Se trata de una banda muy bien organizada que adquiría los vehículos de forma indebida en España, falsificaba la documentación y luego los trasladaba a otros países para su venta. Se han intervenido 16 vehículos en Rumanía y 8 en España, algunos de alta gama, cuyo valor asciende a 1.000.000 de euros.
La organización criminal comenzaba su operación comprando vehículos mediante financiación, tanto a empresas como a personas particulares, utilizando intermediarios o “mulas”.
Con el tiempo, perfeccionaron sus métodos y comenzaron a crear empresas ficticias para acceder a la financiación de flotas de vehículos que les permitieron evadir los mecanismos de detección del fraude de las empresas financieras.
Luego realizaban la falsificación de los documentos necesarios y los trasladaban a terceros países como Francia, Alemania y Portugal, pero principalmente a Rumanía, a través de carreteras secundarias que evitaban los controles.
Una vez en destino, los coches eran adquiridos por compradores que pensaban que se encontraban frente a transacciones legales. De esta manera los miembros de la organización causaban un doble perjuicio, por un lado, a las entidades financieras a las que no pagaban las cuotas, y por otro a los compradores que adquirían un vehículo de origen ilícito sin ser conscientes de ello.
En un operativo conjunto, la Policía Nacional y la Policía de Rumanía han detenido a 14 personas en Barcelona, Lérida y Madrid, y a otras siete en Rumanía.
En un primer momento, el líder de la organización logró huir y las autoridades rumanas emitieron contra él una Orden Europea de Detención para la Extradición. Las investigaciones permitieron localizarlo luego en España, donde fue detenido en el municipio madrileño de Alcalá de Henares.
Además de los 24 vehículos, las autoridades intervinieron permisos de conducir españoles falsificados, numerosas placas de matrícula, gran cantidad de documentación sobre vehículos, útiles para el robo y falsificación posterior de los mismos y dinero en efectivo.