17-S, la mayor operación antiterrorista israelí de la historia

El Mosad ha podido atentar contra todos y cada uno de los miembros sénior de la organización financiada por Irán.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

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Estos son los dispositivos buscapersonas que explotaron. Twitter @therealbuni
Estos son los dispositivos buscapersonas que explotaron. Twitter @therealbuni

En una operación del Mosad, cuya operativa no la encontraríamos ni en los libros de ciencia ficción, Israel ha asestado un brutal golpe moral y físico a Hezbolá que ha asombrado al mundo, y que confirma que los enemigos de Israel pueden correr, pero no esconderse.

Justo cuando Estados Unidos intentaba una tregua para aliviar la tensión en Gaza y en la frontera con el Líbano (además de suavizar la tensión con Irán) los aparatos buscapersonas usados por miembros de Hezbolá explotaron simultáneamente en diferentes partes del Líbano y Siria, dejando un rastro de al menos once muertos y casi 3,000 heridos (400 de ellos en condición crítica), incluida una niña de 8 años.

Aunque Israel no ha confirmado oficialmente su implicación (por los daños colaterales que se han producido), las sospechas están claramente dirigidas hacia el Mosad, la agencia de inteligencia israelí. Este ataque no hace sino dar una vuelta de tuerca en la ya tensionada región y, además de poner en evidencia al grupo Chií libanés nos hace preguntarnos hacia dónde se va a dirigir este conflicto sin dejarnos muchas más alternativas que una (nueva) guerra total entre Tel-Aviv y Beirut.

Una perfecta mezcla de herramientas ciber, cinéticas e inteligencia

Hezbolá, después de haber perdido algunos miembros importantes a causa del uso de los teléfonos móviles, había adoptado aparatos buscapersonas para sus comunicaciones internas, considerando que éstos eran menos susceptibles de ser interceptados que los teléfonos. Pero los espías hebreos no dejan de sorprender al mundo con sus métodos e innovación y han conseguido que este supuesto blindaje tecnológico se haya roto de manera definitiva. Informes preliminares sugieren que los aparatos buscapersonas, parte de un lote adquirido recientemente, fueron incautados por el gobierno israelí antes de ser devueltos a la empresa distribuidora y manipulados para contener explosivos (entre 2 y 30 gramos de explosivo) que se activaron simultáneamente a través de un detonador remoto o por una programación específica. Otras fuentes hablan de que los perpetradores se habrían introducido de alguna manera en la cadena de suministro para integrar los explosivos en estos aparatos (en la misma fábrica de producción permitiéndole insertar el pequeño explosivo junto a las baterías de los dispositivos, programado para explotar de manera sincronizada). De una u otra manera será difícil saber cómo ha sido llevada a cabo la operación en realidad.

Este tipo de operación requiere meses, si no años, de planificación, y es una muestra de la habilidad de Israel para adaptarse a las tácticas de sus enemigos. Ironías del destino, estos aparatos buscapersonas que buscaban hacer de la organización Hezbolá un grupo resiliente al espionaje israelí, ha resultado en que gracias a ellos el Mosad ha podido atentar contra todos y cada uno de los miembros sénior de la organización financiada por Irán en la que supone sin duda la mayor operación antiterrorista de Israel en su historia. 

Este tipo de operación requiere no solo sofisticación técnica, sino también una penetración profunda en las redes logísticas del grupo, lo que supone una gran humillación e intranquilidad para los proiraníes.

¿Y a parir de ahora? Caos Interno y un golpe a la Moral de Hezbolá

Ya no solo se trata de las personas muertas y heridas dentro de la organización, sino el ambiente de caos y desconfianza que se estará viviendo en estos momentos en Líbano y Siria (altos mandos han sido también heridos o muertos). Hezbolá siempre se ha llamado a sí misma como organización impenetrable para los espías de Tel-Aviv y se ha topado con esta operación con la mayor brecha de seguridad de su historia. Las tensiones internas que se producirán a partir de ahora en la organización serán mayúsculas, aumentando consecuentemente la desconfianza sobre su seguridad interna y llevándonos a una pregunta existencial para el grupo libanés: ¿qué sistema de comunicación van a utilizar a partir de ahora?

Un futuro poco esperanzador para la región

Recordando que en la zona caliente entre Líbano e Israel están desplegados más de 600 soldados españoles que además lideran la misión UNIFIL, la explosión de los aparatos buscapersonas va a marcar un punto de inflexión en el conflicto entre Israel y la organización chií. El secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, se encuentra en estos momentos en una posición muy delicada, ya que cualquier respuesta impulsiva (venganza militar) podría agravar una situación que ya es crítica en la región. Esta sobre reacción podría desencadenar un conflicto a gran escala, algo que la mayoría en el Líbano y algunos dentro de Hezbolá desean evitar a toda costa, pero la humillación causada por este ataque podría empujar a la facción proiraní a una respuesta precipitada. Si a esto le sumamos que Israel ha dejado muy claro que no tolerará la presencia de fuerzas hostiles cerca de su frontera norte (uno de sus objetivos de guerra es el regreso seguro de los civiles evacuados de la frontera con el Líbano), todo sugiere que una operación militar contra Hezbolá es una posibilidad real.

Este ataque nos muestra la sofisticación de las operaciones de inteligencia israelíes coincidiendo con una imagen de extrema vulnerabilidad de Hezbolá, que sumado a una región que ya estaba al borde de la guerra total nos lleva a pensar que las decisiones que se tomen (o que no se tomen) de uno u otro lado en las próximas horas serán determinantes para el futuro de la región.