España ostenta el triste récord de ser la puerta de entrada de la cocaína por el sur de Europa y el tercer país, tras Bélgica y Países Bajos, en cuanto a tráfico de esta sustancia. Manda la geografía, como explica a Escudo Digital Ricardo Magaz, profesor de Fenomenología Criminal de UNED-IUGM y ensayista: “España, especialmente por la situación geoestratégica de la Península Ibérica (España, Portugal, Andorra y el enclave-colonia de Gibraltar) es uno de los territorios seleccionados por las narcomafias y otras ‘multinacionales de la droga’ para introducir cargamentos en el ámbito europeo, incluidos los archipiélagos y las dos ciudades autónomas. El enclave geoestratégico español es un reclamo para los narcos, a pesar de la solvencia policial en las investigaciones y posterior incautación de grandes alijos como el último en Algeciras, en el mes de noviembre, de 13 toneladas de cocaína por la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera”.
En 2022 se produjeron en el mundo 2.757 toneladas de cocaína pura mientras que las incautaciones fueron de 2.206 toneladas, según el Informe Mundial sobre Drogas 2024, difundido por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). Son cantidades que no se pueden comparar, porque la cocaína pura es tratada en primera instancia por los grandes narcos, de donde pasa a los camellos, que la vuelven a adulterar para conseguir más droga. De un kilo de coca pura se pueden llegar a poner en el mercado cuatro kilos de coca.
Los productos con los que se corta la cocaína son variados y todos acarrean algún tipo de peligro, aunque no en el mismo grado. Últimamente se está utilizando el fentanilo, pero también les vale a esos “cocineros” de tres al cuarto anfetamina, lidocaína, levamisol, fenacetina, paracetamol, procaína, talco, dextrosa, tiza, sosa cáustica, quinina o cafeína.
Capacidad de adaptación del narcotráfico
Según el informe de la Fiscalía, en 2022 se incautaron en España 145 toneladas (el triple que el año anterior, lo que viene a ser el 7,15% del total en el planeta). ¿Es tal vez pequeño porcentaje teniendo en cuenta que España tiene la medalla de bronce en la entrada de la droga en Europa? Existe un axioma en la lucha contra el narcotráfico: a mayor cantidad de droga incautada, mayor cantidad de droga no detectada.
El narcotráfico sabe adaptarse a los tiempos, a las circunstancias. Los malos suelen ir un paso por delante de los que tienen la misión de pararlos. Para obtener éxito en sus operaciones, las organizaciones criminales no dudan en cambiar rutas y estrategias. “Los cárteles, las bandas, las redes y los clanes del narcotráfico —dice Magaz— se van adaptando a las circunstancias cambiantes, tanto del mercado como de rutas y modus operandi. Por ejemplo, en lo que respecta a los cargamentos de cocaína en contenedores, ahora se utiliza bastante el método del llamado ‘Gancho ciego’, que consiste en introducir clandestinamente la droga en contenedores legales sin que los dueños de la carga ni el destinatario legítimo lo sepan. De este modo reducen gastos, riesgos y a priori también las sospechas de la Policía. Este método exige lógicamente tener en el puerto de destino empleados cómplices que accedan subrepticiamente al contenedor antes que los dueños legales”.
Bélgica, Países Bajos y España concentran las mayores entradas de cocaína en Europa por cuestiones logísticas, señala Magaz: “Gran cantidad de droga que entra por la cabeza de puente que es la Península Ibérica, termina en Países Bajos y Bélgica. Hay que tener en cuenta que fundamentalmente estamos hablando de puertos donde arriban los cargamentos de cocaína. No obstante, los puertos de Róterdam y Ámsterdam en Holanda, Amberes en Bélgica y Hamburgo en Alemania son, junto al nuestro de Algeciras, los de mayor tránsito de la Unión Europea y, por tanto, los que reciben mayormente los alijos de los narcos. Por poner un ejemplo de tránsito marítimo, los puertos españoles (todos juntos) reciben en torno a 20 millones de contenedores al año. Con este aluvión de mercancías es muy difícil la interceptación de alijos”.
Nuevas rutas del narcotráfico
Nuevos actores están entrando en escena, como es el caso de Surinam. El pasado mes de febrero, miembros de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria interceptaban en el puerto de Algeciras 8.000 kilos de cocaína. El contenedor, que estaba en tránsito, procedía de Paramaribo, en Surinam. Era la primera vez que se efectuaba una intervención a este país por parte de España.
La ruta escogida tampoco correspondía a lo habitual. La embarcación salió de la costa norte sudamericana, realizó una escala en Panamá y desde ahí alcanzó Algeciras. El puerto de destino era Leixoes, en Portugal. Según Magaz, “los narcos buscan rutas alternativas que no sean ‘calientes’ a los ojos de la Policía; por otro lado, Surinam está muy bien situado geográficamente con respecto a países productores de hoja de coca. Exmiembros del Gobierno han sido condenados por sus relaciones con los narcos”. “En fin, el largo brazo de las narcomafias llega a todas partes”, apuntilla. Casualmente (o no), Surinam, la antigua Guayana, es una excolonia holandesa, independiente desde 1975.
