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¿Por qué el puerto de Barcelona es puerta preferente de entrada de la cocaína a Europa?

La Ciudad Condal es una de las opciones más empleadas para introducir droga en el viejo continente. Aunque en 2023 se decomisaron 19 toneladas de cocaína, apenas es el 5% de los estupefacientes que circulan en este enclave.

Pedro Fernaud

Periodista

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En el puerto de Barcelona se decomisaron 19 toneladas de cocaína el año pasado.
En el puerto de Barcelona se decomisaron 19 toneladas de cocaína el año pasado.

Las noticias que llegan en los últimos tiempos hablan de un crecimiento preocupante en el tráfico de drogas, hasta el punto de que la Ciudad Condal se ha convertido en una de las principales puertas de entrada de cocaína a Europa. Tanto es así que, de acuerdo a los datos que maneja la Fiscalía General del Estado, el puerto de Barcelona ocupa el segundo lugar en España en cuanto a incautaciones de cocaína, solo por detrás de Valencia (donde está el segundo puerto más importante en la llegada de cocaína a Europa). El caso del puerto de Barcelona va en aumento. Por ejemplo, en 2022 se interceptaron 13 contenedores con cocaína en el puerto de la capital catalana. Este crecimiento es particularmente preocupante debido a las nuevas rutas de tráfico desde países como Costa Rica y República Dominicana, que se suman a las ya existentes desde Colombia, Brasil y Ecuador. Los expertos estiman que solo se intercepta un 5% de la droga que entra a España, lo que revela la magnitud del problema y el potencial del puerto de Barcelona para convertirse en un punto clave del narcotráfico en Europa, al igual que está sucediendo con los puertos de Róterdam y Amberes.

En el marco europeo, el tráfico de cocaína también está en auge, como detalló Escudo Digital, en los puertos de Bélgica y Países Bajos, naciones que corren el riesgo de convertirse en un narcoestado, donde las organizaciones criminales ejercen una creciente influencia en la economía y las instituciones. Esos dos países, junto con España, concentran el 75% de la cocaína incautada en la Unión Europea. Un ejemplo representativo de esta tendencia es la situación que se vive en el puerto de Amberes, que ha visto un aumento significativo en las incautaciones, hasta el punto de que se neutralizaron 110 toneladas de cocaína en 2022, mientras que Róterdam es igualmente un punto candente para el desarrollo de este tráfico.

En este contexto, el puerto de Barcelona no es ajeno a la complicidad de algunos trabajadores portuarios y funcionarios públicos con los narcotraficantes, aunque la mayoría no estén implicados en estas prácticas, que facilitan el tráfico de drogas. Técnicas como el “gancho ciego” permiten introducir cocaína en contenedores sin el conocimiento del propietario, transportistas o destinatarios legales, con un modus operandi en el que muchas veces los contenedores marcados para inspección ya han sido abiertos y vaciados antes de la llegada de las autoridades. La corrupción está tan arraigada que los implicados actúan con impunidad, lo que dificulta aún más el trabajo de las fuerzas policiales y resalta la necesidad de una mayor coordinación y medidas más estrictas para contener el avance del narcotráfico.

“Un sistema opaco y basada en relaciones familiares”

Para comprender la dimensión y profundidad del problema con el narcotráfico en el puerto de Barcelona, hay que señalar que la Fiscalía Antidroga de la Ciudad Condal ha apuntado un alarmante incremento de tráfico de estupefacientes en el puerto de la ciudad y describe “graves deficiencias de seguridad” en su memoria anual. Un caso que ilustra esta situación aconteció en octubre de 2023, cuando un contenedor destinado a inspección fue manipulado, vaciado y devuelto a su lugar sin que las autoridades lo detectaran. Según la valoración de la Fiscalía, la supervisión de la estiba es insuficiente debido a la externalización del servicio y un sistema “opaco y basado en relaciones familiares”, lo que facilita las operaciones del crimen organizado.

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La técnica del "gancho ciego" permite introducir cocaína en contenedores sin el conocimiento del propietario, transportistas o destinatarios legales.

