Pocos días después de la presentación del caza de 6º generación norteamericano F-47, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, acaba de confirmar el compromiso de Alemania para la compra de 35 cazas americanos F-35.
Alemania se compromete con el F-35 pese a las críticas a Trump
Con esta noticia, se pone prácticamente fin a las especulaciones sobre una rotura total de Europa con Estados Unidos en cuanto a adquisiciones de sistemas militares, especialmente del “polémico” caza F-35 y su supuesto “botón de apagado o Kill Switch” con el que Donald Trump podría desactivar estos cazas en caso de que alguno de los países aliados que tuvieran estos aparatos, dejaran de ser amigos.
La compra por parte de Alemania de 35 aviones F-35A, firmada en diciembre de 2022, es una pieza importante en la modernización de la fuerza aérea alemana. La operación, valorada en 8.300 millones de euros, busca reemplazar a la vieja flota de Tornado y garantizar la continuidad del acuerdo de reparto nuclear dentro de la OTAN, un pilar central de la postura disuasoria de la Alianza. Las primeras entregas de los cazas americanos están previstas para 2026.
¿Decisión militar o movimiento político?
La pregunta es si esta decisión de Alemania viene determinada por motivos estrictamente militares (necesidad imperiosa de renovar la flota de aviones Tornado y diversificación de proveedores de sistemas militares complejos para no depender de uno solo, etc.) o es meramente política/económica.
¿Qué pierde Alemania si abandona el material militar de EE.UU.?
Dejar de comerciar sistemas militares con Washington, económicamente tendría serias consecuencias para Alemania. La pregunta es si estas pérdidas serían asumibles y si se compensarían por otro lado con el aumento de producción de equipos militares europeos, o, a corto plazo, sería demasiado caro de asumir para los germanos. Veamos algunas de estas consecuencias:
Primero y más obvia, pérdida de empleos y actividad económica. Muchas empresas alemanas participan en la producción y mantenimiento de sistemas militares estadounidenses bajo acuerdos de cooperación industrial. Detener estas compras podría afectar negativamente a estas empresas y, por ende, al empleo en el sector de defensa.
Segundo, los costos de transición. Sustituir sistemas estadounidenses por alternativas europeas o desarrollar nuevos equipos requeriría inversiones significativas en investigación, desarrollo y adaptación de infraestructuras, lo que implicaría un aumento considerable en el gasto de defensa.
Y tercero, por supuesto, la dependencia tecnológica que tiene Europa de EE.UU. Algunos sistemas estadounidenses incorporan tecnologías avanzadas no fácilmente reemplazables en el corto plazo, lo que podría generar brechas temporales en las capacidades defensivas de Alemania (y de Europa).
Bases estadounidenses en Alemania: ¿qué pasaría si se desmantelan?
Otro de los miedos de Alemania y Europa es que se produzca la anunciada por Trump retirada completa de las bases militares de Estados Unidos en Alemania. Esto supondría:
Impacto económico local
Para Alemania, las bases generan mucho empleo y actividad económica. Su cierre afectaría a las comunidades locales que dependen de estas instalaciones para su sustento. El número total de personal militar estadounidense también ha aumentado significativamente en los últimos años, de menos de 39.000 en 2019 a más de 50.000 en 2024.
Reconfiguración de la seguridad europea
La presencia militar estadounidense ha sido un pilar de la estrategia de defensa de la OTAN en Europa. Su retirada obligaría a Alemania y a otros países europeos a asumir una mayor responsabilidad en su propia defensa, lo que podría acelerar iniciativas como la creación de una defensa común europea.
Implicaciones políticas
El desmantelamiento significaría sin duda un debilitamiento de las relaciones transatlánticas y de la cohesión dentro de la OTAN, afectando la percepción de unidad y disuasión frente a amenazas externas. Si el personal americano se marcha de Alemania, la OTAN, tal y como la conocemos, podría tener los días contados.
El F-35: capacidades, ventajas y razones de su liderazgo
Independientemente de situaciones políticas diversas, y del cambio geoestratégico que ha supuesto para Europa la llegada de Trump a la Casa Blanca, la elección del F-35 se fundamenta principalmente en que no tiene ahora mismo competencia en el mundo.
El F-35 es el único caza multifunción de quinta generación en servicio operativo en el mundo, ofreciendo una conciencia situacional avanzada, fusión de sensores, guerra electrónica e interoperabilidad. Está diseñado con tecnología furtiva como elemento central, permitiéndole penetrar espacios aéreos altamente defendidos y ejecutar ataques de precisión, misiones electrónicas y de inteligencia con un riesgo mínimo de detección.
Si lo comparamos con el Typhoon o el Rafale, que son buenos cazas, ninguno puede igualar el conjunto de sensores del F-35, sus capacidades de guerra en red o su papel como multiplicador de fuerza en un entorno de combate moderno. Además, el F-35 es actualmente el único caza certificado por el gobierno estadounidense para misiones de reparto nuclear de la OTAN, un factor decisivo para Alemania dado el envejecimiento de su flota de Tornado.
Europa ante el dilema: ¿autonomía estratégica o dependencia transatlántica?
A pesar de la “guerra comercial” que puedan estar manteniendo en estos momentos Estados Unidos y Europa, especialmente en el ámbito militar, los Estados Europeos tendrán que reconocer, tarde o temprano, que existe una serie de sistemas militares complejos y estratégicos que Bruselas no va a ser capaz de sustituir al corto ni medio plazo (España tendrá que decidir con los F-35B para la Armada…).
El tiempo de Trump es finito, la estrategia europea, no
Por mucho que Donald Trump pueda perjudicar a los intereses sobre seguridad y defensa de Europa en la actualidad, a su presidencia se le van restando semanas y meses, y esta situación de “abandono” de nuestro aliados americanos no tiene por qué durar para siempre.