Coincidiendo casualmente con el 25 aniversario de los bombardeos de la OTAN a la antigua Yugoslavia (estando este autor destinado en el Cuartel General de la OTAN en Sarajevo en aquellos complicados días), los ministros de Asuntos Exteriores se reunieron en la sede de la OTAN en Bruselas el pasado miércoles 3 de abril de 2024 para una encuentro de dos días con motivo del 75º aniversario de la OTAN y para preparar la próxima Cumbre de Washington en julio.
En una declaraciones justo antes de la reunión, el Secretario General Jens Stoltenberg subrayó que la Alianza fue fundada "sobre una única y solemne promesa: un ataque contra un Aliado es un ataque contra todos."
El Secretario General dio la bienvenida a los esfuerzos continuados de los Aliados para proporcionar importantes entregas de armas, municiones y equipo a Ucrania, advirtiendo que cualquier retraso en el apoyo tiene consecuencias en el campo de batalla. Hizo un llamado a los Aliados para asegurar la asistencia a Ucrania a largo plazo.
En esta reunión los ministros han discutido y estudiado cómo podría la OTAN asumir más responsabilidad en cuanto a coordinaciones en el equipamiento militar y también la formación militar de los soldados ucranianos, así como asegurar un compromiso financiero a largo plazo para Ucrania.
Ayer jueves, los ministros abordaron las necesidades actuales y futuras de Ucrania en el Consejo OTAN-Ucrania y se reunirán con socios del Indo-Pacífico y la Unión Europea. El Secretario General enfatizó que la guerra en Ucrania ilustra "nuestra seguridad no es regional, es global."
Los ministros también han abordado la inestabilidad en el vecindario sur de la OTAN y han acordado una nueva política sobre Mujeres, Paz y Seguridad "porque nuestras sociedades son más fuertes y seguras cuando aprovechamos las contribuciones de todas nuestras personas," según palabras del secretario general Stoltenberg.
La Alianza Atlántica celebra su aniversario en su momento más fuerte, con 32 miembros aliados y un empuje y apoyo bastante heterogéneo a Ucrania en su guerra con Rusia, pero a la vez la OTAN se encuentra en una posición muy delicada con el posible cambio de gobierno en Estados Unidos que podría romper en mil pedazos esa unidad mostrada hasta ahora. La Alianza debe no solo mantener ese apoyo a Kiev contra las ideas imperialistas de Putin, sino reforzar de una vez por todas su compromiso definitivo con esta causa para llegar a un objetivo realista que evite futuras aventuras militares del Kremlin en Europa.
La alianza de Corea del Norte y Rusia frente a Ucrania
Por su parte, el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, quien en la jornada del miércoles se reunió con el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha advertido de que Rusia y Corea del Norte trabajan juntos en el suministro de armas para atacar a Ucrania.
Además de alertar de la colaboración entre Moscú y Pionyang, el jefe de la diplomacia europea subrayó también la importancia de observar lo que está ocurriendo en tres "puntos calientes": el mar Negro, "escenario de la agresión rusa contra Ucrania"; el mar Rojo, "donde la UE ha desplegado una misión naval", y el mar de la China Meridional.
"Esto demuestra una sola cosa: tenemos que seguir apoyando a Ucrania y hacer más para defender a la población civil y dotarla de capacidad para resistir la agresión", ha apostillado Borrell, quien ha denunciado que Rusia "está atacando objetivos civiles tratando de anular el sistema eléctrico a toda Ucrania, matando gente y destruyendo infraestructuras".