¿Por qué este creciente interés de los contrabandistas de droga por el puerto de Barcelona? En este enclave ha aumentado el volumen de contenedores gestionados, lo que ha atraído el interés de los narcotraficantes por sus debilidades en seguridad. Según el testimonio de un miembro de las Fuerzas de Seguridad, los controles en el puerto son aleatorios y limitados, y disponen de un solo escáner en todo el puerto para realizarlos. En ese marco, los criminales del tráfico de drogas aprovechan las brechas empleando sofisticadas técnicas, como la ya descrita del “gancho perdido”, para eludir las inspecciones. Además, las fuentes policiales coinciden en que la proximidad del puerto a la frontera francesa convierte a Barcelona en una estación estratégica para distribuir drogas hacia el resto de Europa.

¿Y cómo vive y valora esta situación el gremio de estibadores? Dicho en pocas palabras: se defienden de las acusaciones. En concreto Albert Gil, portavoz de la Organización de Estibadores del Puerto de Barcelona, lamenta la imagen negativa que se proyecta de su colectivo y alega, en declaraciones al periódico de Catalunya, que “huevos podridos hay en todos los sectores”. Como contrapunto esperanzador a esta situación, Gil destaca las mejoras en seguridad como el control de acceso y el registro de movimiento de contenedores, al tiempo que niega que las contrataciones se realicen de manera opaca o por conexiones familiares. A pesar de estas mejoras, la amenaza del narcotráfico sigue latente y creciendo en el Puerto de Barcelona.

Sorpresa ante el nivel de creatividad de los narcotraficantes

¿Qué ejemplos ayudan a dimensionar la inventiva de los traficantes de droga? Encontramos varias muestras representativas en el programa de la Sexta ‘Más vale tarde en acción’. En este espacio, Javier Miñana, responsable de Vigilancia Aduanera, relata como muchas veces se encuentran “dobles fondos” en los contenedores, un método común para esconder las drogas. Durante la grabación de este programa, una furgoneta fue interceptada con 800 kilos de cocaína. Según Miñana, “cada día uno se sorprende ante la creatividad que despliegan los traficantes en los controles de ocultación”. En otra inspección, encontraron marihuana envasada al vacío, una técnica usada para evitar que los perros detecten el olor. En esa labor, resultan de gran utilidad los escáneres móviles, que permiten realizar controles aleatorios, complementados por el muestreo de paquetes en los contenedores, de manera que se trata de revisar hasta el fondo para evitar que los traficantes logren ocultar drogas en áreas no inspeccionadas.

Algunos trabajadores del puerto, retribuidos con droga

El diario El Español recoge el testimonio de un agente destinado a la Unidad de Estupefacientes de la Policía Nacional en Barcelona, que expresa que “lamentablemente, solo logramos recuperar entre el 2 y el 8% en la mercancía ilícita que llega al puerto”. La corrupción es tan evidente, declara esta agente, que “han llegado a abrir los contenedores a escasos metros de nosotros. La corrupción en los puertos, ni se esconde ni se disimula. Es un secreto a voces: nosotros lo sabemos y ellos no se esfuerzan en ocultarlo. Más bien, se esfuerzan en ocultarnos la droga”.

Aparte del “gancho ciego”, otra de las técnicas que emplean estos malhechores vinculados a la distribución y venta ilícita de los estupefacientes es el “preñao”. Esta técnica consiste, en el argot policial, en un contenedor de mercancía aparentemente legal, pero que en su interior alberga también una determinada partida de droga. Con esta técnica, se hace referencia además a la ocultación de drogas en vehículos, especialmente camiones o autos, en compartimentos modificados o partes específicas, como llantas o motores, simulando que están “cargados” con mercancía legal.

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El puerto de Barcelona es punto clave del narcotráfico en Europa.

