Fuentes de la Policía Nacional no descartan la posibilidad de que el “clásico” Barça-Madrid tenga que celebrarse a puerta cerrada – sin público en las gradas –, si así lo requirieran las circunstancias. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los Mossos d’Escuadra consideran que tienen que estar al 100% cubiertas las condiciones que garanticen el normal desarrollo de este gran evento deportivo.
En el caso de que “no fuera posible controlar todas las medidas de seguridad”, estaría contemplado un plan B, para que el partido que enfrentará a los dos primeros equipos de la clasificación liguera se dispute a puerta cerrada. Las medidas de seguridad que se van a desplegar en los aledaños del Camp Nou y en las cercanías del hotel donde se hospedará el Real Madrid son excepcionales, pero existe preocupación por la gran respuesta que está teniendo la convocatoria de la plataforma Tsunami Democràtic.
En un comunicado hecho público por esta plataforma, protagonista principal de los graves sucesos ocurridos en la primera quincena de octubre en Cataluña, tras conocerse la sentencia sobre el “procés”, se afirma que son ya más de 18.000 personas las que se han inscrito por diferentes canales a las movilizaciones convocadas con motivo de este encuentro de fútbol. Un encuentro, recordemos, que debería haberse celebrado el pasado 26 de octubre y que fue aplazado por decisión de la Liga de Fútbol Profesional, al entender que no se daban las condiciones de seguridad necesarias para que se llevara a efecto.
La celebración del Barça-Madrid a puerta cerrada sólo se produciría en circunstancias excepcionales, según han confirmado a ESCUDO DIGITAL fuentes policiales. Tampoco sería la primera vez que esto sucede en este mismo estadio.
Retrocedamos en el tiempo. Día 1 de octubre de 2017. La jornada del referéndum independentista se ha saldado con multitud de enfrentamientos y centenares de heridos. En los alrededores del Nou Camp se vive con preocupación lo que pueda ocurrir esa tarde en el encuentro Barcelona-Las Palmas, correspondiente a la 7ª jornada de Liga porque los ánimos están muy caldeados.
Horas antes del partido, el presidente del club, Josep Maria Bartomeu, anuncia que se disputará el encuentro a puerta cerrada. “A puerta cerrada, para que el mundo entero vea cómo sufrimos en Cataluña”, apostilla el mandatario azulgrana. La medida, para evitar posibles altercados públicos, se tomó después de que la Liga de Fútbol Profesional denegara la petición de aplazamiento. Y porque no jugar el encuentro supondría que el equipo catalán perdería 0-3, le descontarían tres puntos y tendría que pagar una multa de entre 3.000 y 12.000 euros.
Lo que pueda pasar el próximo miércoles, día 18 de diciembre, es todavía una incógnita. En aquella ocasión, hace dos años, el Barcelona también hizo pública una nota en la que decía lo siguiente: “El FC Barcelona condena las acciones llevadas a cabo hoy (por el 1-0) en muchas localidades de toda Catalunya para impedir el ejercicio del derecho democrático y la libre expresión de sus ciudadanos”.
La Federación Española de Fútbol se lava las manos
La Federación Española de Fútbol, en este ambiente de cierta tensión, recuerda que sus competencias por posibles desórdenes se circunscriben a los desórdenes públicos o incidencias que pudieran producirse dentro del Estadio Camp Nou, y no así en otros espacios públicos exteriores señalados por Tsunami Democrátic para sus diferentes concentraciones. Dentro del estadio, las medidas de seguridad corresponde tomarlas a la compañía privada de seguridad contratada por el Barcelona, con los apoyos necesarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Por lo pronto, el club que preside Josep Maria Bartomeu ya ha aceptado una de las exigencias de la plataforma radical independentista para que pueda hacerse visible “la llamada al diálogo que España ignora”, argumentando que la entidad siempre ha respetado el derecho a la libertad de expresión de todo el mundo. Tanto es así que, para evitar males mayores, les garantizará además a los convocantes de las movilizaciones la presencia de una pancarta en las gradas con el siguiente eslogan: “Spain sit and talk” (“España siéntate y habla”).
Lo que nadie contempla, a fecha de hoy, es un nuevo aplazamiento del encuentro. Habrá boicot al “clásico”, con cuatro manifestaciones junto al recinto deportivo, pero las fuerzas y cuerpos de seguridad tienen los suficientes efectivos como para que no se impida la celebración del mismo, comentan los más optimistas.
Mientras tanto, las amenazas de Tsunami Democràtic van a continuar en los próximos días. La expedición madridista tendrá que salir bien escoltada del aeropuerto y posteriormente del hotel camino del Camp Nou, para prevenir posibles incidentes. Unos incidentes, indican expertos en seguridad, que en caso de producirse podrían activar el plan B y obligar a que el partido se celebre sin público en las gradas.
Pero todas las fuentes consultadas por ESCUDO DIGITAL aseguran que ni el calendario deportivo, ni la propia imagen del fútbol español, se lo pueden permitir a estas alturas de la temporada.