La Policía Nacional ha emitido este lunes un comunicado para informar de la operación que ha llevado a cabo, en colaboración con la Tesorería General de la Seguridad Social, a través de la cual se ha conseguido destapar un fraude a la Seguridad Social de cerca de dos millones y medio de euros, por el que han sido detenidas once personas.
Según señala, el fraude, de exactamente 2.477.750 euros, se perpetró a través de un entramado empresarial que había copado el sector de la construcción de invernaderos en la localidad almeriense de Roquetas de Mar. Para ello, las personas detenidas, que presuntamente formaban parte de este entramado, utilizaban trabajadores de sus propias empresas como testaferros y sociedades con gran cantidad de mano de obra que realizaban trabajos subcontratados por otras empresas más grandes de ese ámbito.
Un modus operandi definido con el que se habrían cometido cerca de 50 delitos
Tal y como recoge el comunicado, la investigación comenzó el pasado mes de septiembre a raíz de que se tuviera conocimiento de actuaciones irregulares cometidas por los administradores de distintas empresas de este sector, con el objetivo de eludir sus obligaciones de pago con la Seguridad Social.
"Tras varias pesquisas los agentes comprobaron que había diferentes empresarios responsables de un entramado societario, que mediante la sucesión opaca de empresas, en las que se trasladaba la actividad de unas a otras con el ánimo de seguir trabajando a bajo precio, conservaban su negocio de construcción de invernaderos, sin abonar los seguros sociales de los trabajadores, ni los propios".
Al no abonar los seguridad sociales de sus trabajadores, ofertaban precios mucho más bajos que los de otras empresas que sí cumplían con sus obligaciones, subraya la Policía. "De esta forma se generó un importante fraude directo por impago de cuotas mientras incrementaban sus márgenes de beneficios y eran subcontratados por empresas más grandes, las cuales se beneficiaban de los bajos precios de las sociedades investigadas, ya que les resultaba más barato subcontratar sus obras que realizarlas ellos mismos", apunta.
La Policía Nacional también destaca que los detenidos, en su mayoría de nacionalidad rumana, contrataban como trabajadores a una gran cantidad de compatriotas, algunos de los cuales ejercían como testaferros. Asimismo, resalta que tenían un modus operandi definido y en el que su identificación se veía dificultada por el complejo entramado que habían articulado tanto de sociedades como de testaferros.
No obstante, la investigación policial ha resultado en la detención de once personas, acusadas de haber cometido un total de 23 delitos contra la Seguridad Social y otros 22 delitos de frustración de la ejecución.