Unas 45.000 personas forman la comunidad judía en España. Estas mujeres y hombres no viven ajenas al protagonismo de Israel en el mundo, acrecentado desde el ataque de Hamás del 7 de octubre del pasado año, con su historial de muertos y secuestros. La respuesta militar del Gobierno israelí en Gaza, el intercambio de misiles con Irán las operaciones contra Hezbolá (las explosiones por control remoto de buscas y walkie-talkies de dirigentes del grupo terrorista y los bombardeos en el sur del Líbano) configuran un panorama internacional al que nadie puede sustraerse y mucho menos los judíos españoles.
Hezbolá, ahora mismo en el foco de la crisis, lleva desde el pasado 8 de octubre lanzando cohetes sobre población civil israelí. Estos ataques han obligado al desplazamiento de más de 60.000 personas en busca de protección y sistemas defensivos.
Etapa difícil
La inmensa mayoría de comunidades y organizaciones de la confesión judía en el territorio nacional se agrupan en torno a la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), entidad que representa oficialmente a las comunidades judías ante las instituciones oficiales nacionales e internacionales desde 1992.
Ante la complicada situación en Oriente Próximo y el sentimiento contra Israel que florece en redes sociales, las comunidades y los judíos españoles procuran seguir manteniendo la vida de siempre, pero con cierta prudencia, explica la FCJE a Escudo Digital: “Estamos bien, haciendo la vida con normalidad, pero con prevención, atención y observación, porque no cabe duda de que estamos en una etapa muy difícil, con un aumento importantísimo del antisemitismo a nivel mundial”.
Refuerzo de la seguridad
El difícil contexto internacional no altera sus costumbres. Los judíos españoles tiene instituciones educativas propias en todas las comunidades autónomas y como colegios específicos para las distintas etapas de Infantil, Primaria y Secundaria en las ciudades de Madrid, Barcelona y Melilla. Existen además más de 30 sinagogas, algunas con capacidad de hasta 800 personas. La seguridad obviamente se ha reforzado tras los últimos episodios, señala la FCJE: “Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado protegen nuestras sinagogas y centros comunitarios con más refuerzos que antes del 7 de octubre porque son conscientes de que los sitios de los judíos son objetivo del terrorismo”. “Las instituciones judías cuentan con seguridad privada”, coordinada con las fuerzas policiales, indica.
Las sinagogas son objetivo preferente del antisemitismo. El 18 de octubre de 2023, un grupo de manifestantes propalestinos se concentraron frente a la sinagoga de la ciudad autónoma de Melilla Or Zaruah Yamin Benarroch al grito de “Israel asesino”. La Policía tuvo que intervenir para dispersar a los manifestantes y asegurar la integridad de las personas que estaban dentro del recinto religioso. Afortunadamente, no hubo heridos.
En marzo, agentes de la Policía Nacional detuvieron a una persona acusada de delitos de enaltecimiento e incitación a acciones terroristas. Este radical islámico mostraba contenidos del Estado Islámico y un entusiasta apoyo a Hamás. Entre sus proclamas llamaba a atacar contra la comunidad judía en general y contra la de Melilla en particular (estaba elaborando una lista de posibles objetivos) Esta persona participó en el intento de asalto de la sinagoga en el mes de octubre.
Conviene recordar que en enero de este año, uno de los portavoces del Estado Islámico, Mujahid Abu Hudhaifah Al-Ansar, realizó un llamamiento a “los leones del islam” para que persiguieran a “judíos, cristianos y sus aliados en las calles y caminos de América”, en un mensaje en el que incita a atentar contra “objetivos fáciles” y preferiblemente “civiles”, lo que incluye también centros religiosos “como sinagogas e iglesias”.
Ataques a comercios y domicilios
El recrudecimiento del conflicto bélico entre Israel y Hamás motivó a finales de 2023 también ataques a comercios y domicilios. La comunidad judía pidió a políticos y medios de comunicación el mantenimiento del rigor en sus comentarios. Pintadas en el barrio judío de Besalú (Girona), en la puerta de una sinagoga en Madrid, en determinados hogares… fueron algunos de los acosos llevados a cabo.
Desde la FCJE declaran al diario que estas acciones “son pruebas muy claras de lo encendidos que están los ánimos, de que el antisemitismo existe y se manifiesta de esta forma, de que hay mucho por hacer en la lucha contra el odio y la discriminación”. Y no afecta de la misma manera a todas las personas, comentan: “A nivel general hay atención y medidas de seguridad. Casi todas las semanas nos encontramos con noticias de grupos y organizaciones terroristas que ponen en la diana a los judíos. No es para tomarlo a broma. A nivel personal, hay gente que ha sufrido antisemitismo, bullying, etcétera, por ser judío que sí tiene miedo”.
Los cementerios judíos (Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Melilla, Ceuta, Palma de Mallorca, Valencia, Benidorm y La Línea de la Concepción) se libran de momento del vandalismo que atraen en otras ciudades del mundo. donde el salvajismo suele ir acompañado de pintadas de cruces gamadas, el símbolo nazi por excelencia.
Aumento de los delitos de odio
En el oleaje de la opinión pública parece estar aumentado el antisemitismo. Y también en los ataques. El Informe sobre la evolución de los delitos de odio en España 2023 muestra un crecimiento el año pasado. De los 11 que registró el Ministerio del Interior en 2011 y los 13 en 2022, se ha pasado a 23, lo que supone un 76,92% más. El estudio aclara que se computa como antisemitismo “cualquier acto de odio, violencia, discriminación, fobia y rechazo, practicados contra los judíos o nacionales del Estado de Israel”.
Reconoce la FCJE que los judíos españoles viven “con absoluta normalidad, plenamente integrados en la sociedad, contribuyendo a la prosperidad de nuestro país y orgullosos por todo ello”. “Así estábamos antes de la matanza que perpetró la organización terrorista Hamás el día 7 de octubre y así nos mantenemos hoy en día”, añade.
“Tenemos una relación cordial y frecuente con las distintas administraciones —afirma la organización—, con la clase política, las organizaciones sociales, las confesiones religiosas… Es importante que estemos en contacto para conocernos mutuamente. Es la manera de entendernos y respetarnos. Es la manera de construir una sociedad libre y plural”.