La tipología de entrada de la cocaína en España es diversa, pero sobre todo a través de los puertos en contenedores y lanchas rápidas semirrígidas. También los aeropuertos sirven de tránsito de la droga. El pasado año, la Guardia Civil se incautó de más de 6,5 toneladas de drogas en Barajas y detuvo a 149 personas relacionadas con actividades ilícitas de narcotráfico.
Pero hay nuevas vías. El pasado mes de diciembre, la Guardia Civil intervino siete toneladas de cocaína en el Guadalquivir, el mayor alijo transportado con narcolanchas. La droga estaba escondida en dos zulos de una finca en Coria del Río, localidad cercana a Sevilla. Esta operación evidencia que el entorno del río se han convertido en una nueva ruta del narcotráfico. “Al Guadalquivir se le llama, y con razón, ‘la autopista de la droga’”, indica Magaz.
Desmantelamiento de OCON-Sur
Los clanes de la droga en el Estrecho parecen campar a sus anchas, sin duda por la situación creada tras el desmantelamiento en 2022 del Organismo de Coordinación del Narcotráfico (OCON-Sur), por supuestas irregularidades de sus mandos, que todavía se están investigando. Acabar con este organismo no fue buena idea, como expone Magaz: “No se debió disolver la OCON-Sur. Posiblemente lo hicieron de buena fe, pero se equivocaron. Es evidente. El tiempo lo ha evidenciado. La coordinación entre cuerpos de seguridad aún tiene que mejorar. No obstante, el funcionamiento del CITCO (Centro de Inteligencia contra el terrorismo y el crimen organizado) está dando muy buenos resultados en este sentido de trabajos conjuntos entre Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”.
Similar opinión sobre el asunto tiene Pedro Carmona, portavoz de AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil): “Desde la desaparición de OCON-Sur, hemos exigido al ministro de Interior, Grande-Marlaska, que diera explicaciones de por qué había desmantelado esta unidad de élite de la lucha contra el narcotráfico, porque estaba dando unos grandísimos resultados. En la memoria del Fiscal General del Estado de 2024 se dice claramente que su desaparición está relacionada con el descenso de operaciones en la lucha contra el narcotráfico”.
Dos guardias civiles muertos arrollados por una narcolancha
El 9 de febrero se cumple un año de la muerte de dos guardias civiles arrollados por una narcolancha en Barbate. Desde la AUGC reclaman que se vuelva a reabrir el caso: “Han aparecido nuevos audios y vamos a intentar, junto a las familias, que se condene a los mandos que dieron esas órdenes”.
El ambiente en el que viven los agentes en la zona resulta hostil, detalla Carmona: “El narco está últimamente muy agresivo, por eso es necesario reforzar la figura de agente de la autoridad, muy debilitada, y eso el narco lo aprovecha. También debemos ser considerados profesión de riesgo”.
Zonas de Especial Singularidad
Para potenciar la lucha contra el narcotráfico, la AUGC pide que el Estrecho, Cádiz y las provincias limítrofes sean catalogadas como Zonas de Especial Singularidad. “Esto lleva aparejado el incremento de medios, personal y gratificaciones económicas y profesionales para los agentes, para que resulte atractivo ir destinados a estos lugares. Debe gratificarse el riesgo al que están sometidos diariamente los agentes que luchan contra el narcotráfico”, afirma Carmona.
Exige también la agrupación profesional la creación de tribunales especializados en narcotráfico y que se modifique el Código Penal y endurecer las penas para actividades como el llamado petaqueo. Los petaqueros son pequeñas embarcaciones, de menor dimensión que las narcolanchas, que facilitan el flujo del narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar. Estos barquitos surten de combustible a las narcolanchas. Muchos menores se inician en la cadena del narco con esta actividad.
“Hoy en día el petaqueo está considerado como una sanción administrativa y consideramos que debe reconocerse como delito penal dentro del código”, declara el portavoz de AUGC. El Partido Popular ha impulsado recientemente en el Senado que se castigue con pena de tres a ocho años a las personas que abastezcan con combustible a las narcolanchas.
Conclusiones
¿Pero estamos perdiendo en España la batalla contra el narcotráfico? Según Magaz, “España, por su situación en la Península Ibérica, es la cabeza de puente de la droga para la Unión Europea, tanto de cocaína (no olvidemos nuestra relación histórica, privilegiada, de arraigo sentimental e idiomática con Hispanoamérica), como de hachís, además de la que lógicamente se queda en nuestro país”. “Podemos decir (al menos yo lo señalo claramente) que España es actualmente uno de los territorios preferidos por ‘el crimen sin fronteras’ para sus actividades de narcotráfico como elemento clave del crimen organizado transnacional. Ello incide lógicamente en el índice de criminalidad de nuestro país”, apunta.
Para el portavoz de AUGC, estamos perdiendo porque los malos “no escatiman en medios, no tienen problemas económicos para comprar grandes embarcaciones y disponen de mucho personal”. “Además, captan a jóvenes que se están iniciando el mundo del narcotráfico, sin duda influidos por las condiciones económicas y las altas tasas de desempleo de la zona. Europa, a través de Europol y Frontex, debería reforzar todas estas zonas que no solo afectan a España”, remacha.