A principios del pasado mes de septiembre en Escudo Digital advertimos que la criminalidad estaba creciendo en España, de acuerdo con el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior que analizaba la evolución de la delincuencia durante los seis primeros meses del 2022. Ahora el departamento del Gobierno ha publicado una nueva edición del informe, correspondiente al primer trimestre del presente año, y desgraciadamente la tendencia se ha mantenido al alza y, además, se ha producido un aumento en todas y cada una de las modalidades de delitos que examina, tanto en la criminalidad convencional como en la cibercriminalidad.
Este último balance recoge las cifras de las infracciones penales registradas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil), los Cuerpos de Policía dependientes de las Comunidades Autónomas (Ertzaintza, Mossos d'Esquadra y Policía Foral de Navarra) y también por aquellos Cuerpos de Policía Local que facilitan datos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Además, muestra todas estas cifras recopiladas no solo a nivel nacional, sino también desagregadas por Comunidades Autónomas, provincias, capitales de provincia y localidades con una población superior a los 20.000 habitantes.
Para profundizar sobre las principales conclusiones que se extraen del Balance de Criminalidad vamos a abordarlo en al menos dos artículos. Y, este primero, lo vamos a dedicar a exponer los datos más destacados a nivel nacional.
La criminalidad total ha crecido un 7,2%
Según indica el documento, el número total de infracciones penales registradas policialmente en España durante el primer trimestre de 2023 asciende hasta un total de 588.785 delitos, un 7,2% más que en mismo periodo del año pasado. De esta suma, 480.906 (el 81,7% del total) se corresponden con la categoría de criminalidad convencional (que engloba todas las formas de criminalidad no cometidas en el espacio ciber, y que presenta un aumento del 5,8% sobre 2022), en tanto que la cibercriminalidad (107.879 infracciones penales, el 18.3% del total), presenta un incremento del 13,8% respecto a 2022.
Los hurtos y los robos representan casi la mitad de la criminalidad convencional
En la categoría de criminalidad convencional destacan especialmente los indicadores relacionados con los delitos contra el patrimonio (índices de hurtos y robos), que han aumentado en conjunto un 10,9% y representan el 45,5% del total de las 480.906 infracciones penales que se han perpetrado de enero a marzo de 2023. A continuación, desglosamos las cifras de este tipo de delitos:
- Los hurtos se llevan la palma con 163.476 casos, lo que supone un aumento del 12,5% sobre el mismo periodo de 2022.
- Los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, se han elevado un 6,2% y suman un total de 30.111. De ellos, los que tienen una mayor incidencia son los asaltos en viviendas, con 21.541 hechos y un incremento del 2,4%.
- Los robos con violencia e intimidación han crecido un 4,5% y han alcanzado la cifra de 15.458.
- Las sustracciones de vehículos han aumentado un 10,8%, desde 7.106 hasta 7.870.
Delitos de lesiones y riña tumultuaria, tráfico de drogas y delitos contra la libertad sexual
Tras los delitos contra el patrimonio, estas son, en este orden, las infracciones penales que han registrado más casos en España durante los tres primeros meses del 2023. Los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria se cuantifican en 5.698 (un 6,2% más respecto al mismo periodo de 2022), los relacionados con el tráfico de drogas en 4.901 (un 8,5% más) y os delitos contra la libertad sexual en 4.303 (un 16,9%).
En el presente Balance, el Ministerio del Interior pone el foco en estas dos últimas tipologías penales. En cuanto al tráfico de drogas, asocia el aumento que ha experimentado con la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en el marco de planes específicos como el Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar, dado que en este fenómeno delictivo se producen muy pocas denuncias. "Por tanto, es, en realidad, un indicador de actividad policial frente a este tipo de delitos".
Respecto a los delitos contra la libertad sexual (excluidos los cometidos de manera online) señala que su incremento del 16,9% debe relacionarse, en parte, con las activas políticas de concienciación y de reducción de la tolerancia social y personal frente a este tipo de hechos delictivos, lo que se traduce en una mayor disposición de las víctimas a denunciar los mismos y a poner sus casos en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, reduciendo de esta forma los niveles de infradenuncia que han podido y pueden existir en relación con estos tipos penales.
Las estafas informáticas, reinas de la cibercriminalidad
En la categoría de la cibercriminalidad (infracciones penales cometidas en/por medio ciber, tal y como aclara el informe), se contemplan dos tipos delitos: las estafas informáticas y otros ciberdelitos.
Los ciberdelincuentes tienen especial devoción por las ciberestafas, que desde el 2011 han aumentado todos los años en España salvo en el 2013, que descendieron desde 27.231 hasta 26.664, un 7,26%. Esas cifras quedan ahora muy lejos y, además, no dejan de aumentar. En el primer trimestre de este año lo hicieron en un 13,7% sobre 2022, sumando un total de 95.561 delitos, que representan el 89,5% de toda la cibercriminalidad y el 16,4% de toda la delincuencia registrada durante este periodo.
"Para comprender mejor todavía la evolución de la cibercriminalidad, y su impacto sobre el conjunto de la criminalidad, las estafas informáticas representaron la cantidad anual de 336.778 delitos en 2022 y 70.178 hechos registrados en 2016, ambos años con datos del conjunto de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Eso implica que, en apenas seis años, las estafas informáticas conocidas en el año 2022 crecieron un 379.9% sobre las registradas en 2016", apunta el Ministerio del Interior.