La Guardia Civil ha dirigido una operación coordinada por Europol y Eurojust, en colaboración con los cuerpos policiales de Bélgica, Francia y Rumanía, que ha resultado en la desarticulación de una de las organizaciones criminales más activas de Europa en el robo de cajeros automáticos mediante el uso de artefactos explosivos.
La operación, denominada Berthelot, se ha saldado con la detención de siete personas en diferentes actuaciones desarrolladas en España, Rumanía y Bélgica. Se les atribuye el robo de más de 1,5 millones de euros a través de 7 asaltos a entidades bancarias de nuestro país y otros 15 en distintos países europeos, concretamente en Suiza, Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Francia.
Entre los arrestados está uno de los líderes de este grupo delictivo, que contaba con gran experiencia y conocimientos en la manipulación de sustancias explosivas y también se encargaba de formar al resto de integrantes. Además, en España también se han esclarecido 18 delitos relacionados con el robo de vehículos y otros robos con fuerza en distintas empresas, cometidos de manera simultánea a los delitos principales.
La banda planificaba exhaustivamente sus acciones realizando una rigurosa selección de posibles objetivos, decantándose por cajeros automáticos asentados en localidades con escasa vigilancia policial y acceso rápido a grandes vías de comunicación para facilitar su huida. Llevaba operando desde 2019 y, dada la cantidad de explosivo que utilizaban, causaban graves daños estructurales en los inmuebles en los que se ubicaban los cajeros asaltados, así como en el resto del edificio donde se alojaba. Así, sus asaltos causaban una gran alarma social y sensación de inseguridad, más si cabe en localidades pequeñas.
Una de sus bases de operaciones estaba situada en Lugo
En España, la investigación sobre este grupo se inició en 2020 después de que perpetrara un ataque con explosivos sobre una sucursal bancaria en el municipio leonés de Toral de los Vados. Su modus operandi, conocido como "Pala de Pizzero", contaba con patrones idénticos a hechos similares producidos en otros países europeos, además del uso de un determinado explosivo, de utilizar un vehículo sustraído para llevar a cabo el ataque a la entidad y abandonarlo posteriormente rociando íntegramente su interior con un extintor para impedir cualquier identificación de sus autores.
Dada la gravedad de los ilícitos y una vez constatada la posible autoría por parte del grupo ahora desarticulado, así como su alcance trasnacional, la Guardia Civil creó un equipo conjunto de trabajo formado por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de León.
En los avances de la investigación se pudo comprobar la vinculación del grupo con una serie de robos similares perpetrados en el noroeste peninsular, constatando que además de la continua itinerancia de los miembros del grupo, estos disponían de una rama logística asentada en la localidad de Ribadeo (Lugo) y accedían a España desde diferentes países europeos con el fin de acometer el ilícito penal, abandonando seguidamente nuestro país.
Primera fase de explotación: ataque inminente
El pasado mes de octubre, la Guardia Civil tuvo conocimiento de que una de las células operativas de la organización había accedido nuevamente a España, con el claro convencimiento por parte de los investigadores de que iba a cometer un robo inminente contra alguna sucursal bancaria.
Una vez localizada esta célula y sometida a una continua vigilancia, siguiendo el patrón esperado por los agentes, sus integrantes se refugiaron en el ya citado municipio de Ribadeo (Lugo), desde donde realizaron varios desplazamientos por localidades cántabras y asturianas, fijando finalmente su siguiente objetivo en la localidad de San Claudio (Oviedo).
De esta manera y siguiendo el modus operandi habitual, los responsables de llevar a cabo el asalto sustrajeron un vehículo de un concesionario, desplazándose seguidamente al objetivo seleccionado, lugar en el que fueron detenidos tras huir con un botín de 48.000 euros.
Segunda fase: detenciones simultáneas en España, Bélgica y Rumanía
Tras neutralizar así la célula más peligrosa de esta organización criminal, se puso en marcha la segunda fase de la operación Berthelot. Para ello, se activaron las pertinentes y correspondientes Órdenes Europeas de Detención, que permitieron los arrestos de más integrantes de este grupo criminal en distintas acciones simultáneas llevadas a cabo en España, concretamente en el municipio madrileño de Torrejón de Ardoz (Madrid), así como en Bélgica y Rumanía.
En España, la investigación ha sido dirigida por el Juzgado de 1º Instancia e Instrucción nº 6 de Ponferrada y la Fiscalía de dicha localidad, y llevada a cabo por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO-Galicia) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, Unidad Orgánica de Policía Judicial de León, Unidad Técnica de Policía Judicial, y coordinada por EUROPOL (EMPACT OPC) y EUROJUST.
Respecto a las acciones llevadas a cabo por la Guardia Civil en Torrejón de Ardoz, los agentes han podido intervenir medios técnicos de balizamiento muy avanzados, así como cámaras IP preparadas para ocultar en medios encubiertos, e incluso prendas de uniformidad de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, como fundas de chalecos antibalas.