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20 años de prisión para el hacker con el que contactó Bolsonaro para cometer fraude en las urnas

En este caso, por el intento de venta de información obtenida de manera ilegal en el marco del caso Lava Jato.

Pedro Fernaud

Periodista

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La bandera de Brasil con el código.
La bandera de Brasil con el código.

El cibercriminal que señaló que el ex-presidente brasileño le pidió manipular las elecciones de aquel país ha sido condenado por otro delito informático: el intento de venta de información obtenida de manera ilegal a medios de comunicación en el marco del caso Lava Jato, la mayor operación anticorrupción de la historia de Brasil. 

Walter Delgatti Neto. Así es como se llama el hacker que confesó, el pasado 17 de agosto, que el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y sus asesores le habían contactado para crear una urna electrónica falsa, que sería usada en una propaganda de campaña como “prueba” de que el sistema era fraudulento, como sostiene sin pruebas Bolsonaro.

El experto en informática hizo esta declaración ante una comisión del parlamento brasileño que investiga el asalto a las instituciones democráticas del país latinoamericano el pasado 8 de enero por parte de bolsonaristas radicales, y apuntó que el exmandatario incluso le prometió “un indulto” en caso de que fuese descubierto en este intento de fraude electoral mediante manipulación. 

"Me dijo que estaría salvando Brasil (...) Bolsonaro me dijo: 'Tranquilo, en caso de que te manden detener, yo mando detener al juez", ha contado Delgatti que le aseguró el expresidente el 10 de agosto de 2022 en el Palacio de la Alvorada, en presencia de la diputada Carla Zambelli, quien supuestamente le habría contratado.  

En esa línea, este delincuente online ha detallado que en otra reunión con los asesores de campaña de Bolsonaro, en octubre de 2022, en la que estaba presente la propia Zambelli y el presidente del Partido Liberal, Valdemar Costa Neto, le propusieron generar un "código fuente falso" con el que propiciar la creencia de que las urnas electrónicas eran vulnerables al fraude. "Querían que hiciera un código fuente propio, no el oficial del TSE (Tribunal Superior Electoral brasileño). En ese código fuente inserté estas líneas, que se llaman 'código malicioso' porque tienen como finalidad engañar, colocar dudas sobre las elecciones", ha pormenorizado.

En este contexto, Bolsonaro fue juzgado por el TSE el pasado mes de junio y despojado de sus derechos políticos durante ocho años por su campaña contra las urnas electrónicas, utilizadas en Brasil desde 1996.

Fundamentos de la condena a Delgatti Neto 

En cualquier caso, la condena a la que ha sido sometido este pirata digital no tiene que ver con ese supuesto caso de manipulación y fraude electoral sino con un delito de organización criminal, blanqueo de capitales e interceptación de comunicaciones. En concreto, el juez Ricardo Leite ha dictado la sentencia (contra la que cabe recurso de apelación), que afecta también a otros seis acusados condenados por intrusiones en teléfonos móviles de miembros del grupo de trabajo Lava Jato. La sentencia se contextualiza en el marco de la Operación Spoofing, desarrollada por la Policía Federal brasieña en 2019.

El magistrado ha indicado que Delgatti pretendía vender a la prensa las conversaciones pirateadas del grupo de trabajo, mientras que el hacker también habría obtenido y vendido los datos bancarios de varias personas. Esta condena se produce en el caso Odebrecht (caso de corrupción que involucra a la empresa brasileña de construcción Odebrecht y a varios gobiernos y políticos en América Latina y África. La empresa admitió haber pagado sobornos millonarios a funcionarios y políticos para asegurar contratos de obras públicas en varios países. El caso ha tenido un gran impacto en la política y la economía de varias naciones de la región, desembocando en investigaciones, juicios y condenas a escala internacional). Hablamos de la principal causa derivada de la mediática operación Lava Jato, que estalló en Brasil, y que posteriormente implicó a esa constructora en una red internacional, con la que había instaurado la corrupción a nivel institucional en más de una decena de países de América Latina.

El caso es que según se recoge en la condena del juez del Décimo Juzgado Federal en Brasilia, Delgatti y sus cómplices intentaron vender información obtenida de manera ilegal a medios de comunicación por 200.000 reales (unos 40.000 dólares), de acuerdo con el relato de la Agencia Brasil (la agencia de noticias del gobierno brasileño). 

“Sólo después de la resistencia de los periodistas a pagar por esa información hubo una renuncia de Walter para obtener una remuneración por entregar el material”, apuntó el juez, que rechazó el argumento de que el hacker actuó para “combatir injusticias”.

Claves de la operación Lava Jato en la que se enmarca la condena a este ciberpirata 

La operación Lava Jato, que significa lavado de coches en portugués, ya que a través del lavado a chorro de automóviles se blanqueó mucho dinero obtenido de manera fraudulenta, es una amplia investigación sobre corrupción en Brasil, que comenzó en 2014. Esta operación se ha centrado en destapar un esquema de sobornos y lavado de dinero que ha involucrado a varias empresas constructoras y funcionarios gubernamentales brasileños. El escándalo reveló una red de corrupción que abarcaba a Petrobras, la empresa estatal brasileña de petróleo, así como a políticos y empresarios influyentes de aquel país. La operación se tradujo en el enjuiciamiento y condena de numerosas personas poderosas en Brasil, incluidos políticos y empresarios, así como el ex presidente Lula da Silva y tuvo un profundo impacto en la política y la economía del país.

Justificación más amplia de la condena 

Las acciones delictivas desarrolladas por Delgatti "es inmensa y ha podido generar innumerables extorsiones", describe el magistrado brasileño en su sentencia. Así mismo, el juez detalla que los ataques cibernéticos del programador "fueron dirigidos a diversas autoridades públicas, en especial agentes responsables de la persecución penal, además de otros individuos que poseen reputación social, como se puede verificar por las cuentas que fueron pirateadas". 

En su condena, el magistrado destaca que Delgatti resulta reincidente en sus fechorías digitales, "conforme se puede comprobar analizando su historial criminal, así como por el análisis de otros registros penales que hacen referencia a su persona", subraya la condena.

Además de obtener conversaciones de alto valor político y judicial en la red de mensajería Telegram, Delgatti consiguió también los datos bancarios de varias víctimas y los puso a la venta en grupos clandestinos de redes sociales, de acuerdo con las pruebas consideradas por el juez.

Una de las víctimas fue el actual senador y entonces ministro de Justicia, Sérgio Moro, quien se vio salpicado por esa filtración de conversaciones que mantuvo con un grupo de fiscales cuando era juez. Estas conversaciones interceptadas pusieron en duda su imparcialidad en la operación Lava Jato.

A la postre, esas filtraciones condujeron a que Moro declarara ante la Cámara de Diputados y el Senado brasileños, y sirvieron de base para anular varias condenas, incluida la de Lula Da Silva, ex presidente y presidente actual de Brasil (2013-2021; actualidad), quien estuvo detenido durante 580 días y recuperó sus derechos políticos para convertirse de nuevo en presidente del país más grande de América Latina.