Las Unidades de Intervención de la Policía Nacional, cuyos miembros son conocidos como UIP o antidisturbios, dispondrán a partir del próximo año de un nuevo "chaleco integral de orden público", que protege a la vez contra golpes y disparos.
Así lo anunció este lunes en el Congreso el director general de la Policía, Francisco Pardo, quien compareció en la Comisión de Interior para explicar sus planes para esta legislatura y responder a preguntas de los grupos parlamentarios.
Al explicar las iniciativas para modernizar la institución, Pardo informó de que el servicio de armamento de su cuerpo de seguridad ha desarrollado un "nuevo chaleco integral de orden público, que combina la protección antitrauma con la protección antibala, anticuchillo y antipunzón".
Este nuevo chaleco supone que los antidisturbios no deberán llevar un chaleco para protegerse de los golpes y otro para los disparos, ya que será un único elemento para ambas agresiones. Para desarrollar este sistema, se va a licitar un contrato plurianual a cuatro años (2025-2028) para la adquisición de 4.760 de estos chalecos, a razón de 1.190 unidades anuales, con una inversión de 8,6 millones de euros.
Inmovilizadores eléctricos
Al mismo tiempo, Pardo explicó que en el periodo que va de 2019 a 2023 se han adquirido otros 28.717 chalecos antibala, anticuchillo y antipunzón adaptados a hombres y mujeres.
Con ello, indicó, a finales de 2023 se disponía ya de 69.939 chalecos, suficientes unidades para dotar a todos los policías que desarrollan funciones operativas para las que requieren portar estas prendas.
En cuanto a las previsiones, este año se ha tramitado un expediente de contratación para la adquisición de otros 24.000 chalecos entre 2025 y 2028. De ellos 20.000 serán de uso externo y 4.000 de uso interno, con una inversión superior a los 20,5 millones de euros.
Al mismo tiempo, el director general informó de que se han adquirido 1.600 dispositivos 'taser' o inmovilizadores eléctricos y 4.000 cámaras de grabación asociadas a los mismos. El objetivo es seguir disponiendo de este armamento no letal para hacer frente a incidentes.
A este respecto, se encuentra en licitación un nuevo expediente de adquisición plurianual de un mínimo de 3.500 inmovilizadores eléctricos, por importe de 13,6 millones de euros, que se irán recibiendo a razón de 700 unidades por año entre 2024 y 2028.
El objetivo es que a finales de 2028 todos los 'vehículos Z' de la Policía lleven al menos un inmovilizador eléctrico de dotación y los policías de servicio hayan recibido la formación específica para su uso. De igual modo, se han adquirido 30.332 bastones extensibles.