Este sistema solo es posible gracias a la colaboración de estibadores corruptos, a los que se les suele pagar con drogas que luego venden a clanes locales. Otro hecho tremendamente preocupante es que la violencia entre grupos rivales también ha aumentado, con robos de cargamento entre ellos para ganar “reputación y obtener droga gratuita”.

¿En qué se traducen todas estas conductas delictivas?

Fundamentalmente, en que crece el número de personas enfermas y adictas a toda clase de drogas. En esa línea, el Informe sobre la cocaína en Europa en 2024 revela que, después del cannabis, la cocaína es la segunda droga ilícita más consumida en el continente. Su disponibilidad ha aumentado de manera significativa, lo que ha generado una honda preocupación política y social por sus crecientes costes en términos de salud y convivencia.

En el caso de la cocaína, está relacionada con graves problemas de salud, que van desde trastornos cardíacos y accidentes cerebrovasculares hasta psicosis inducida por estimulantes. El informe también destaca el desafío de tratar a personas con problemas de consumo de cocaína, especialmente a aquellas personas que forman parte de comunidades marginalizadas.

En cuanto al tráfico de cocaína en sí, las incautaciones de esta droga alcanzaron niveles récords en 2022, con Bélgica, España y los Países Bajos como principales puntos de entrada en el viejo continente. La cocaína también ha tenido un impacto creciente en la salud pública con un aumento de las hospitalizaciones por intoxicación aguda y un porcentaje considerable de muertes por sobredosis relacionadas con su consumo en varios países europeos.

¿Cómo aborda la UE la lucha contra el narcotráfico?

La UE está queriendo revertir esta grave situación involucrando a varios países europeos en esfuerzos conjuntos con Europol y otras agencias. En España, por ejemplo, el Gobierno ha destinado más de 36 millones de euros para reforzar la Policía y la tecnología antitráfico de droga, especialmente en Andalucía, pero los expertos señalan que es necesario una respuesta más integral. Además de la seguridad, otros sectores como la justicia y el transporte también deben participar para abordar el problema de forma global, mientras la corrupción en los puertos sigue siendo un obstáculo clave en la lucha contra los cárteles de la droga.

Cuatro toneladas de cocaína entre cargamentos de arroz

A finales de julio de este 2024, la Guardia Civil desmanteló una red internacional de narcotráfico, con la incautación de cuatro toneladas de cocaína en el puerto de Barcelona, ocultas entre sacos de arroz. Se trata del alijo de esta droga más importante requisado hasta ahora en el puerto barcelonés. Según un comunicado de la OCU, la Unidad Central Operativa, la red operaba desde Paraguay y empleaba múltiples puertos europeos para diversificar el riesgo; una estrategia en la que el puerto de Barcelona era uno de sus principales puertos de entrada.

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En el puerto de Barcelona ha aumentado el volumen de contenedores gestionados.

Esta tendencia confirma la buena senda de incautaciones de 2023. En total, en 2023 se decomisaron 19 toneladas de cocaína en 23 contenedores. Según los responsables de vigilancia aduanera, la clave del éxito ha sido el uso de escáneres que detecta la droga oculta entre sacos de productos como el cacao o café.

En síntesis, el puerto de Barcelona se ha consolidado como un punto clave en la entrada de cocaína a Europa, en gran parte debido a la creciente sofisticación de las redes de narcotráfico y las debilidades en los controles de seguridad. A pesar de los esfuerzos de las autoridades españolas y europeas, las incautaciones, que alcanzaron 19 toneladas en 2023, solo representan una muy pequeña fracción de la droga que atraviesa este puerto. Frente a este grave problema de salud pública, es crucial intensificar las medidas de seguridad mediante la implementación de tecnologías avanzadas, como el uso generalizado de escáneres y sistemas de inteligencia artificial, además de fortalecer la cooperación internacional y erradicar la corrupción dentro del puerto. Solo a través de una respuesta integral, que involucre a las fuerzas de seguridad, la justicia y el sector logístico, será posible reducir el impacto del narcotráfico en Barcelona y frenar las consecuencias sociales y sanitarias que este fenómeno genera tanto en España como en Europa.