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El independentismo radical aprovecha el estado de alarma para desafiar al Estado

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independentismo catalán
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Ni el estado de alarma ni el confinamiento han logrado aplacar las reivindicaciones de los sectores más radicales del independentismo catalán. Todo lo contrario. La crisis política y social, generada por la pandemia del Covid-19 en todo el territorio español, la están aprovechando sectores de la izquierda independentista para movilizar a sus seguidores y retar a las instituciones del Estado.  

Utilizando otra vez los denominados comités de lucha se han movilizado en las Redes Sociales para ir sumando adeptos hacia su penúltimo acto de fuerza: concentrar el mayor número de personas el próximo 1 de mayo en las calles de Barcelona saltándose el estado de alarma decretado por el Gobierno central de Madrid. Son los cachorros más salvajes de la izquierda independentista, los jóvenes del radicalismo que incendiaron las calles hace unos meses.

A través de las redes sociales – y concretamente a través de una cuenta de Twitter denominada @alcemnos – están convocando a manifestarse mañana viernes, con motivo de la Fiesta del Primero de Mayo. Aunque los carteles, como el que adjuntamos, lleven el encabezamiento de “Alcem-Nos”, fuentes consultadas por Escudo Digital afirman que detrás están formaciones políticas radicales, como CUP, ANC, y muy especialmente el Consell per la República.

Precisamente ese Consell per la República, quiere tomar la bandera que ya no enarbolan con la misma fuerza otras formaciones políticas. El Consell fue presentado publicamente hace unos meses en Perpignan (Francia) por el exconseller de Cultura de la Generalitat, Lluís Puig, residente en Bélgica desde que el Tribunal Supremo comenzó a investigarle por su implicación en el proceso soberanista y en el referéndum del 1 de octubre de 2017.

Acto de presentación de Consell per la República, presidido por el exconseller Lluís Puig, en Perpignan.

Se trataba del primer acto de un miembro del Gobern de Carles Puigdemont en territorio francés y Puig lo hizo, supuestamente, porque había sido invitado por la ANC en la capital de los Pirineos Orientales, según informó entonces en un comunicado el Consell per la República.

Al final, los mismos perros, pero con diferentes collares. En ese acto tampoco podía faltar, al lado de Puigdemont, el también exconseller Toni Comín, acompañado del profesor y activista galo Alà Baylac-Ferrer. La República Catalana en el “exilio” intentaba coger las riendas de un independentismo que parecía estar perdiendo fuelle. Hasta que llegó la crisis del coronavirus para despertarlo.

“Las muertes de la Covid-19 han servido de cortina de humo para aquellos que habiendo renunciado a implementar el mandato del 1 de Octubre, acaban de aprobar unos presupuestos autonomistas e insuficientes en plena emergencia sanitaria y social, que no garantizan unos servicios públicos de calidad ni revierten los recortes”, se quejan los chicos de Alcem-Nos, en clara referencia al actual Govern presidido por el “moderado” Quim Torra.

“Han permitido el despliegue del Ejército invasor”, dicen en su comunicado

“Ellos mismos – señalan en un lenguaje desafiante y provocador los convocantes de las protestas del 1 de Mayo - han permitido el despliegue del Ejército invasor en nuestras calles y han aceptado un estado de alarma que impone centralismo y un control social sin precedentes, que supone de facto un estado fascista. Además, el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, ha ordenado al cuerpo fabricar pruebas contra la ciudadanía, por el que volvemos a pedir la dimisión del consejero de Interior, Miquel Buch”.

Y, luego, dejan claras sus intenciones: “@alcemnos hanacido para defender la vida, el derecho de autodeterminación y hacer posiblela república desde la base. Ahora es la hora de decir basta. Somos una sociedadadulta y podemos organizarnos para hacer lo que nuestros representantes hanrehuido con llantos, infantilismo y antiguas demandas en Madrid”. “Ni un pasoatrás! Sólo el pueblo salva al pueblo!

Las movilizaciones, pese a las dificultades que entraña la actual situación, se irán incrementando, al mismo tiempo que se pone en marcha la desescalada y se acentúan las críticas al gobierno central, pero sin dejar de presionar tampoco al ejecutivo presidido por Quim Torra.