Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una organización dedicada al narcotráfico a mediana escala y a la fabricación de drones y semisumergibles capaces de cruzar el Estrecho con una carga de hasta 200 kg. de estupefaciente a bordo.
Estos construían de manera artesanal estos vehículos, además de realizar dobles fondos o “caletear” otros medios de transporte para ocultar estupefacientes, teniendo por clientes a todo tipo de organizaciones criminales y realizando su actividad desde diferentes naves industriales de Castellar de la Frontera (Cádiz).
Ocho personas en municipios de Cádiz, Málaga y Barcelona han sido detenidas por delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. Y han sido intervenidos 145 kg de hachís, 8 kg de marihuana, 157.370 €, 10 vehículos y 6 drones de gran tamaño con hasta 12 motores y autonomía para 30 km, en los ocho registros practicados en las provincias de Málaga, Cádiz y Barcelona.
Se trata de la primera ocasión en la que se han intervenido este tipo de vehículos, que operan bajo el agua sin tripulación a bordo, denominados vehículos submarinos no tripulados o UUV (Unmanned Underwater Vehicle), conocidos como "drones submarinos". Concretamente tres, dos de ellos en fase de fabricación y uno prácticamente concluido, que debían ser entregados a narcotraficantes franceses para el transporte de importantes cantidades de cocaína.
Proveedores de bandas y mafias europeas
Una vez comenzada la investigación en abril del pasado año y fruto de numerosos seguimientos y vigilancias, se constató la existencia de un grupo cuya actividad criminal tenía como clientes a otras organizaciones delictivas de toda índole. Los investigados construían medios de transporte artesanales enfocados a facilitar su objetivo delictual o realizaban dobles fondos o “caletas” en turismos o remolques para ocultar droga. Concretamente elaboraban drones de gran tamaño y capacidad de carga, así como semisumergibles no tripulados capaces de albergar entre 150 y 200 kilos de carga. Entre otros usos, estos aparatos podían permitir a los narcotraficantes transportar grandes cantidades de estupefaciente de forma remota cruzando el Estrecho de Gibraltar.
Las pesquisas se prolongaron durante catorce meses, tiempo en que se averiguó cómo estos individuos prestaban servicios de carácter logístico a todo tipo de organizaciones criminales, llegándose a detectar a clientes de países como Italia, Francia o Dinamarca, o a miembros de otras bandas del territorio nacional asentadas en Cataluña, la Costa del Sol, el Campo de Gibraltar o Ceuta.
Dado el carácter internacional de los contactos que mantenían se estableció una estrecha colaboración con la Policía Nacional francesa, ya que un importante número de estos vehículos con dobles fondos se dirigían, una vez cargados con droga, hacía el país vecino. Además, vinculados a esta operación se ha podido identificar a varios ciudadanos marroquíes y daneses que estarían enviando desde el sur de España importantes cantidades de hachís hacía el norte de Europa destinadas a las organizaciones criminales de origen magrebí conocidas como Mocro-maffia.
Los investigadores detectaron hasta 13 vehículos de distinto tipo a los que se les habrían practicado dobles fondos para ocultar y transportar drogas, algunos de ellos fabricados en el interior de remolques y capaces de albergar hasta 800 kilos. Se han intervenido cuatro de estos vehículos, logrando la aprehensión de 145 kilogramos de hachís y 8 de marihuana. En concreto uno de estos transportes fue interceptado cuando se dirigía hacia Dinamarca a bordo de una grúa con la intención de evitar posibles controles policiales, con 218 tabletas de hachís en el interior de una “caleta”.