Los presos de origen musulmán forman un porcentaje muy alto de la población penitenciaria de nuestro país. Y hay preocupación por parte de las autoridades sobre la susceptibilidad de estos presos para convertirse en las levas de los yihadistas. Según ha podido saber Escudo Digital de fuentes relacionadas con el mundo de las cárceles: "el perfil del captador es el de una persona completamente occidentalizada, integrada en la sociedad , con una posición consolidada que acaba en prisión por cualquier motivo que no tiene nada que ver con el terrorismo, intelectualmente suelen estar muy preparados, y suelen ser hábiles. No suele ser gente que acaba de llegar al país. Y son los más peligrosos y difíciles de detectar". Detectarlos suele ser complicado.
Política de dispersión como la que se seguía antaño con los presos de ETA
Se está siguiendo una política de dispersión como la que se siguió en los tiempos en los que se separaba a los presos de ETA. "Cuando se detecta a tres o cuatro que pueden hacerse fuertes dentro de la prisión, lo que se hace inmediatamente es separarlos y mandarlos a prisiones distintas para evitar que haya el menor número de captadores juntos", nos cuentan nuestras fuentes. Existe un grupo especializado de funcionarios de prisiones que ha recibido formación para llevar a cabo un seguimiento de estos internos musulmanes e identificar a aquellos que están captado y también "los que son más susceptibles de ser captados, y para alejarlos. Están instruidos para proteger a los presos magrebíes, especialmente vulnerables, ante cualquier tipo de coacción para que se unan a grupos yihadistas o se radicalicen".
La Guardia Civilha detenido a dos internos y auna tercera persona que había estado con anterioridad en prisión y que habrían llevado a cabo en distintos centros penitenciarios actividadestanto de proselitismo como de captación y difusión de postulados yihadistas de manera concertada y coordinada respondiendo a una estrategia común.
Según la nota de prensa facilitada por la Guardia civil, dichas actividades, que estarían en línea con la estrategia global marcada por la organización terrorista Dáesh, consistían en la materialización de acciones públicas para trasladar los mensajes o consignas de la citada organización, entre las que se encontrarían la realización de pintadas en zonas comunes de las prisiones así como difundir a través de correspondencia postal contenidos idóneos para incitar a la afiliación terrorista.
En el CP de Murcia II se ha procedido a la detención del identificado como I. M., quien está en prisióncomo preso preventivo por delitos de terrorismo y es conocido por su actividad radical y adoctrinadora. La investigación ha puesto de manifiesto que sus actividades delictivas en prisión no eran hechos aislados sino que obedecían a una estrategia común. En Murcia hay muchos internos musulmanes que han llegado a España para trabajar en la huerta. Lo mismo ocurre en Andalucía con los invernaderos, así como en Levante.
Toda la carne en el asador para detectar a los captadores del DAESH
En el CP de Teixeiro (A Coruña) se ha detenido al identificado como R. B., quien se cumple condena por delitos contra el patrimonio, aunque su clasificación es la de interno de especial seguimiento (FIES) por tratarse de un interno radicalizado durante su estancia en prisión.
Los presos son un foco muy importante para la captación y el Daesh, según fuentes policiales, está poniendo toda la carga en el asador en las investigaciones para evitar que el DAESH consiga sus propósitos: "Son muy vulnerables, y cuando salen en libertad es más factible que sigan radicalizándose. Por eso se pone mucho el foco en encontrar a estas personas que pueden jugar a esa captación, y dar herramientas a los internos para que no se vean desprotegidos ni tentados a unirselos captadores"
Por último, se ha procedido a la detención de M.D. en la localidad de Ceuta. Esta persona estuvo en prisión durante dos períodos diferentes y en ambos ejerció actividades proselitistas y de difusión de consignas yihadistas propias de DAESH.
En la investigación, dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional y coordinada por la Fiscalía, fue clave la actividad de control y seguimiento realizado por la SGIP al objeto de identificar las actividades de los ahora detenidos.
Mediante el conocimiento de los procesos de radicalización en prisión, la investigación ha puesto de manifiesto que las actividades de estos detenidos se pueden enmarcar en una dinámica grupal más amplia.De manera concertada y coordinada centraban sus esfuerzos en radicalizar, captar y adoctrinar ideológicamente en los postulados de la organización terrorista DAESH a nuevos individuos dentro de prisión
La Guardia Civil ha llevado a cabo diversas operaciones en el ámbito penitenciario en los últimos años. Todas ellas llevadas a cabo junto con la Administración Penitenciaria, están en consonancia con la vigente Estrategia Nacional Contra el Terrorismo. Esta establece como prioridad la detección y neutralización de procesos de radicalización en los centros penitenciarios.