Entre enero y febrero, llegaron al país 9.141 personas por vía marítima y terrestre, casi 5.000 personas menos que en 2024, cuando la cifra llegó a las 14.035 personas. En este caso, no se contabilizan las personas que llegaron por vía aérea con visa de turista y pretenden quedarse en España de manera irregular, que además suele ser la manera más numerosa de entrar al país de forma ilegal.
Como siempre, las razones para estos peligrosos desplazamientos son personas que huyen de situaciones dramáticas como conflictos armados, pobreza extrema o persecución. Este descenso de llegadas se debe en parte a medidas más estrictas de control en las fronteras, acuerdos internacionales para frenar las salidas desde países africanos, o simplemente factores climáticos que han dificultado la navegación este pasado invierno.

Vía marítima
La vía marítima ha registrado una importante caída, especialmente hacia Canarias, tradicionalmente uno de los principales puntos de entrada a España. En estos primeros dos meses del año, han llegado un 39,8% menos de migrantes a las islas, lo que supone 7.065 personas menos que en el mismo periodo del año pasado. Las causas podrían incluir el aumento de las patrullas marítimas, pero también los traficantes de personas realizan cambios en las rutas cuando están más vigiladas, haciendo las travesías cada vez más arriesgadas y peligrosas.
En la Península y Baleares se produjo sin embargo un aumento del número de embarcaciones en casi un 3%. Esto indica que los migrantes están buscando alternativas menos vigiladas o rutas más seguras y cortas hacia Europa.
Vía terrestre
Por tierra, las entradas a Ceuta y Melilla también se han reducido considerablemente (71,2%). Este descenso podría reflejar, entre otras cosas, que Marruecos y España han incrementado notablemente su cooperación y vigilancia en las fronteras terrestres, lo que obliga a los migrantes a buscar rutas alternativas más complejas o peligrosas.
Para entender si esta tendencia es temporal o permanente, será fundamental observar la evolución en los próximos meses. Los Gobiernos y organizaciones internacionales deben continuar trabajando no solo en el control y la gestión efectiva de la migración, sino también en abordar los motivos que impulsan a tantas personas a arriesgarlo todo por un futuro mejor.

Comparación con Italia
El año pasado, 2024, España rozó el récord histórico, con 63.970 entradas, según el Ministerio del Interior, mientras que en Italia en 2024 disminuyeron de manera muy importante, con la llegada de 42.006 personas, después de 2 años de muchas llegadas ilegales (105.129 y 114.612) y que el Gobierno italiano tuviera que tomar medidas drásticas para bajar esos números.
La tendencia en España de los últimos 5 años ha sido al alza, por lo que tendremos que esperar los próximos meses para ver si este descenso de enero y febrero es una tendencia o simplemente un cúmulo de circunstancias puntuales.