesos de contratación que se demoran durante semanas o meses y, lo que es más preocupante, en un aumento de las cargas de trabajo para el personal de ciberseguridad que puede llevarlo a altas tasas de agotamiento y desgaste.
La investigación de ESG a finales de 2022, recoge cuáles son los empleos de este sector con menos personal. El 37% de las organizaciones tiene escasez de arquitectos de seguridad, el 35% de ingenieros de seguridad, el 34% de analistas SOC de nivel 3, el 33% de analistas de gestión de vulnerabilidades y el 31% de CISO, BISO y otros puestos de ciberseguridad senior.
La economía no ayuda
El informe también pone de manifiesto que la economía en recesión agravará la escasez de habilidades en ciberseguridad, algo que se notará especialmente durante los próximos 12 a 18 meses. Hay varios motivos por los que esto podría ocurrir.
El primero de ellos es que los profesionales de este ramo serán más selectivos a la hora de buscar trabajo. Una forma clásica de retenerlos era ofrecerles generosos paquetes de compensación vinculados a opciones sobre acciones, pero ahora que los mercados están caídos y las OPV paradas estos profesionales evitarán las acciones y pedirán dinero en efectivo.
Es probable que se mantentan a la expectativa de que la tormenta económica pase y hasta entonces no se planteen moverse de donde están.
Por otro lado, se espera que el crecimiento del uso de los servicios de seguridad drene la reserva de talentos. Muchas organizaciones están recurriendo a servicios administrados de detección y respuesta de amenazas (MDR) para reforzar su seguridad. Si este patrón persiste los proveedores de estos servicios (MSSP) deberán agregar personal para manejar la creciente demanda.
La congelación de contrataciones es algo que ocurre comúnmente cuando se está en un clima de recesión económica. Los CISO deben pelearse con los responsables de RR.HH para cada contratación individual necesaria. Esto ralentiza las incorporaciones.