Armas nucleares tácticas rusas, ¿farol o tambores de guerra?

Rusia ordena realizar ejercicios militares con armas nucleares tácticas cerca de Ucrania y amenaza al Reino Unido con atacar sus bases militares en cualquier parte del mundo.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

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Putin anuncia que realizará maniobras militares con armas nucleares tácticas.
Putin anuncia que realizará maniobras militares con armas nucleares tácticas.

Dicen que el que mucho ladra poco muerde y el presidente Vladimir Putin vuelve a ladrar fuerte y claro con la cuestión de las armas nucleares en Ucrania. Primero con la amenaza (quizás la más explícita en dos años de guerra) de usar armas nucleares en Ucrania, también por lo que supone realizar maniobras militares con armas nucleares tácticas (las que hacen menos daño y serían más realistas a usar por parte de Moscú en el escenario de guerra ucraniano) y por último, con la llamada a consultas el pasado lunes 29 de abril a los embajadores británico y francés al Kremlin, un Kremlin al que sentaron mal las palabras del presidente francés Emmanuel Macron aventando la posibilidad de tropas OTAN luchando en terreno ucraniano, y del Secretario de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, afirmando que Kiev tenía permiso para destruir objetivos en territorio ruso con el armamento facilitado por el Reino Unido.

El Ministerio de Defensa ruso afirmó en un comunicado que las tropas del distrito militar del sur, el que participaran con su Ejercito del Aire y la Armada rusa "practicarán los asuntos de preparación y uso de armas nucleares no estratégicas (…) en respuesta a declaraciones provocativas y amenazas de ciertos funcionarios occidentales contra la Federación Rusa"

Tenga que ver o no, la confirmación de estos ejercicios nucleares llegó días después de que el presidente francés dijera que no descartaría la posibilidad de enviar tropas a Ucrania, y el citado Cameron afirmara que dependía de Kiev cómo usaba las armas británicas, incluyendo objetivos dentro de Rusia. Hay que decir que también se está celebrando en estos días el comienzo del quinto mandato de Vladimir Putin como presidente ruso, y pareciera querer dar una imagen fuerte (amenaza nuclear) para empezar a gobernar el país por enésima vez.

Sobre este asunto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia emitió una protesta formal al embajador inglés sobre las declaraciones de Cameron de que Ucrania tenía derecho a usar armas británicas para atacar territorio ruso. El ministro ruso aseveró que los estos comentarios hacían del Reino Unido un participante de facto en el conflicto. Y aquí es donde llegan las amenazas del Kremlin al territorio británico, ya que Rusia explica que si armamento británico atacaba territorio ruso, ellos estaban en el derecho de atacar instalaciones militares británicas en Ucrania y también en cualquier otro país.

Las amenazas nucleares de Rusia son recurrentes, y para demostrar que Moscú está preparado (y dispuesto) para luchar con estas armas letales, organiza con asiduidad ejercicios nucleares a nivel estratégico con misiles balísticos intercontinentales y lanzamientos desde submarinos, y para esta ocasión el Kremlin afirma que los próximos ejercicios nucleares anunciados tendrán como objetivos "asegurar incondicionalmente la integridad territorial y la soberanía del estado ruso". Aunque esta ocasión es diferente porque ensayarán con ojivas nucleares tácticas, con mucho menor poder destructivo y que se podrían usar para objetivos específicos sin tener que escalar de manera vertical en una guerra nuclear mundial y total.

Esta escalada es fruto de… otra escalada, la de tensiones diplomáticas en las que ha participado Moscú contra países europeos en las últimas semanas. El pasado lunes Alemania retiro a su embajador en Rusia acusando a estos de estar detrás de un ciberataque en 2023 contra el partido Socialdemócrata alemán. A lo que se le suman las declaraciones de políticos ingleses y franceses aquí mencionados.

En marzo, Putin dijo a los periodistas que Rusia creía que ya había un número limitado de soldados de la OTAN en Ucrania y advirtió que un conflicto directo entre Rusia y la alianza estaba "a un paso de una guerra mundial a gran escala. Creo que a nadie le interesa esto".

Las amenazas nucleares de Rusia siempre han tenido un objetivo: desalentar a Occidente en cuanto a las posibilidades de victoria de Ucrania y también conseguir que los países de la OTAN dejen de mandar armas y dinero a Kiev, lo que facilitaría los planes de Putin. Lo que sí parece claro es que si Putin recibiera muchos reveses en el campo de batalla sí sería razonable pensar en el uso de armas nucleares tácticas rusas en Ucrania para cambiar el curso de la guerra.  Pero la actualidad en el campo de batalla pudiera parecer otra, y es que Rusia está presionando en una ofensiva en el Este de Ucrania y ha tomado la iniciativa después de la fallida contraofensiva ucraniana del año pasado, pero también es verdad que está siendo una iniciativa lenta y sangrienta donde está perdiendo miles de hombres y donde además se espera el apoyo de nuevos e importantes sistemas de armas para Kiev que fueron aprobados por Estados Unidos el mes pasado. Rusia sin duda está cansada, pero para gozo ruso hay que añadir el asunto chino. Xi Jinping, presidente chino habría prometido una alianza sin límites con Rusia, y según funcionarios norteamericanos, eso incluiría apoyo militar total.

Aunque Putin, después de recordarnos continuamente el poderío del arsenal nuclear ruso nos aseguraba que no tenía pensado utilizarlo, sí que parece que la reciente determinación europea a intervenir de una manera más agresiva en la guerra de Ucrania ha cambiado el planteamiento inicial del Kremlin y podría estar dispuesto a usar este tipo de armas, que a pesar de tener menos poder destructor, sí que podría ser suficiente para cambiar esta guerra de una forma radical. Pero recordemos que las armas nucleares solo le sirven a Putin para intentar resquebrajar la unidad de Occidente en su apoyo a Ucrania y que su uso seria poco probable y también muy peligroso para la misma Rusia, que con una sola equivocación en este asunto podría ponerse en contra a su propia población.