La Policía Nacional ha informado de la detención en Madrid de un empleado de una entidad bancaria que estafó a sus propios clientes hasta 303.000 euros suplantando su identidad y accediendo a sus cuentas digitales, con las que operaba.
El investigado aprovechaba su condición de empleado para cometer los ilícitos, ya que disponía de un nivel de acceso suficiente como para modificar datos de las bancas en línea de aquellos clientes que consideraba más idóneos.
Una vez dentro de la banca electrónica del cliente generaba nuevas claves de acceso para, transcurrido un tiempo prudencial y habiéndose asegurado de que esos subterfugios no habían sido detectados ni por sus víctimas ni por la entidad financiera, abrir cuentas bancarias en diferentes bancos virtuales a nombre de la víctima para no levantar sospechas.
Paralelamente abría otras cuentas, esta vez a nombre de terceras personas, para poder continuar realizando trasferencias del dinero estafado y ocultar su distribución y localización hasta que, finalmente, conseguía reducir los saldos a cero y se apropiaba del botín.
Un colaborador en una empresa de verificación de identidades
Para conseguir las documentaciones de identidad necesarias para abrir las diferentes cuentas bancarias con las que dificultaba la trazabilidad del dinero, el detenido contaba con la ayuda de un trabajador de una empresa de verificación de identidades.
Estas mercantiles prestan sus servicios a entidades financieras, agencias de viajes, compañías aéreas y el sector del automóvil, entre otros, verificando la identidad de los clientes que contratan sus servicios. De este modo, conseguía de primera mano todos los datos necesarios de las personas a las que suplantaba la identidad (cuentas corrientes, créditos, tarjetas, DNI, NIE o pasaporte), así como las fotografías de los documentos de identidad.
Tras analizar todos los datos obtenidos, los agentes han arrestado al presunto autor y han realizado dos registros domiciliarios en los que intervinieron 41.400 euros, 18.000 yenes y 2.000 dólares USA. Además han sido bloqueadas preventivamente 19 cuentas bancarias.
Los policías han esclarecido una estafa principal sobre cuentas bancarias de una primera víctima por un montante de más de 246.000 euros, otra mediante cheques bancarios por valor de más de 41.000 euros y, por último, una estafa por importe de 16.000 euros cometida sobre la cuenta bancaria de una persona que llevaba 20 años fallecida, y que no había sido cancelada ni reclamada por ningún familiar.