Las mafias internacionales, principalmente procedentes del Este de Europa, asentadas en las costas levantinas están sufriendo en los últimos meses el asedio de las fuerzas del orden que, en diferentes operaciones terrestres y/o marítimas, están mermando su capacidad delictiva de forma importante.
Hoy la Policía Nacional informa que, en una operación coordinada por Europol en la que también han participado agentes de la Oficina Central de Investigación de Cracovia, ha puesto fin a un extenso entramado criminal de origen polaco dedicado al tráfico de drogas, de armas, robo de vehículos, delitos violentos, contrabando de material sanitario y blanqueo de capitales.
Se han practicado 81 detenciones, entre ellas las de sus líderes, quienes estaban asentados en la provincia de Alicante, y a los que se les ha intervenido casi una tonelada de marihuana, 50 kilogramos de cocaína, seis armas de fuego y varias armas prohibidas. Además, se les ha bloqueado más de 3,5 millones de euros en cuentas y propiedades, tres vehículos que habían sustraído, 13 terminales telefónicos de comunicaciones encriptadas para ser distribuidos entre los miembros de la organización y numerosa documentación empresarial y bancaria.
Destaca el carácter marcadamente violento de los detenidos, a quienes se relaciona con hooligans de Cracovia, así como con la práctica de artes marciales mixtas.
Un entramado con diversas tapaderas empresariales
La operación comenzó en julio de 2018, cuando la Policía Nacional y las autoridades policiales de Polonia y Reino Unido consiguieron identificar a esta organización criminal que, desde Alicante, dirigía el tráfico de drogas internacional y diversas actividades empresariales que utilizaban como tapadera para el blanqueo de capitales.
Entre estas se encontraban empresas inmobiliarias, de compraventa de vehículos, comercialización de diamantes y metales preciosos o alquiler de embarcaciones de recreo, entre otras.
Ya en las primeras fases de la investigación se detuvieron a 68 personas y se incautó casi una tonelada de droga. Además, se intervinieron tres armas de fuego y otras armas prohibidas, balizas GPS y ropa táctica que la organización utilizaría para robar, extorsionar y enfrentarse a organizaciones rivales con el fin de controlar el negocio del tráfico de drogas.
Las pesquisas policiales detectaron cómo el líder, asentado en Alicante, planificaba la comercialización internacional de armas de fuego procedentes de Albania, aprovechando el desarrollo de sus redes de distribución. También cómo empezaron a acumular material sanitario con el objetivo de beneficiarse de la situación socio-sanitaria provocada por la COVID-19.
Un agente polaco filtraba información a la organización
Ante la creciente sospecha de que había un agente polaco que estaba filtrando información de la investigación a la organización criminal -el líder de la organización comenzó a intensificar las medidas de seguridad fruto de estos presuntos chivatazos- los agentes decidieron realizar la intervención final de la operación, que consistió en 17 entradas y registros en viviendas y locales en España y Polonia.
Esta acción concluyó con la detención de otras 13 personas en ambos países, entre las que se incluían los líderes de la organización.