SUELA-COLLECTION es el nombre del operativo conjunto desarrollado por la Policía Nacional y la Guardia Civil que ha tenido como resultado, tras más de dos años de trabajo, la desarticulación de una organización criminal que introducía cocaína en España por el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas de Madrid. En esta operación se ha detenido a un total de 23 personas y se han incautado más de 200 kilos de cocaína de gran pureza.
Dos mochilas cargadas con 45 kilos de cocaína son el origen de esta operación. Fue a principios de 2019 cuando se aprehendieron dichas mochilas después de una persona las arrojara debajo de unos vehículos estacionados. La investigación realizada culminó con la detención de un hombre que trabajaba en el aeropuerto.
La investigación continuó su curso hasta abril de 2019, fecha que marca la deriva del operativo. Tras la llegada de un vuelo procedente del Aeropuerto Internacional Viru Viru de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, los agentes sorprendieron en las pistas a un individuo que trabajaba en el aeropuerto.
Al verse sorprendido abandonó su equipaje, en concreto, dos mochilas, esta vez con 47 kilos de cocaína. El estudio exhaustivo aportó datos suficientes para poner en alerta a la DEA estadounidense y a la NCA británica, que permitió identificar a dos individuos que habían huido de España, colaboradores del detenido en nuestro país y que llevó a desmantelar el entramado de los envíos desde Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. En esta localidad se logró detener a 11 personas, la mayoría de ellos empleados en el aeropuerto sudamericano.
Diverso personal del aeropuerto, involucrado
A partir de ese momento, tal y como explica el Ministerio del Interior en un comunicado, los miembros de la organización cambiaron de estrategia, articulando un modus operandi más complejo para extraer la droga que ocultaban en la bodega de las aeronaves y utilizando para ello el servicio de limpieza. Los investigadores descubrieron que el responsable de este operativo era el conductor de los vehículos de la lavandería que ocultaba la droga entre la ropa sucia, y que también participaban otros miembros en las tareas de protección, cobertura y seguridad dentro del aeropuerto.
En enero de 2020 se lograba una detención. Los agentes vigilaban un equipaje que no se correspondía con ningún pasajero. La mochila fue retirada por un trabajador aeroportuario, que contaba con la colaboración de dos personas más, también empleados del aeropuerto madrileño y que pretendían sacar 37 kilos de cocaína.
La sustancia estupefaciente estaba totalmente controlada desde la bodega del avión hasta el punto de entrega final. En febrero del 2020, el conductor tras abandonar las instalaciones se dirigió a la localidad de Getafe, donde se vio sorprendido y emprendió una huida precipitada. Finalmente, tras intentar atropellar a los agentes embistiendo los vehículos policiales, fue detenido. El registro del camión dio lugar al hallazgo de dos mochilas que contenían 66 kilogramos de cocaína de gran pureza.
Por otro lado, las investigaciones desarrolladas sobre este entramado permitieron identificar y detener a otros dos trabajadores más en Madrid, así como también la detención del individuo que pretendía recoger la mercancía, una mochila con 22 kilos de cocaína.
Cambio de método de introducción de la droga
La última fase del operativo ha sido mucho más compleja, ya que la organización cambió su método de introducción de la droga. Para ello había diseñado un complejo plan para sacar la mercancía del aeropuerto, pues era extraída por los trabajadores de las bodegas de los aviones, siempre de vuelos procedentes de Sudamérica, oculta entre las mantas sucias.
El grupo había elaborado un complicado sistema utilizando vehículos lanzadera, que alertaban al conductor que portaba la mercancía de la presencia de automóviles policiales. En la fase de explotación, cuando los agentes procedieron a dar el alto al camión que portaba la mercancía, el conductor emprendió una precipitada huida, embistiendo nuevamente a los vehículos policiales, hasta que se le detuvo en la M-40 a la altura de Getafe y se interceptaron 66 kilos de cocaína de gran pureza.
En noviembre de 2020, se practicaron las últimas detenciones de personas que pertenecían a una empresa de limpieza que prestaban servicio en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
Los detenidos son once hombres y una mujer. Son de origen dominicano, colombiano, argentino y español y tienen edades comprendidas entre los 25 y los 60 años. Se les imputan delitos contra la salud pública, por tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.