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Los móviles siguen colándose en las cárceles españolas pese a estar prohibidos

En 2024 se incautaron 2.884 dispositivos, según datos obtenidos por Acaip-UGT, que reclama que se dote a las prisiones de tecnologías que impidan su uso.

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Teléfono móvil oculto en el interior de un libro. Foto: ACAIP-UGT.
Teléfono móvil oculto en el interior de un libro. Foto: ACAIP-UGT.

Las prisiones de Almería, Estremera-Madrid VII y Málaga I lideraron el ránking de incautaciones de teléfonos móviles en 2024, un año en el que se decomisaron un total 2.884 dispositivos dentro de los centros penitenciarios, lo que para el sindicato Acaip-UGT refleja "una preocupante estabilidad en su presencia dentro de las cárceles".

Según los datos obtenidos por Acaip-UGT a través del Portal de Transparencia, y consultados por Europa Press, Almería fue en 2024 la cárcel donde se intervinieron más teléfonos móviles, con 195 aparatos; le siguió Estremera (180) y Málaga I (161).

De acuerdo a los datos de este sindicato de prisiones, entre 2020 y 2024 se han incautado un total de 12.882 terminales en los centros penitenciarios dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Si se atiende a los datos desde 2020, Valdemoro-Madrid III es el centro con más incautaciones, seguido de Málaga I y Almería, con casi 700 terminales intervenidos en cada uno de estos centros penitenciarios.

Teléfonos cada vez más pequeños

Los teléfonos móviles están prohibidos dentro de los centros penitenciarios porque permiten a los internos eludir los controles de comunicación establecidos, facilitando la continuidad de actividades delictivas.

"Queremos poner en valor el esfuerzo y compromiso de los empleados públicos penitenciarios que, a pesar de los medios limitados y la creciente sofisticación de los métodos de introducción, continúan trabajando intensamente para frenar este tipo de contrabando", ha destacado Acaip-UGT en una nota de prensa.

"Los terminales, cada vez más pequeños y fabricados con componentes plásticos, escapan fácilmente a los detectores de metales y pueden esconderse en los lugares más insospechados. Esto obliga a realizar requisas exhaustivas que requieren formación especializada y suficiente personal, algo que hoy en día no se garantiza en todos los centros", ha recordado, apuntando a los drones como las herramientas emergentes para salvar los controles de seguridad.

Por este motivo, Acaip-UGT ha reclamado que con urgencia se doten las cárceles de tecnología moderna de seguridad, mencionando que los inhibidores instalados hace años, basados en redes 3G, han quedado obsoletos ante el avance de las telecomunicaciones.

"Es imprescindible dotar a los centros penitenciarios de sistemas de inhibición actualizados que impidan el uso de teléfonos móviles en su interior y eviten que drones sobrevuelen zonas restringidas", ha terciado.

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